La farsa electoral del 23J en el contexto de la lucha de clases internacional y nacional: ¡Elecciones, no! ¡Boicot, sí!¡La Guerra Popular es el único camino!

Fotografía de las protestas del 15M. Protestantes rodeando el Parlamento Catalán. Fuente: El País

Estamos felices de compartir este texto que hemos recibido de los camaradas de España

¡Proletarios de todos los países, uníos!

La farsa electoral del 23J en el contexto de la lucha de clases internacional y nacional: ¡Elecciones, no! ¡Boicot, sí! ¡La Guerra Popular es el único camino!

El Partido Comunista Maoísta (PCm), se dirige al proletariado, a las masas y a todo el pueblo, a las naciones y pueblos oprimidos dentro del Estado español, para hacer público su posicionamiento político sobre las Elecciones Generales del próximo 23 de julio, donde se elegirán nuevas Cortes Generales -Senado y Congreso de los Diputados- tras la disolución de las últimas vigentes. Las elecciones dentro de un Estado burgués, la democracia burguesa, no tienen más objetivo que legitimar al gobierno de turno.

Karl Marx afirmó: “¡Cada pocos años los oprimidos están autorizados a decidir qué miembros de la clase opresora los representarán y aplastarán en el parlamento!”.

Engels siguió, apuntando a la diferencia entre el Estado y el gobierno que lo gestiona: “El ejecutivo del Estado moderno no es más que un comité para administrar los asuntos comunes de toda la burguesía (…)el Estado no es más que un instrumento de opresión de una clase hacia otra, no lo es menos en una república democrática o en una monarquía”.

La experiencia del Movimiento Comunista Internacional fue sintetizada por el Partido Comunista de China en 1971: “La revolución violenta es un principio universal de la revolución proletaria (…) La experiencia histórica ha demostrado que si el proletariado y un pueblo oprimido pudieron tomar el poder estatal y llevar su revolución a la victoria, invariablemente lo hicieron con armas, bajo la dirección de un partido proletario, de acuerdo con las condiciones concretas de su propio país, y debido a la movilización en gran escala de las masas para la lucha, construyó gradualmente fuerzas armadas populares, libró una guerra popular y luchó repetidamente contra el imperialismo y los reaccionarios. Este fue el caso de la revolución en Rusia, la revolución en China, las revoluciones en Albania, Vietnam, Corea y otros países sin excepción (…) En los últimos casi cien años, muchos partidos comunistas han participado en las elecciones y en el parlamento, pero ningún partido ha sido capaz de establecer la dictadura del proletariado de esta manera. Incluso si un partido comunista ha obtenido la mayoría en el parlamento y está representado en el gobierno, esto no significa que el carácter burgués del poder estatal haya cambiado, y mucho menos que la vieja maquinaria estatal se haya roto. Las clases dominantes reaccionarias pueden anular las elecciones, disolver el parlamento o simplemente expulsar al partido comunista por la fuerza. Si un partido proletario no trabaja entre las masas, no libra una lucha armada, pero adora las elecciones parlamentarias, sólo puede adormecer a las masas y corromperse a sí mismo. El proletariado debe tomar el poder estatal con armas y defenderlo con armas (¡Larga vida a la dictadura del proletariado!, número 12 de Pekín Informa)

Queda claro, pues, que 1) le llamamos farsa electoral porque no se elige nada. El Estado burgués, el dominio de los capitalistas, no se pone en cuestión; 2) participar en la farsa electoral, directa o indirectamente, es legitimar al Estado burgués; 3) participar en la farsa electoral, directa o indirectamente, no ha triunfado para los comunistas en ningún país a lo largo de la historia, y todas las revoluciones se han llevado a cabo mediante la guerra revolucionaria.

Como toda farsa electoral, esta se da en un contexto concreto de la lucha de clases. Toda lucha de clases nacional se enmarca y desarrolla, siempre, dentro del contexto de la lucha de clases internacional. Debemos tener esto presente al tratar la cuestión de la farsa electoral del 23J.

En cuanto al CONTEXTO INTERNACIONAL, las elecciones del 23J se dan en el contexto de la ofensiva estratégica del proceso de la revolución proletaria mundial, donde el imperialismo está en crisis y su descomposición avanza a pasos agigantados, confirmando que la revolución ha devenido en tendencia histórica y política principal del mundo actual.

