La minería francesa de uranio en problemas tras el golpe de estado en Níger
Imagen de cabecera: mina francesa de uranio en Níger. Fuente: LiveEO
Después del reciente golpe de Estado en Níger, las principales potencias imperialistas de la UE, así como Estados Unidos, han expresado su preocupación por el golpe. Un aspecto de esto es la preocupación de que la explotación de las reservas de uranio del país sea limitada para ciertos imperialistas, especialmente Francia. Según datos de la UE, más de una cuarta parte del uranio importado a los países de la UE procede de Níger. Después del golpe se anunció que Níger detendría inmediatamente todas las exportaciones de uranio a Francia.
Francia ha tenido durante mucho tiempo interés en el país desde el momento en que era una colonia francesa. El acceso del imperialismo francés para explotar las materias primas del país fue una condición en la transición de Níger de una colonia a una semicolonia en 1960. En la década de 1970, Francia comenzó a extraer uranio del país. Orano, una compañía nuclear estatal francesa, actualmente posee tres grandes minas en Níger. Según imágenes satelitales, ha habido un crecimiento masivo de las minas durante las últimas dos décadas.
La compañía Somair opera una mina de uranio al norte de las ciudades de Arlit y Akoka. La mina es la más antigua del país y actualmente la única que produce uranio. Ha estado creciendo rápidamente en los últimos años y ahora ocupa un área de diez kilómetros de largo y cinco kilómetros de ancho con minas a cielo abierto de hasta 90 metros de profundidad y enormes montañas de deshechos. El 63,4 por ciento de Somair es propiedad de Orano, mientras que el resto es propiedad del Estado de Níger. La mina produce alrededor de 2000 toneladas de uranio por año. Desde el inicio de la operación, Orano ha extraído alrededor de 140.000 toneladas de uranio en la zona. En mayo, el gobierno ahora derrocado acordó extender la operación minera hasta 2040.
También ha habido lucha contra la operación minera. En 2010, varios empleados de Somair fueron secuestrados, algunos de ellos retenidos durante varios años. En 2013, un ataque con coche bomba contra la compañía mató a uno e hirió a 13 empleados de Somair.
80 kilómetros al sur Orano han comenzado la construcción de la mina Imouraren. La mina que Orano llama la “mina del siglo” se encuentra en lo que se considera el segundo depósito de uranio más grande del mundo. La construcción de la mina comenzó en 2010 con un rápido progreso, hasta 2015, cuando los precios del uranio cayeron después del desastre en Fukushima. La mina está planteada para aplicar minería química, que es más costosa, pero requiere menos trabajadores y menos medidas de seguridad. Si se inician las operaciones mineras, se estima que la mina producirá 5.000 toneladas de uranio por año durante más de 40 años.
Orano ha parado la construcción de la mina de Imouraren en la región de Agadez en Níger. Fuente: LiveEO
Otra gran mina de uranio francesa en Níger es la mina de Cominak, que se cerró en 2021. Después del cierre de la mina, Orano dejó 20 millones de toneladas de deshechos cubriendo 120 hectáreas de tierra. Las personas que viven cerca de la antigua mina han expresado su preocupación por los desechos radiactivos que amenazan su salud. Orano niega esto y afirma que la contaminación radiactiva de los deshechos es extremadamente baja. Entre los que son críticos para esta afirmación se encuentra la Comisión Francesa para la Investigación Independiente y la Información sobre la Radiactividad. Ya en 2009 sus mediciones mostraron que los niveles de contaminación radiactiva estaban muy por encima de los límites internacionales. Ahora advierten que los deshechos están amenazando el suministro de agua de alrededor de 177.000 personas.
También China ha estado explotando los suministros de uranio de Níger. La empresa estatal Corporación Nuclear Nacional de China (China National Nuclear Corporation – CNNC) posee el 62 por ciento de la mina de uranio de Somina. La mina estuvo activa desde 2010 hasta 2015, cuando ya no era rentable. Antes de su cierre, la mina estaba programada para alcanzar una producción de 4.000 toneladas de uranio al año para 2020. En las últimas semanas, la CNNC ha estado realizando estudios sobre la rentabilidad de la mina, buscando comenzar la operación minera nuevamente.