Protestas contra la agresión imperialista en el Congo
Imagen de cabecera: manifestantes queman la bandera estadounidense en Kinshasa el 12 de febrero. Fuente: Sky News
El lunes 12 de febrero, los manifestantes quemaron banderas estadounidenses y belgas en la puerta de las asambleas de los imperialistas y en oficinas de la ONU, un instrumento imperialista dominado por EE.UU., en Kinshasa, la capital de República Democrática del Congo. Los manifestantes protestaron la lucha en el este del Congo, donde ocurren las luchas entre los grupos armados, principalmente el grupo M23 (March 23), que supuestamente es apoyado por Ruanda, y las fuerzas armadas de RD del Congo. En las últimas semanas, cientos han tenido qeu abandonar sus casas por la lucha, y durante el conflicto, al menos siete millones de personas han sido desplazadas y otras seis millones han muerto desde 1996. “Los de occidente están detrás del saqueo de nuestro país. Ruanda no trabajo sola, así que ellos deben abandonar nuestro país” dijo un manifestante a Reuters. Los manifestantes gritaron “Dejad nuestro país, no queremos vuestra hipocresía” y lanzaron piedras a la embajada estadounidense. Las tiendas extranjeras, como la de la empresa francesa Canal+, fueron destruidas. Además el sábado 10 de febrero, varios de los vehículos de misiones de los llamados “mantenedores de la paz” de la ONU fueron incendiados y saqueados en el este del Congo. La policía reprimió a los manifestantes lanzándoles gas lacrimógenos y custodió varias embajadas, como la francesa o la estadounidense. EE.UU. ha dicho a sus ciudadanos que “mantengan un perfil bajo” y no se muevan de la casa, y muchas escuelas y tiendas internacionales de imperialistas se cerraron.
Congo es un gran interés para los imperialistas por sus vastos recursos naturales: es el proveedor número uno del mundo de cobalto, usado en baterías y necesitadas, por ejemplo, para los coches eléctricos o los teléfonos móviles, y es el mayor productor de cobre de África. Desde 1996 el conflicto en el este del Congo ha dejado seis millones de muertos y millones de desplazados, con la involucración de multitud de grupos armados y de regímenes lacayos en la región trabajando para diferentes imperialistas. Actualmente, el socialimperialismo chino controla la mayoría de las minas en Congo, y también provee al Estado congolés con drones y armas para combatir contra el grupo M23, que según los imperialistas “occidentales”, dirigidos por EE.UU., está apoyado por Ruanda. Además, las fuerzas armadas de la RD del Congo están directamente apoyadas por la misión para “mantener la paz”, que está retirándose tras sufrir oposición por parte del pueblo del Congo y un fracaso para “estabilizar” el país. Las fuerzas de “seguridad” de la RD del Congo han cometido muchas atrocidades contra el pueblo, tales como asesinatos extrajudiciales y represión contra aquellos que han criticado la operación de la ONU en el país. La preocupación de los imperialistas sobre M23, la cuál ha avanzado en los meses recientes significativamente, no tiene nada que ver con las preocupación por el pueblo del Congo, es una preocupación sobre perder acceso a los importantes minerales en la tierra, como fue denunciado por los manifestantes.
En un intento de actuar como un poder regional a pesar de ser un país semi-feudal y semi-colonial, Sudáfrica recientemente ha enviado tropas a RD del Congo para combatir a M23 junto con el ejército congolés. El 14 de febrero, dos soldados sudafricanos murieron y tres fueron heridos con una bomba de mortero que estalló en su base. Se desconoce quién está tras el ataque. Esto demuestra cómo Sudáfrica, a pesar de jugar a ser anti-imperialista con Palestina por el apoyo histórico de Israel al apartheid, también es un lacayo de los imperialistas y se involucró en los conflictos a su favor.
En la DR del Congo vemos una compleja lucha que ocurre desde hace décadas, donde diferentes imperialistas usan a sus lacayos a su favor en su lucha por explotar al pueblo y los recursos naturales del Congo, trayendo muerte y destrucción al pueblo.