Galiza Vermelha: Boicot al nuevo circo electoral del 18 de febrero

Publicamos una traducción no oficial del artículo de Galiza Vermelha.

En cada nueva “fiesta de la democracia” el revisionismo intenta convencer al proletariado gallego de que el Régimen Español es un instrumento neutral, que no es enemigo del pueblo gallego. El revisionismo intenta ocultar que el Régimen Español es el instrumento de alianza entre la burguesía gallega y la burguesía española, además de otras clases y estratos sociales secundarios aliados, como es el caso del clero, sectores desclasados, etc.

La práctica política del revisionismo siempre fortalece el estado burgués porque siempre mantienen viva la idea de que mediante las elecciones, las instituciones y las reformas del burgués es posible, eliminar el carácter destructivo de la sociedad capitalista, o que es posible eliminar la tendencia de nuevas guerras interimperialistas, que es posible eliminar la ley de la acumulación capitalista que determina que el aumento en la riqueza de unas pocas personas implica la pobreza de muchas otras personas en el mundo, o que es posible regular las diferencias máximas entre la renta de la burguesía y el salario de la clase obrera mediante impuestos, etc.

El revisión siempre intenta «salvar» a la clase de obrera de su “desilusión” en el estado burgués. Incluso cuando el revisionismo pide la “abstención” siempre es porque “ninguna de las opciones es adecuada”. Aún cuando el revisionismo pide la “abstención”, inconscientemente quiere dejar claro que no quiere considerar al estado burgués como enemigo, que no quiere combatir las falsas ilusiones de reforma del estado burgués.

Otros revisionistas optarán, al igual que otras veces, mantenerse en silencio sobre la farsa parlamentaria. Para muchos siempre está la opción de lo “menos malo”. Pero lo menos malo nunca tendrá fin, porque siempre habrá algo peor y lo “menos malo” frente un nuevo elemento aún más malo.

Para el revisionismo, las elecciones son el eterno proceso de «acumulación de fuerzas». Una “acumulación de fuerzas” que nunca acaba y que solo sirve para “acumular” el sentido común de la ideología burguesa. Una “acumulación” de fuerzas que justifica todo pero que no sirve de nada si queremos una “guía para la acción”.

En la situación actual del proletariado gallego, donde no existe un Partido Comunista que cree vínculos que unen la vanguardia y las masas, cualquier otra posición política diferente del boicot, significa renunciar a combatir la ideología burguesa. Significa desviarse de la línea política justa. Porque renuncia a destapar y denunciar el carácter de clase del estado y contribuir a difundir la ideología burguesa.

Destapar el carácter de clase del Régimen Español como el poder político de la burguesía gallega en alianza con la burguesía española, es por lo tanto, el enemigo principal del pueblo gallego y fundamental en el trabajo de agitación comunista. Sin tomar conciencia del carácter de clase del Régimen Español es imposible tomar conciencia de la realidad social del mundo.

¡Boicot a la farsa electoral!

¡Destapar al régimen español como enemigo del pueblo!

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