El imperialismo, principalmente el imperialismo yanqui (como superpotencia hegemónica única que es) en constante colusión y pugna con las demás potencias imperialistas, multiplica sus presupuestos militares, propaga el militarismo, continúa sus guerras de rapiña y agresión imperialista, etc. Pero como dijo el Presidente Mao, el imperialismo es un tigre de papel con pies de barro (fuerte tácticamente pero débil estratégicamente) que no puede enfrentarse a la ira, la rebelión y la explosividad de las masas. Además, el capitalismo burocrático se encuentra en profunda crisis, especialmente en América Latina, donde se suceden múltiples gobiernos en pocos años (por ejemplo el caso peruano) y florece la lucha armada de norte a sur, destacando Brasil, en donde las luchas campesinas están teniendo una desarrollo extraordinario.

Todo esto, sumado a las luminosas guerras populares en Perú, India, Turquía y Filipinas, guerras de resistencia nacional en las naciones oprimidas por el imperialismo, y a la fundación de la Liga Comunista Internacional (LCI) tras la celebración de la Conferencia Internacional Maoísta Unificada (CIMU) con el objetivo de “imponer el maoísmo como único mando y guía de la Revolución Proletaria Mundial, sirviendo a la constitución o reconstitución de partidos comunistas marxistas-leninistas-maoístas (la tarea estratégica atrasada) y al inicio, desarrollo y coordinación de las guerras populares en el mundo por la reconstitución de la Internacional Comunista” (Declaración Política y de Principios de la Liga Comunista Internacional)

Estos hechos marcan que estamos, por tanto, inmersos en una Nueva Gran Ola de la Revolución Proletaria Mundial, enmarcada dentro del periodo de “50 a 100 años” señalado por el Presidente Mao y resaltado por el Presidente Gonzalo. El maoísmo pasa a comandar la Nueva Gran Ola de la Revolución Proletaria Mundial. Así lo clarificó el Presidente Gonzalo en su histórico discurso del 24 de septiembre de 1992:

Finalmente, ahora escuchemos esto, como vemos en el mundo, el maoísmo marcha inconteniblemente a comandar la nueva ola de la revolución proletaria mundial. ¡Entiéndase bien y compréndase! Los que tienen oídos, úsenlos, los que tienen entendimiento -y todos los tenemos- manéjenlos. ¡Basta de necedades, basta de oscuridades! ¡Entendamos eso! ¿Qué se desenvuelve en el mundo? ¿Qué necesitamos? Necesitamos que el maoísmo sea encarnado y lo está haciendo, y que pase generando Partidos Comunistas, a manejar, a dirigir, esa nueva gran ola de la revolución mundial que se nos viene

En cuanto al CONTEXTO NACIONAL, las elecciones del 23J se dan en el contexto de desarrollo del imperialismo español (beneficios extraordinarios de los monopolios, incremento del presupuesto militar, avances en los planes de militarización del Estado) y de profundización en la crisis de la socialdemocracia.

El imperialismo español, tanto con la exportación de capital financiero como con el envío de militares en “misiones humanitarias” de la ONU o la UE, saquea y explota a las naciones oprimidas de América Latina y África. El imperialismo español está en constante colusión y pugna con sus rivales imperialistas para mejorar sus posiciones, y aunque no pueda competir contra el imperialismo yanqui, que es la superpotencia hegemónica única, haaprovechado que el imperialismo yanqui tiene sus ojos puestos en la guerra de agresión del imperialismo ruso en Ucrania y sacar tajada con su gobierno títere, para cerrar algunos acuerdos y así mejorar sus posiciones.

Vemos cómo el BBVA ha mejorado sus posiciones en México gracias a invertir importantes sumas con la complacencia del capital yanqui. También vemos cómo el imperialismo yanqui ha reconocido de facto que no se inmiscuirá políticamente -al menos, de momento- en lo que suceda en Marruecos, y que mientras que no se toquen sus inversiones, dejará maniobrar al imperialismo español. El Estado español ha vendido al pueblo saharahui a la monarquía reaccionaria alauita. Lo utiliza como moneda de cambio del imperialismo español a su fiel perro, Mohamed VI, para que el Estado marroquí acepte la política migratoria española en las fronteras de Ceuta, Melilla y el estrecho de Gibraltar. Otros proyectos imperialistas, como “el tren de la Meca” tienen también la complicidad del imperialismo yanqui. Como contraparte, España ha aceptado todas las decisiones del imperialismo yanqui en la OTAN, en lo relativo a la guerra de agresión del imperialismo ruso en Ucrania, y en lo relativo a transformar las Islas Canarias en una base militar de la OTAN y abrir la posibilidad de más bases en el territorio español.

