Algunos apuntes sobre la situación de Manipur

Imagen de cabecera: Mapa de la región noreste del Estado indio y los países colindantes. Fuente: Le Monde Diplomatique

La lucha en Manipur está lejos de acabar. Semana tras semana el viejo Estado indio reclama que la situación está controlada, pero en realidad hay nuevos choques armados, movilizaciones de las masas y bajas de las fuerzas represivasi. Cuando las revueltas iniciaron, los medios y políticos burgueses intentaron encubrir la realidad, afirmando que se trataba de grupos religiosos o étnicos radicalizados, ocultando el carácter de clase, la lucha por la tierra y el papel del imperialismoii.

En Manipur hay una contradicción entre por una parte las clases dominantes indias y sus colaboradores en el Estado de Manipur agrupados dentro del grupo Meitei, y por otra parte, el campesinado pobre que se agrupa mayoritariamente en las tribus Kuki y Naga. Pero no todo el campesinado está unido, y el viejo Estado indio trata de aprovecharse de las contradicciones en el seno del pueblo para enfrentar a unos campesinos con otros y para enfrentar unos pueblos con otros, o al menos trata de aislarlos. Esto se ve de forma clara con el caso de los Kuki y de los Naga. Ambos grupos son mayoritariamente campesinos y viven en la zona de Las Colinas, pero su implicación en la lucha durante estos meses contra las clases dominantes indias y el Estado indio, ha sido muy diferente.

Desde la llegada del Bharatiya Janata Party (BJP) al gobierno de Manipur en el año 2017, los ataques se han concentrado contra los Kuki. Las clases dominantes del Estado indio y sus lacayos en Manipur tratan de apoderarse de las tierras de esta parte del campesinado. Las clases dominantes y el BJP están usando la inestabilidad de la región como excusa para criminalizar y atacar a los Kuki, afirmando que este grupo son inmigrantes ilegales provenientes de Myanmar y que hay que expulsarlos de tierras que ocupan ilegalmente. Esto lo argumentan aprovechando que en Myanmar hay una destacada comunidad Zo (formada por los pueblos Kuki y Chin entre otros) y parte de ella está migrando a India debido al golpe de estado y la guerra civil en Myanmar desde el año 2021. Muchos medios burgueses indios se han hecho eco de estas informaciones contra los Kuki, les han acusado de ser “narcoguerrilleros” debido al cultivo tradicional de amapola en la zona. Otros medios simplemente hablan de “violencia comunitaria/étnica” equiparando a los Kuki con las milicias reaccionarias dependientes del gobierno indio, cuando la realidad es que el Estado indio lleva una política reaccionaria de ataque sistemático y de limpieza étnica en la zona, para acabar de apoderarse de las tierras del campesinado pobre, mientras que el campesinado sólo se ha alzado justamente contra la opresión que sufre.

La situación de los Naga es diferente, ya que se mantienen relativamente ajenos a la lucha actual en Manipur. Cuando se iniciaron las primeras marchas tribales en contra de la inclusión de los Meitei en la lista de Tribus Censadas, los Naga se sumaron a los Kuki. Pero posteriormente, los grupos reaccionarios y el Estado indio se han centrado en atacar a los Kuki. Por su parte, la actitud de los Naga ha sido alejarse de la lucha y afirmar que ellos no pueden intervenir en un enfrentamiento que consideran que es entre Meitei y Kuki. También piden un acuerdo de paz entre el campesinado Kuki y el Estado indio, pero siempre que se mantengan intactas las tierras de los Naga. Que no haya una estrecha alianza entre el campesinado de las comunidades Kuki y Naga no es algo extraño o nuevo. Durante la historia reciente de la región, ambos pueblos han estado enfrentados y cada uno tiene sus propias aspiraciones y desarrollo histórico, en un territorio en el que se entrecruzan múltiples pueblos.

El territorio de Manipur era un reino independiente a finales del siglo XIX que estaba encuadrado en el Valle de Imphal y su población estaba formada principalmente por el pueblo Meitei, pero fue derrotado y subyugado por el gobierno británico a partir del año 1891. Posteriormente entre 1947 y 1949 se produjo la anexión de Manipur al Estado indio recientemente formado, siendo gobernado directamente por Delhi sin conceder ningún tipo de autonomía al territorio, hasta que en el año 1972 se formó el Estado de Manipur integrado en India. Esto separó a los Meitei en dos grupos diferenciados: aquellas clases dominantes tradicionales locales, que se alinearon con las clases dominantes indias para seguir controlando la región; por otro lado una parte del pueblo que formó un movimiento nacional en Manipur. Este movimiento nacional se alzó en armas desde 1964, y en el año 1980 el Estado indio mandó sus fuerzas armadas a Manipur. Desde ese momento ha habido presencia militar, revueltas y choques constantes, etc. En cuanto a las clases dominantes locales del grupo Meitei, siempre se han mostrado contrarias a los derechos de autodeterminación de los Kuki y los Naga, debido a sus propios intereses de poseer las tierras campesinas de Las Colinas. El movimiento nacional Meitei también se ha enfrentado a los pueblos Kuki y Naga, por entender que un nuevo Estado independiente en Manipur incluiría sus territorios de Las Colinas.

