Informes de la Revolución filipina

Imagen de cabecera: Manifestación en Manila el 21 de septiembre por el aniversario de la Ley Marcial. Fuente: EFE/EPA/FRANCIS R. MALASIG.

Se han realizado varias acciones en la Guerra Popular en Filipinas realizadas por el Nuevo Ejército Popular (NPA) desde la última vez que reportamos.

Este mes se reportó varias acciones que sucedieron en septiembre. El 10 de septiembre, el NPA-Bukidnon tuvo un enfrentamiento con las tropas del 89º Batallón de Infantería, también en Quezón. Un soldado reaccionario fue herido y otro murió. No hubieron bajas en las unidades del NPA. Esta no es la primera vez que se enfrentan las dos unidades, ya que en junio hubo otro encuentro en el que hubo por parte del ejército reaccionario un soldado muerto y tres heridos. Tres días después, el 13 de septiembre, hubo un enfrentamiento armado entre las tropas del 48º Batallón de Infantería que custodiaba un puesto de control en Quezón. Un soldado del ejército reaccionario fue abatido. Esta acción ha sido bien recibida por parte del pueblo, ya que estaban sufriendo abusos y presiones sobre el control de la exportación y los ingresos en sus zonas.

En Samar Oriental, hubo un enfrentamiento con el 4º batallón de Exploradores y Guardabosques (SRB) junto con el 42º Batallón de Infantería el 23 de agosto. En total en este enfrentamiento murieron dos soldados del 4ºSRB y tres resultaron heridos. Para ocultar la gran derrota, decidieron declarar la ciudad de Can-Avid como “libre de insurgencia”.

El 20 de septiembre se celebraba el ataque a una empresa contratista cantera en Mindoro. Esta empresa, dedicada a la extracción de rocas, grava y arena, provocaba con su actividad grandes inundaciones y deslizamientos de tierra. Ante la exigencia del pueblo de detener la minería masiva en la isla, el NPA – Mindoro ha destruido una excavadora. Esta acción punitiva ha sido muy aclamada por el pueblo, demostrando que se puede defender la tierra ante empresas que la expolian.

También el 27 de septiembre se conocía un enfrentamiento entre el NPA – Norte de Quezón y las tropas del 80º Batallón de Infantería. Entre las tropas reaccionarias hubieron un muerto y dos heridos, mientras que el ejército revolucionario no sufrió ninguno. Esta enfrentamiento se dio como resultado de la presencia de las tropas reaccionarias en la zona, que amedrentaban al pueblo con su presencia y les acosaba, llegando incluso a asesinar a dos civiles. La presencia militar no es casual. El pueblo resistía desde hace años a la construcción de una presa que expulsaría a la comunidad indígena de la zona.

El 21 de septiembre se cumplieron 51 años desde la declaración de la Ley Marcial, día que fue marcado por manifestaciones multitudinarias. En la ciudad de Manila, el grupo progresista Nueva Alianza Patriótica realizó junto a ella acciones en nueve provincias y ocho países de ultramar con el lema “Ley Marcial entonces, Ley del terrorismo ahora”. Ese mismo día también se realizaron concentraciones frente a la embajada de Estados Unidos y la Corte Suprema e hubieron protestas en las 12 universidades de Manila.

Fotografía en la concentración frente a la embajada de EE.UU. Fuente: Then24

Se han reportado más de 6.000 personas en las marchas en Manila pidiendo justicia para las miles de víctimas de las violaciones de los ‘derechos humanos’. También se aprovechó para pedir la derogación de la Ley Antiterrorista de 2020 (ATA). En Baguio, más de 800 jóvenes universitarios marcharon y en Tacloban se realizaron acciones dentro de la universidad.

