Escalan los enfrentamientos entre las fuerzas estatales y los grupos armados en la RD del Congo

Imagen de cabecera: desplazados en el campamento de Goma. Fuente: The Associated Press

Los enfrentamientos entre las fuerzas estatales (FARDC) y el grupo de Liberación Nacional March23 (M23) continúan aumentando en la República Democrática del Congo, un país semicolonial y semifeudal rico en recursos dominado por los imperialistas.

Hemos reportado anteriormente sobre los choques entre las fuerzas de represión tanto estatales como extranjeras que actúan en el país con los grupos de Liberación Nacional, como M23. De nuevo, la “seguridad” en el Congo ha vuelto a ser una preocupación para los imperialistas por el avance del grupo M23 hacia la capital regional, Goma. Ésta es una ciudad importante en la R.D. del Congo, donde viven dos millones de personas y otro medio millón están desplazados en la ciudad en busca de refugio. Se cree que el grupo M23 podría estar cerca de tomar la ciudad, lo que supondría un duro golpe para el gobierno congoleño, quien perdería el control sobre la región. Ya en 2012 el grupo M23 se hizo con el poder en Goma “sin apenas resistencia”, tal y como informaron otros medios. La respuesta fue una gran intervención militar de una fuerza especial de las llamadas “fuerzas para el mantenimiento de la paz” de la ONU, que retomó el control de la ciudad apenas un año después.

Las “fuerzas para el mantenimiento de la paz” completamente armadas. Goma, 2013. Fuente: Reuters

Por el momento las fuerzas armadas de la ONU están comenzando a retirarse de Goma a causa del avance de M23 hacia la ciudad y por la llegada de los cientos de miles de desplazados a la ciudad. Por otra parte, el gobierno de la República Democrática del Congo exige que 13.500 soldados y 2.000 policías se retiren a la frontera de Ruanda y Burundi, a pesar de las preocupaciones internacionales. La militarización y la represión del país aumentan por parte del Estado que es incapaz de mantener la violencia del pueblo. Tras 20 años, la RDC ha decidido volver a instaurar la pena capital, que como el propio Estado dice “estará reservada para los delincuentes involucrados en conspiraciones criminales, bandas armadas, insurrección, y también para aquellos que cometan traición y crímenes de guerra. También se aplicará a los militares, incluidos aquellos que se rebelan o desertan y se unen a las filas enemigas”

Desde 1996, cuando se agudizó el conflicto, han muerto en el conflicto más de seis millones de personas. Sólo este año casi un millón han sido forzadas a abandonar sus casas. También hay una falta de acceso a los recursos básicos como agua, comida, higiene o acceso sanitario para aquellos civiles que se encuentran en medio del cruce de fuego entre los grupos armados y las fuerzas de represión estatales y extranjeras. Sin embargo, cuando el pueblo se levanta contra los cascos azules por su claro interés pro-imperialista y contra el pueblo, los congoleños sufren una fuerte represión que deja a decenas de muertos a su paso.

Tras 25 años desde el inicio de MONUSCO, la misión militar de la ONU en la República Democrática del Congo para “mantener la paz”, ésta se ha demostrado que no ha servido para más que para asegurar los intereses de los imperialistas sobre los recursos mineros principalmente, mientras se sigue ahondando en la miseria del pueblo.

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