India: se disparan los ataques en Manipur. Nuevos toques de queda

Imagen de cabecera: agente herido del viejo Estado indio en el enfrentamiento de Moreh. Fuente: New Indian Express

La inestabilidad se ha disparado en los últimos días del año 2023 y los primeros días del año 2024 en Manipur. Han ocurrido nuevos ataques armados, en una escalada que los propios medios indios afirman que es la mayor que se produce en Manipur desde inicios de diciembre. Hemos informado recientemente sobre la evolución de la lucha en Manipur.

El viejo Estado indio y el gobierno federal de Manipur de nuevo afirmaban triunfalmente el 25 de diciembre que la normalidad estaba volviendo a esta zona, que se daban pasos hacia ello. Además, afirmaba que “el disentimiento venía de una limitada sección de la sociedad”. También destacaba que estaban promoviendo “el diálogo” y que no usarían la “fuerza excesiva” contra el pueblo en Manipur. Poco después sus declaraciones se veían en entredicho, ya que el sábado 30 de diciembre se produjo la detención de Wangkhemcha Shyamjai, editor del diario local Kangleipakki Meira y anterior presidente del Sindicato de todos los Trabajadores Periodistas de Manipur. El mismo día un guardia Meitei era tiroteado y fallecía en Imphal. Ese mismo sábado, otro soldado del viejo Estado indio era herido en una emboscada con dispositivos explosivos improvisados y otros explosivos.

La escalada continuó durante el 1 y el 2 de enero del nuevo año, ya que en la noche del primer día del año, hubo un ataque en el distrito de Thoubal, en el valle de Imphal, donde hubo cuatro fallecidos y otros diez heridos. Uno de los heridos ha fallecido esta tarde, ascendiendo a cinco el número de fallecidos. Tras ello, las autoridades impusieron de nuevo el toque de queda en cinco distritos en el valle de Imphal: Thoubal, Imphal East, Imphal West, Kakching y Bishnupur.

El punto culminante de esta escalada ocurrió durante la mañana del martes 2 de enero, cuando en Moreh, insurgentes armados atacaron fuerzas de seguridad del viejo Estado indio hiriendo a siete de sus miembros, cuatro comandos de la policía y tres agendes de la Fuerza de Seguridad Fronteriza (BSF). Este fue un vigoroso ataque del pueblo ante un intento arbitrario de represión, ya que la policía estaba deteniendo sin motivo aparente a dos personas, mujeres del pueblo se opusieron al arresto, y posteriormente, comenzó el ataque armado usando armas de fuego y lanzagranadas RPG. El Primer Ministro N Biren Singh afirmó que el ataque había sido producido “por mercenarios de Myanmar”, intentando así encubrir el verdadero carácter del ataque, que fue parte de la resistencia del pueblo contra la represión del viejo Estado indio.

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