Estallan enormes disturbios en Papúa Nueva Guinea
Imagen de cabecera: incendios en Port Moresby durante el inicio de las protestas. Fuente: Femli Studio/Via Reuters
El miércoles 10 de enero estallaban grandes disturbios en las calles de las principales ciudades de Papúa Nueva Guinea, la capital Port Moresby, y en Lae. Durante estos hechos se han presenciado numerosos incendios por toda la ciudad, de tiendas, almacenes, etc., incluyendo los de grandes marcas farmacéuticas del país. La protesta inició debido a un inesperado recorte salarial realizado contra los funcionarios del país, incluyendo los policías, de alrededor de 100 dólares de su última paga, lo que equivaldría a la mitad de su salario mensual. Supuestamente el recorte se debería a nuevas cargas fiscales. Los trabajadores del sector público entonces pararon de trabajar y tomaron las calles, incluyendo los policías. Ello conllevó a una protesta generalizada del pueblo, que a su vez por la falta de fuerzas represivas en las calles, las tomó por completo.
El Primer Ministro del país, James Marape, ha descrito lo ocurrido con el recorte salarial como una “anomalía” que se resolverá en el próximo mes y otros altos funcionarios del Estado han negado ese nuevo recorte salarial debido a motivos fiscales y han dicho que investigarán los hechos. Además Marape se ha apresurado a criminalizar a aquellos que han protestado, afirmando que no es la primea vez que se amotinan y ha llamado al orden a los agentes, y organizando una nueva llegada de refuerzos desde otras partes del país para que llegase a Port Moresby. La credibilidad de la versión del gobierno está en entredicho ya que en 2018 ocurrieron hechos similares, con recortes salariales contra los funcionarios que ocasionaron grandes protestas.
De momento hay 22 muertos, 15 en Port Moresby, 7 en Lae. Además, se ha declarado el Estado de emergencia por 14 días, que otorga plenos poderes a los militares y la policía y los blinda de sufrir consecuencias jurídicas, y se ha anunciado el despliegue de otros 1.000 agentes de policía que se dirigirán en breves a la capital del país. En un primer momento se habían desplegado 180 agentes extra, pero se vio totalmente insuficiente. El jefe de policía del país ha sido destituido y seis miembros del parlamento que formaban parte del gobierno han dimitido, agravando la crisis política del país.
El Primer Ministro del país se ha apresurado a pedir ayuda a sus amos imperialistas, solicitando un helicóptero y materiales para la policía. Esto continúa la dinámica de subyugación del país al imperialismo, que se ha visto con los anteriores pactos militares que se ha firmado para el estacionamiento de tropas del imperialismo yanqui y del imperialismo australiano. La situación de subyugación del país al imperialismo le ha llevado a la pobreza más absoluta, resultando en un caldo de cultivo para la ira de las masas y los choques en las calles. Alrededor del 40 por ciento de los 9 millones de habitantes del país viven por debajo del umbral de la pobreza a pesar de los ricos recursos minerales del país, y en concreto las condiciones de vida del pueblo en Port Moresby es de las más miserables en todo el mundo. Por supuesto toda esta riqueza se ve expoliada por los monopolios imperialistas destinando el país a la miseria y a las masas a la pobreza, que ahora se han rebelado una vez más contra las clases dominantes y sus amos imperialistas, contra el capitalismo burocrático, y contra la subyugación semicolonial y semifeudal.