Aumentan los golpes contra el imperialismo yanqui en Oriente Medio

Imagen de cabecera: mapa con los ataques contra bases yanquis desde el mes de octubre. Fuente: Inews

El domingo 28 de enero la base militar yanqui Tower 22 en Jordania sufría el ataque de un dron. El ataque se produjo durante la madrugada, tomando completamente por sorpresa a los militares yanquis. De momento el resultado es de de tres fallecidos y más de 40 heridos, muchos de ellos gravemente heridos. Este ha sido el ataque más efectivo contra las tropas yanquis desde 2021, cuando 13 soldados yanquis fallecieron en un ataque en Kabul. De acuerdo con diversas fuentes, la cifra de heridos y fallecidos podría aumentar ya que hay muchos heridos graves, y el número de heridos no ha parado de crecer desde que se tuvieron las primeras informaciones sobre el ataque. Según han informado oficiales yanquis a la prensa burguesa, desde el viernes 26 de enero hasta el lunes 29 de enero habían recibido seis ataques, siendo este ataque la culminación de este aumento de golpes realizados contra los militares yanquis.

Tower 22 es una base militar yanqui que se encuentra en el extremo noreste de Jordania, colindando con Irak y Siria, y que sirve como punto logístico fundamental para las operaciones del imperialismo yanqui en la zona, especialmente en Siria. En la base hay aproximadamente 350 efectivos militares, y en Jordania hay unos 4.000.

Foto satelital de la base militar yanqui en Jordania, Tower 22. Fuente: Planet Labs PBC / AP
Localización de la base militar yanqui. Fuente: The Guardian

El imperialismo yanqui sufre golpes en múltiples lugares de Oriente Medio. En total desde el 17 de octubre los yanquis han recibido más de 170 ataques por parte de diversas organizaciones de la resistencia, ataques que no tienen visos de parar sino más bien de seguir aumentando. El mar Rojo es otro punto donde el imperialismo yanqui sufre ataques y bajas. Recientemente tuvo que lamentar otras dos bajas cuando dos de sus Navy Seals desaparecieron en el mar y se dieron por muertos tras un asalto a una embarcación. El imperialismo yanqui también está sufriendo ataques por parte de Ansar Allah (conocidos como ‘hutíes’). Recientemente se ha informado por parte de los medios de al menos dos ataques contra buques militares yanquis: el primero fue el 27 de enero contra el destructor USS Carney, contra el que fue lanzado un misil. Los propios medios yanquis admitían la magnitud del desafío que está afrontado su imperialismo: “El ataque contra el destructor USS Carney marcó una mayor escalada en la mayor confrontación en el mar que ha visto la US Navy en Oriente Medio en décadas”. El lunes 29 de enero se conoció que la base naval móvil yanqui, el USS Lewsi B. Puller, ha recibido un ataque mientras navegaba por el golfo de Adén. El portavoz militar de Ansar Allah, el general de Brigada Yahya Saree declaraba: “[Los ataques continuarán] hasta que la agresión pare, y el asedio sobre el pueblo palestino en la Franja de Gaza sea levantado”.

Por su parte el Estado de Israel informa constantemente de cómo intercepta cohetes provenientes del Líbano, o de ataques aéreos que realiza sobre territorio libanés, y no informa de sus propias bajas u objetivos militares propios alcanzados. Sin embargo, Hezbollah ha publicado recientemente acciones en los que se ve claramente soldados israelíes que caen en emboscadas de los guerrilleros y vehículos blindados israelíes alcanzados:

En total Hezbollah ha realizado 10 acciones durante el lunes 29 de enero, el doble de lo que se estaba realizando de media a diario durante la semana pasada. Todo ello, a pesar de las constantes agresiones israelíes sobre suelo sirio y libanés, que no han logrado detener en absoluto el espíritu combativo de Hezbollah, sino que lo han acrecentado.

Medios del imperialismo yanqui admiten que la situación actual para el imperialismo yanqui es muy peligrosa y que las amenazas y ataques militares no están sirviendo para frenar la resistencia en Oriente Medio: Pero es indiscutible que EEUU ya está enzarzado en una guerra en el amplio Oriente Medio, menos de tres años después que Biden decretase el fin de una misión de combate en Irak que duró dos décadas y que dejó a EEUU exhausto y causó un trauma político profundo. (…) Los ataques con misiles y drones contra los cargueros comerciales en el Mar Rojo no han parado a pesar de los ataques aéreos de EEUU contra sus lugares de lanzamiento y contra la infraestructura en Yemen.”

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