Oaxaca sin agua ¿sequía o saqueo?

A continuación reproducimos un artículo encontrado en la web mexicana Periódico Mural.

Durante los últimos meses se vieron afectadas más de 4 mil 326 hectáreas de tierras por terribles incendios forestales provocados por el latifundio o surgidos como fenómeno de la temporada de estiaje. Además de esto, en diversas regiones de Oaxaca como los Valles Centrales, Mixteca y Costa, principalmente, se ha observado una crisis hídrica que amenaza a poblaciones enteras, y ahora también a hospitales y escuelas públicas.

El claro ejemplo es la situación del Hospital General “Dr. Aurelio Valdivieso”, en plena capital oaxaqueña, que el pasado 22 de febrero tuvo que suspender labores al quedarse sin agua. Evidentemente un nosocomio no puede funcionar sin brindar condiciones mínimas de salubridad para pacientes y personal médico, y para ello se hace indispensable el servicio de agua potable. Al respecto la Defensoría de Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca inició un cuaderno de antecedentes y dictó medidas cautelares donde pide “acciones integrales al Estado que eviten producir daños de difícil o imposible reparación en detrimento al derecho a la salud de la ciudadanía”.

Ahora, en la misma capital de la entidad, se habla de al menos 6 escuelas públicas que han debido suspender labores y retornar a las clases en línea ante el total desabasto de agua en sus instalaciones. Las más recientes han sido la Escuela Primaria Urbana Matutina “Carlos A. Carrillo”, ubicada en la Colonia Reforma, y la Escuela Primaria Matutina “Enrique Pestalozzi”, ubicada en el Centro de la Ciudad. Dejar a la niñez sin acceso al agua potable dentro de sus escuelas atenta también contra su derecho a la educación y la salud, entre otros contemplados dentro del interés superior de la niñez.

Hasta hace unas semanas el desabasto del agua potable estaba concentrado en las colonias populares generalmente ubicadas en la periferia y los cerros de la ciudad, nada nuevo. Desde hace décadas existen decenas de colonias y barrios denominados “asentamientos irregulares” donde el pueblo pobre no tiene acceso al agua potable ni otros servicios públicos; en la misma situación se encuentran cientos de escuelitas en esos mismos barrios. Los distintos gobiernos en turno han ignorado sistemáticamente esta situación, dejando la solución en manos de los pobladores que toda la vida han debido contratar pipas particulares que aprovechan la época de estiaje para especular con los precios del agua.

Pero ahora que la crisis hídrica ha llegado a la zona céntrica de la Ciudad y a las colonias “bien” como Reforma, San Felipe, etc. la situación se ha vuelto un escándalo; más aún cuando instituciones públicas visibles como el Hospital General y las escuelas antes mencionadas han debido suspender labores ante el desabasto del agua.

Paralelamente en Oaxaca, empresas refresqueras y cerveceras siguen laborando con normalidad, al igual que los grandes hoteles, restaurantes, centros de vicio e incluso balnearios que se preparan para la semana santa y el turismo bonito. A ninguno de estos les falta el agua para nada.

¿Estamos ante un fenómeno de sequía o saqueo? Usted responda.

Si durante la pandemia se decretó emergencia sanitaria y suspensión de labores de esas industrias y negocios, debería hacerse lo mismo en medio de esta crisis hídrica que es también crisis sanitaria, además de regular el precio del agua que venden los piperos organizados en mafias sindicales.

Garantizar el acceso universal al agua potable como derecho fundamental es una necesidad vital y no así las elecciones en puerta. El dinero que se gasta en campañas y candidatos debería invertirse en sistemas comunitarios de acopio y abasto de agua para el pueblo.

Previous post EEUU va a construir una red de satélites espías que “lo cubra todo”
Next post Ecuador: PALO QUEMADO-LAS PAMPAS RESISTE CONTRA EL IMPERIALISMO MINERO