Pancarta en la manifestación, en ella está escrito: “Marcos entonces, Marcos hoy: ¡continúa la tortura, la represión y la corrupción!”. Fuente: EFE/EPA/FRANCIS R. MALASIG

Las manifestaciones fueron internacionales, destacando la sucedida en Nueva York el 18 de septiembre, realizada cerca del congreso. En ella, se exigió el fin de la ayuda militar del gobierno estadounidense y de la financiación del gobierno filipino. También hubieron más acciones en Australia, Hong Kong, Nueva Zelanda, Corea del Sur, Tailandia, Japón y Canadá.

Además, se ha realizado un comunicado sobre la situación del pueblo abreniano. En la zona de la provincia de Abra, las grandes empresas mineras tienen un gran interés, ya que a través de megaproyectos mineros pueden expoliar los recursos naturales de la zona y aumentar así su inversión y beneficios. Siguiendo con sus políticas anti-pueblo y pro-imperialistas, el Estado de Filipinas está aumentando la militarización de la zona y realizando una mayor opresión en el pueblo Abreniano, cuya situación empeora día tras día.

El gobierno de Marcos ha aumentado los batallones de las Fuerzas Armadas de Filipinas (Armed Forces of the Philippines – AFD), estando actualmente los Batallones de Infantería 24º, 102º y 50º. Junto a ellos se encuentran batallones de la Policía Nacional de Filipinas ( Philippine National Police -PNP) para así asegurar la implementación de estas medidas. El periódico Ang Bayan escribe al respecto: “Sus granjas y pastos son bombardeados por las AFP. A la gente se le impide alejarse del centro de sus aldeas. La AFP disparó contra varios cazadores durante sus operaciones. El ejército y la PNP obligaron a muchos aldeanos a rendirse. Están obligados a presentarse en el cuartel general militar cada vez que son citados. Se les prometió ayuda y sustento como a los cerdos, pero sólo consiguieron unas pocas cabezas de polluelos. Ni siquiera les han pagado todavía los billetes de

transporte para estos viajes. Los fondos del E-CLIP (Programa Mejorado de Integración Comunitaria y Medios de Vida) son simplemente saqueados por los militares mientras se presiona incesantemente a personas inocentes. Hasta donde se ubican las aplicaciones mineras y los proyectos de represas, son numerosas las tropas desplegadas de la AFP para aterrorizar a los civiles”.

Todo ello para poder asegurar el expolio de las grandes compañías mineras. Mientras, los pequeños campesinos sin tierra o los que sólo poseen una pequeña parcelan ven cada vez más difícil su situación. Para poder sobrellevar su situación, recurren a la pesca y al cuidado de los animales. Además de trabajar de forma asalariada en la construcción o en trabajo agrícola, donde empiezan tras acabar la secundaria. Los niños del pueblo Abreniano trabajan en tareas domésticas desde la primaria para poder pagar las tasas en los centros urbanos, ya que no hay escuelas en sus zonas.

Mientras que el pueblo de Filipinas sufre las consecuencias de la crisis del imperialismo, en especial de la potencia hegemónica mundial, el imperialismo yanqui, Marcos Jr. continúa vendiendo al pueblo para poder satisfacer los intereses de las grandes empresas imperialistas. El Estado sigue vendiendo su pueblo como mercancía de mano de obra barata tanto dentro como fuera del país.

Ante esta situación el comunicado finaliza llamando a luchar contra este sistema: “El pueblo filipino no tiene otra opción que luchar por la justicia social. Ergo, su lucha revolucionaria debe continuar. La brillante lucha histórica del pueblo Abra debe continuar. Deben seguir propagando la educación revolucionaria, perseverar en la organización revolucionaria del pueblo y

luchar firme y persistentemente por sus derechos y hacer avanzar la lucha armada.

Reunir el poder y la unidad del pueblo filipino para acusar y reprender a los Marcos por sus crímenes contra el pueblo. Todas las concentraciones, todas las fuerzas y todas las armas deben apuntar a castigar al régimen de Estados Unidos y Marcos Jr.

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