Michoacán: los pueblos indígenas rechazan a Sheinbaum y la farsa electoral.

Imagen de cabecera: asamblea del Consejo Supremo Indígena de Michoacán (CSIM)

A continuación reproducimos el artículo encontrado en el Periódico Mural de México.

Hace unos días los compañeros del Consejo Supremo Indígena de Michoacán (CSIM) que agrupa a diversas comunidades y pueblos indígenas en el estado se deslindó públicamente de Claudia Sheinbaum, una de las “corcholatas” [Nota del editor: término usado para los candidatos presidenciales del partido Morena para las elecciones presidenciales de 2024] de AMLO que suspiran por la presidencia de la república. La también tecnócrata y alfil del sionismo en México había pagado notas en los monopolios de prensa para hacer creer a la opinión pública que tenía el respaldo de los pueblos indígenas de Michoacán, lo cual ha quedado plenamente desmentido por CSIM.

Mediante un breve, pero contundente comunicado, la organización indígena ha dejado clara su independencia política respecto a los gobiernos y partidos del viejo Estado, reivindicando una vez más el derecho de autodeterminación, autonomía y autogobierno de las comunidades indígenas que agrupa.

Este no es solamente un duro golpe para Sheinbaum, Morena y el sionismo, sino para todos los suspirantes, candidatos y partidos de la burguesía que en general encuentran en la farsa electoral el medio de seguir corporativizando y sometiendo a los trabajadores y los pueblos de México. El viejo Estado de terratenientes y grandes burgueses no alcanza a ver que las masas populares no creen en su falsa democracia. En las elecciones a gobernadores de los dos últimos años la votación en cada entidad ha sido menor al 50%; la abstención ha sido mayoría y la anulación del voto significativa.

Esto no es algo nuevo, por supuesto, pero la decisión de los compañeros de CSIM es una tendencia similar a las decisiones tomadas por otras comunidades y pueblos indígenas en Guerrero, Oaxaca y Chiapas, donde los pueblos no solamente no van a votar, sino que tampoco permitirán que se instalen casillas en su territorio durante las próximas elecciones federales del 2024.

El derecho de autodeterminación de los pueblos está siendo defendido a contracorriente, pues mientras el gobierno federal y el imperialismo imponen megaproyectos de despojo y muerte, las masas desafían a los tiranos defendiendo sus formas de organización y vida comunitaria. Apenas a inicios de julio en Oaxaca los pueblos rechazaron una vez más la Guelaguetza [Nota del editor: evento cultural anual indígena en México, que tiene lugar en la ciudad de Oaxaca] oficial que organiza el gobierno estatal por considerarla un acto que mercantiliza la cultura de los pueblos originarios, un espectáculo que racializa y folclóriza su forma de vida y donde, además, el gobierno de Salomón Jara pretendió desvirtuar el papel de los Topiles [Nota del editor: un sirviente público tradicional, normalmente un joven voluntario para un cura o un dirigente] como figura que simboliza el orden, la disciplina y la autodefensa de las comunidades. Ante ello se desplegó una intensa campaña que reivindicaba el derecho de autodeterminación, el autogobierno y la autodefensa de los pueblos.

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