Todo este desarrollo del imperialismo español ha sido posible gracias al saqueo y opresión de, tanto las masas de las naciones oprimidas, como al proletariado que reside en el propio Estado español. El gobierno llamado falsamente de “coalición progresista” de PSOE y Unidas Podemos ha sido el perfecto gestor de los intereses de la oligarquía financiera.

Pedro Sánchez (PSOE) y Yolanda Díaz (Unidas Podemos), y también los oportunistas Enrique Santiago y Alberto Garzón (del falso PCE arrebatado por el revisionismo), han protegido a los monopolios y han blindado sus beneficios (especialmente los del monopolio bancario y de la construcción, al energético-eléctrico y al de la alimentación); han aumentado el presupuesto militar y aceptado todos los planes de la OTAN; han blindado la Ley Mordaza, han continuado la política de venganza contra todos los presos políticos y han dado inmunidad a las empresas de desokupación y otros pseudo-paramilitares fascistas al servicio del capital financiero; no han cambiado la Ley de Extranjería y continúan aplicando la política carcelaria de campos de concentración en los CIE (Centros de Internamiento de Extranjeros); han traicionado al pueblo saharaui vendiéndolos a la monarquía alauita marroquí y han aplicado políticas de genocidio contra las masas africanas, plasmándose de forma visual -pero no única- en la masacre de Melilla; han realizado una reforma laboral apuntalando la anterior del PP y maquillado los datos del desempleo para que las cifras simulen una mejoría que, realmente, es falsa; han desarticulado al movimiento sindical comprando a la aristocracia obrera y los dirigentes de los sindicatos mayoritarios, y un largo etcétera.

Se han visto obligados a practicar una política de caridad para reproducir la fuerza de trabajo de millones ante el masivo incremento de la pobreza, debido al mantenimiento de altas tasas de desempleo y al incremento del coste de vida, principalmente por el precio de los alimentos. El Ingreso Mínimo Vital (IMV), los rescates hipotecarios, los bonos sociales para la electricidad o el alquiler, y en general todas las políticas que se engloban dentro de lo que llamamos “renta universal” son expresiones de esta política de caridad. Que repetimos: no son victorias de las luchas de la clase obrera, como propaga la socialdemocracia dentro del movimiento sindical, son migajas obligadas de la oligarquía financiera para evitar que su propia fuerza de trabajo se muera de hambre.

La gestión del Estado imperialista ha llevado a un evidente desgaste de la socialdemocracia, que lleva cayendo en picado desde 2021 y se ha hundido en el fango su reputación ante las masas. No se puede ir a Dios rogando y con el mazo dando.

Los resultados electorales de las municipales del 28 de mayo evidencian que la mayoría de las masas hondas y profundas de nuestro país no confía ni en la socialdemocracia, ni en la democracia burguesa. Más de 12 millones y medio de personas (36% de los electores) rechazaron ir a votar el 28M, creyendo que meter el voto en una urna no solucionaría absolutamente ninguno de sus problemas. Además, si analizamos las 5 áreas metropolitanas más grandes (Madrid, Barcelona, València, Sevilla, Málaga) vemos como el porcentaje del 36% sube hasta el 40-45% en la mayoría de los barrios proletarios.

Llegar a las masas hondas y profundas es fundamental en el proceso de reconstitución del Partido Comunista de España. Recordemos su importancia:

Desarrollar la revolución proletaria mundial requiere más guerras populares. Para desarrollar más guerras populares, es necesario constituir o reconstituir, según sea el caso, partidos comunistas en cada país, aplicando las enseñanzas de Lenin de “ir cada vez más a las masas más profundas”, “educarlas en la práctica de la violencia revolucionaria”, y “barrer el colosal montón de basura en la lucha implacable contra el oportunismo y el revisionismo” (Declaración Política y de Principios de la Liga Comunista Internacional)

Por tanto, teniendo cuenta el contexto internacional y nacional, se nos plantean TRES CUESTIONES:

1) El Estado español es un Estado imperialista, una dictadura de la oligarquía financiera contra el proletariado. Frente a esto, corresponde reconstituir el Partido Comunista de España (PCE) para disponer de la herramienta para dirigir la toma del poder político por el proletariado, construir un Estado proletario, una dictadura del proletariado contra la burguesía.

