Argentina: protestas masivas por la lucha por la tierra en Jujuy
Jóvenes de Jujuy lanzando piedras a la policía durante las protestas. Fuente: La Nación
En San Salvador de Jujuy, Argentina, llevan semanas protestando contra la reforma de la Constitución provincial que dejará sin tierras a indígenas para hacer megaproyectos para la extracción del litio para empresas extranjeras. Además, el pueblo está sufriendo una gran represión por parte de las fuerzas de seguridad provinciales. Se han denunciado muchos casos de abuso de fuerza por parte de la policía, incluyendo violaciones de los llamados Derechos Humanos.
Argentina es uno de lo países con más reservas de litio, aproximadamente el 20,5% de las reservas mundiales. Actualmente, el litio es uno de los elementos más utilizados en la industria por las baterías, entre otros productos. Es por eso que las empresas monopolistas de los países imperialistas, en este caso Toyota o Allkem, tienen mucho interés en estas tierras y se prevé que intenten seguir aumentando estos proyectos en Argentina. El presidente del país quiere multiplicar por 10 la producción de litio en el país latinoamericano. Es por este interés económico por el que se está planteando sobre la mesa un cambio en la Constitución provincial para poder otorgar estas tierras a empresas extranjeras, expoliándolas del pueblo argentino indígena. Por tanto, la lucha por la tierra en Argentina continuará siendo uno de los puntos calientes de las luchas del país.
La parte de la reforma Constitucional que más indignación ha causado al pueblo ha sido la del artículo 36. En ésta, donde se habla del “derecho de la propiedad privada” se incorporan “mecanismos y vías rápidas” para desalojar terrenos ya que se considera “una grave violación la ocupación no consentida”. El problema es que un gran número de las comunidades que viven en la zona minera y donde se encuentran los yacimientos de litio, unas 300 comunidades, no tienen ningún título sobre sus tierras y por tanto ningún derecho con este cambio constitucional. Ante esto el pueblo indígena lleva semanas en las calles protestando contra esta reforma que negaba la propiedad sobre sus tierras ancestrales.
Junto al pueblo indígena, se ha unido a las protestas un gran número de profesores, que piden un aumento salarial. Argentina es ahora mismo uno de los países con una de las tasas de inflación más altas, tal y como informamos en otro artículo. Y al ver que las protestas se iniciaban por parte del pueblo indígena, los profesores no dudaron en unirse y llevar las protestas conjuntamente. Los profesores se han reunido con el jefe del gobierno, quien ya les ha hecho una propuesta de mejora salarial, pero ha sido rechazada ya que no cumple con el mínimo que exigen los trabajadores y por tanto están continuando la lucha. Una huelguista dijo: “Se votó por unanimidad en contra del ofrecimiento por insuficiente, porque nuestras bases entendieron que para llegar a esa cifra no se modificaban ítems de fondo. Sigue el paro por tiempo indeterminado, estamos abiertos al diálogo y aclaramos que persiste el reclamo en contra de la reforma de la Constitución”
La reforma que sí que se ha efectuado, y que también ha sido uno de los motivos de las protestas, ha sido la referente a los derechos de protesta. Con la nueva reforma, aprobada con casi plena unanimidad, se prohíbe ocupar edificios para poder hacer presión social durante las protestas. Por lo tanto, se está reduciendo el derecho a huelga y a la protesta, ya que la ocupación temporal de un inmueble, como puede ser una empresa o una entidad pública, es un arma que tienen los manifestantes en la lucha.
Durante las protestas se ha denunciado represión severa por parte de la policía y de las fuerzas de seguridad. Amenazas con armas, controles y detenciones aleatorios incluso lejos de las zonas de las manifestaciones, decenas de detenciones, golpes y malos tratos en las detenciones, utilización de vehículos no identificados, allanamiento de viviendas y particulares sin orden judicial, infiltraciones policiales entre los manifestantes e incluso bolas de goma en la cara, lo que ha provocado que una joven de 17 años perdiera un ojo mientras la policía intentaba despejar una manifestación en un cruce.