Por su parte los Kuki también tuvieron un territorio estable con su propio gobierno en la región, pero fueron expulsados por el imperialismo británico tras la Guerra Anglo-Kuki (1917-1919), provocando una diáspora del pueblo Kuki por todo el noreste de India y los alrededores: entre Bangladesh, Myanmar, y principalmente en los estados indios de Mizoram, Assam y Manipur. Desde los años 80 la insurgencia Kuki creció. Tuvo su auge especialmente desde los años 90 en los que hubo un enfrentamiento armado entre los movimientos Naga y Kuki. Tras numerosos choques insurgentes, las guerrillas campesinas Kuki firmaron un acuerdo de paz con el Estado indio en el año 2005. Pero en marzo de 2023 el gobierno del BJP en Manipur se retiró del acuerdo, reanudando la represión contra la insurgencia Kuki.

En cuanto a los Naga, son otro pueblo esparcido entre varios territorios, como Nagaland, Manipur, Assam o Arunachal Pradesh en India, y otros países como Myanmar. También quedaron bajo dominio del imperialismo británico desde finales del siglo XIX. Después de la independencia del Estado indio, declararon su independencia en un territorio propio en el año 1947 e iniciaron la lucha contra el Estado indio. En el año 1954 el Estado indio mandó a sus fuerzas armadas al territorio Naga para reprimir esta sublevación. En el año 1975 se firmaron los Acuerdos de Shillong y varios grupos guerrilleros del pueblo Naga entregaron las armas, se integraron en el aparato burgués indio, aceptaron la Constitución del Estado indio y aceptaron el Estado de Nagaland integrado en el Estado indio. Sin embargo, numerosos grupos guerrilleros continuaron en activo, y el movimiento nacional Naga continuó en activo también en Manipur, funcionando como apoyo a los grupos en Nagaland y a su vez con sus propias aspiraciones de autodeterminación nacional y de reivindicaciones de lucha por la tierra en Las Colinas. A partir de estas décadas el movimiento Naga reivindicaba un territorio común («El Gran Nagalim») para todo su pueblo, que incluía varios territorios del Estado indio y de Myanmar.

Entre 1992 y 1997 hubo una guerra entre los pueblos Kuki y Naga y sus guerrillas, causando la muerte de aproximadamente 1.000 personas del pueblo Kuki, miles de desplazados, y tensiones entre ambos pueblos que han continuado hasta el día de hoy. Los choques entre los Kuki y los Naga tuvieron lugar principalmente entre el campesinado pobre, azuzado por los elementos reaccionarios de ambos lados, y ante el que las clases dominantes de Manipur y del Estado indio no hicieron nada porque era un choque les beneficiaba en tanto que debilitaba ambos movimientos nacionales y enfrentaba entre sí al campesinado.

A través de un breve repaso histórico de esta zona podemos analizar cómo se da un conflicto constante en torno a la posesión de la tierra, y que las fuerzas reaccionarias presentes en la zona son las causantes del sufrimiento de los pueblos oprimidos y del campesinado de toda la región: por una parte el imperialismo, con la opresión de los pueblos en la zona y su expulsión de sus tierras originarias, provocando una diáspora entre varios estados; por otra parte los propios gobiernos de los Estados semicoloniales y semifeudales de la zona, especialmente el Estado indio con el gobierno del BJP, que ha azuzado las contradicciones en el seno del pueblo, e incluso ha realizado limpiezas étnicas; las clases dominantes locales, colaboradoras del viejo Estado indio y del imperialismo a la hora de oprimir a otros pueblos y al suyo propio; los propios elementos reaccionarios actuando dentro de estos pueblos, que los ha aislado unos de otros y contribuye al enfrentamiento de las masas entre sí, desviando el punto de atención que deberían ser las clases dominantes y la lucha contra ellas; dentro de cada movimiento nacional, también hay una contradicción entre por una parte los elementos combativos del pueblo que no desisten de su lucha, y por otra parte aquellos elementos conciliadores que se quieren integrar en el Estado opresor, medrar en sus estructuras burguesas burocráticas y desarticular la lucha de su pueblo.

En el viejo Estado indio las contradicciones se agudizan en muchos territorios como Haryana, Cachemira, Manipur, etc. Además hay otras tantas contradicciones y conflictos latentes en otros territorios. En particular el noreste de India es un área muy inestable que en cualquier momento podría sufrir nuevos estallidos en otros distritos o Estados, y que está lejos de ser “pacificada” o de haber vuelto a la normalidad. Aunque las clases dominantes indias usan el nacionalismo reaccionario, la religión, etnia u otras excusas para provocar enfrentamientos en el seno del pueblo, cada pocos años las revueltas se dirigen contra el gobierno del Estado y contra las fuerzas represivas, y las clases dominantes necesitan enviar a menudo sus fuerzas armadas y desplegar miles de sus tropas para controlar la situación. Además, a pesar de las traiciones de parte de los movimientos nacionales, de la represión y de los reveses sufridos, las masas oprimidas insisten en su lucha después de muchas décadas bregando. Por su parte el Estado indio ha demostrado de forma repetida su carácter reaccionario, su incapacidad para controlar de forma efectiva a las masas y lo caduco que está el viejo Estado semicolonial y semifeudal. Es la hora de que las luchas de los diferentes pueblos oprimidos de India se unan con las fuerzas revolucionarias lideradas por el Partido Comunista de la India (Maoísta), y que con la Guerra Popular barran el imperialismo, la semifeudalidad y el capitalismo burocrático.

iSe pueden consultar nuestras publicaciones anteriores al respecto de la lucha en Manipur: https://redherald.org/tag/manipur/

iiNosotros analizamos previamente el verdadero carácter de esta lucha: https://heraldorojo.org/2023/07/02/india-sobre-la-lucha-actual-en-manipur/

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