2) El Estado español, como todo Estado, se sustenta, defiende y desarrolla utilizando la violencia contra el pueblo, y además avanza en su plan de militarización. Frente a esto, corresponde educar a las masas en la práctica de la legítima y justa violencia revolucionaria contra el Estado burgués (en contraposición de la violencia que este ejerce contra el pueblo); contra la democracia burguesa y sus instituciones, corresponde deslegitimar al Estado burgués y a todas sus instituciones.

3) El Estado español, como todo Estado, utiliza la farsa electoral para legitimarse. Una alta participación electoral es sinónimo de un “Estado fuerte”; un líder burgués legitimado es sinónimo de un líder con muchos votos. Votar solo sirve para legitimar al próximo líder burgués; la historia y la práctica evidencia eso mismo. Las elecciones se pueden utilizar como propaganda, pero precisamente en forma de boicot, para deslegitimarlas.

Según Lenin, el boicot activo: “como ya se dijo, es agitación, publicidad, organización de las fuerzas revolucionarias en mayor escala, con energía redoblada, bajo triple presión. Pero tal trabajo es impensable sin una solución clara, precisa, y directa. Esta consigna solo puede considerarse insurrección armada” (El boicot a la Duma de Bulygym y el levantamiento).

Los revisionistas se escudan en la tergiversación de El izquierdismo, la enfermedad infantil del comunismo para participar en la farsa electoral. Hablamos del PCTE, el PCPE, el PCE(m-l) y el falso PCE de Enrique Santiago. Todos ellos defienden que hay que presentarse porque lo contrario es izquierdismo, tal y como supuestamente dijo Lenin. Se olvidan que Lenin, en la misma obra, también decía que “la táctica debe construirse sobre una evaluación sobria y estrictamente objetiva (…) teniendo en cuenta la experiencia de los movimientos revolucionarios (…) lo único que importa es que se sepa usar estas tácticas de tal manera que contribuyen a elevar y no a bajar el nivel general de conciencia de clase del proletariado, el espíritu revolucionario y la capacidad de luchar y vencer

Entoces, ¿cuál es la evaluación sobria y estrictamente objetiva? Que las masas hondas y profundas rechazan la participación electoral. ¿Cuál es la experiencia de los movimientos revolucionarios? Que nada, absolutamente nada, ha triunfado por métodos parlamentarios y pacíficos, y que la participación de los bolcheviques en las elecciones era algo nuevo y nunca realizado antes por ellos. Y que, además, siempre lo entendieron como algo táctico.

¿Contribuye a elevar o bajar la conciencia y el espíritu revolucionario y de lucha? No apostar por el boicot ante una masa enorme de 12 millones y medio de personas que no votan por desconfiar en la democracia burguesa ¡Es bajar el nivel y la conciencia de lucha!

La postura del PCm es el boicot activo. Educar a las masas uniéndolas bajo la consigna ¡Elecciones, no! ¡Boicot, sí! ¡La Guerra Popular es el único camino!Obviamente, el camino será largo y difícil, como difícil es la tarea de reconstituir el Partido, pero si desconfiamos de las masas y no combatimos al revisionismo, nada habremos hecho.

En SÍNTESIS, nos encontramos en una situación internacional de ofensiva estratégica de la revolución mundial donde el imperialismo está en profunda descomposición; el imperialismo español gana posiciones gracias a la explotación del proletariado y las naciones oprimidas; la socialdemocracia profundiza su crisis por el desgaste de haber gestionado el Estado imperialista y mentir descaradamente a las masas; el 36% de las masas llamadas a votar el 28M no lo hicieron, porcentaje aún mayor en los barrios proletarios, demostrando que las masas hondas y profundas no tienen ninguna esperanza de mejorar sus vidas bajo la democracia burguesa. En esta situación, nuestra posición es el boicot activo porque es lo que corresponde según el momento histórico actual. ¡La clase exige dirección!

¡Elecciones, no! ¡Boicot, sí!

¡La Guerra Popular es el único camino!

¡Viva la Liga Comunista Internacional (LCI)!

¡Unirse bajo el maoísmo!

Partido Comunista Maoísta (PCm)

Estado español

Julio 2023

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