Elecciones en Bangladés: Fraude y boicot
Imagen de cabecera: disturbios en Chittagong durante la jornada electoral de ayer. Fuente: redes sociales
El domingo 7 de enero se celebraban las elecciones generales en Bangladés. Se elegían 300 diputados de 350, y el principal partido de la “oposición”, el Partido Nacionalista de Bangladés (BNP) boicoteaba las elecciones tras meses de tiras y aflojas con la Liga Awami (AL) y la presidenta del gobierno, Sheikh Hasina. El resultado final ha sido el esperado según los medios burgueses: victoria aplastante de la AL con más de 200 diputados electos de los 300 (a espera de confirmación la noche del lunes) y reelección de Sheikh Hasina como presidenta durante los próximos cinco años. La realidad es que la gran victoriosa ha sido la abstención ya que la participación ha sido bajísima: la primera cifra oficial mostraban un 72% de abstención, mientras que las segundas – que son probablemente falsas – hablan de que “sólo” alrededor del 60% de bangladesíes convocados no han ido a votar, mientras que, mostrando el desprecio del pueblo ante la farsa perpetrada. Por otra parta las clases dominantes han desplegado 800.000 agentes de las fuerzas represivas del Estado para controlar todo lo que ocurriese durante la jornada electoral. No contentas con ello, también para la jornada electoral, han cerrado un diario crítico con el gobierno actual, el Daily Manab Zamin. A ello se le sumaban decenas de matones de la AL vigilando los centros de votación en Dhaka.
En estos meses han ocurrido numerosos disturbios, una gran represión estatal con miles de detenidos, intentos de bloqueo del país del BNP en los que perdía el control de las masas, y también hemos visto una creciente militarización de las calles. Ya informamos anteriormente de los hechos cercanos a esta jornada electoral. El día de hoy no ha sido diferente y de nuevo ha habido disturbios, con decenas de detenidos, dos asesinados por las fuerzas represivas bangladesíes y urnas electorales quemadas. Una parte de las clases dominantes bangladesíes, representada en la AL quería mostrar normalidad durante la jornada de hoy, pero no ha sido posible en absoluto.
Fuentes locales bangladesíes han denunciado montones de irregularidades que muestran la cara podrida del sistema político semicolonial y semifeudal: aunque la AL concurría apenas sola o con oposición muy minoritaria, también tenía el objetivo de lograr una participación lo más alta posible para legitimar su régimen. Por ello se han contratado a transportistas locales y ofrecido viajes gratuitos de ida y vuelta a votantes. También han ofrecido comidas gratis a los votantes que se acercasen, promocionando a la presidenta Hasina.
En definitiva la jornada electoral se ha desarrollado cómo ya señalaban todos los hechos recientes, es decir, con mucha represión y desplegando todo tipo de artimañas, incluso estando decididas de antemano las elecciones, demostrando su carácter real: que son una farsa dirigida por los imperialistas y las clases dominantes del país, y que las elecciones de las clases dominantes no tienen nada que ver con la democracia.
