Argentina: apuntes sobre las elecciones
El 13 de agosto fueron las elecciones preliminares en Argentina. El periódico democrático A Nova Democracia de Brasil informa, que los “resultados de la farsa electoral muestran una situación explosiva en el país, con una abstención récord”. Camaradas peruanos informaron: “Después del fracaso electoral del gobierno peronista, la devaluación de la moneda y la inflación incontrolada, pone contra las cuerdas al gobierno …”.
A pesar de las fanfarrias de los monopolios de la prensa, el verdadero “ganador” de estas elecciones fue el boicot, incluso con el voto obligatorio en el país. La participación fue del 69’6 por ciento, una de las más bajas en las elecciones presidenciales desde la llamada “redemocratización” en 1983, y un 7 por ciento menos que en 2019. A ello se le suma, que estas elecciones registraron un 4’78 por ciento de votos en blanco y un 1’21 por ciento de votos nulos. Junto a la abstención, esto hace un total de 36’39 por ciento de la gente que boicoteó las elecciones. El candidato que triunfó en este circo fue Javier Milei, un ultrarreaccionario, con sólo el 30’1 por ciento de los votos.
La campaña de Milei fue marcada por la garantía previa de mantener Argentina subyugada a los intereses del imperialismo, principalmente el Yanqui, y cumplir con los dictados impuestos por el Fondo Monetario Internacional (FMI). “El FMI no debería tener problemas con el programa que hemos presentado, porque proponemos un ajuste fiscal mucho más profundo que el que proponen ellos [otros candidatos y partidos]”, dijo Milei.
Incluso con todas las promesas al imperialismo de mantener el país en las mismas condiciones, Milei defendió que sus políticas eran diferentes de las “peronistas” y “macristas”. Quizá la diferencia se debe al nivel de controversias que él ha causado.
La crisis económica y política que está agitando Argentina, refleja la crisis que atraviesa América Latina, siendo una parte de la crisis general del imperialismo. En Argentina, la inflación alcanzó el 110% en 2022. La deuda externa del país se estima en 44.500 millones de dólares y la pobreza en el país actualmente afecta al 40% de la población. Sólo días antes de las elecciones, hubo una gran manifestación en la capital, Buenos Aires, que rechazó la farsa electoral y la crisis en el país. Durante las protestas, la policía asesinó al activista y periodista Facundo Morales Schoenfeld. El día siguiente, hubo una nueva manifestación masiva que condenó la brutalidad policial. Se informó de fieros choques entre los manifestantes y las tropas represivas.
El 20 por ciento de la devaluación del Peso fue anunciada el lunes. Tras la devaluación que el gobierno finalizó el lunes de acuerdo con los tratos con el FMI, los negocios continuaron ajustando sus precios, también movidos por el crecimiento de la tasa de cambio del dólar que el miércoles tocó los 800 pesos.
La página web pagina12 escribió defendiendo desesperadamente al peronismo: “Este exponencial salto en la tasa de cambio no es una coincidencia, sino consecuencia de las propuestas económicas de Javier Milei”, que fue comentada con risas. También declaró que “el mundo económico se desploma no porque haya ganado Milei sino porque estos infelices lacayos del imperialismo y corruptos son los que gobiernan”.
Se vuelve incluso más obvio que la semifeudalidad, el capitalismo burocrático y el imperialismo son una carga insoportable sobre las masas del mundo, y especialmente en América Latina. Un total de 56’5 millones de personas pasaron hambre en América Latina en 2021. La deuda total de América Latina y el Caribe alcanzó en 2022 a los 5.8 billones de dólares, que es el 117% del PIB de la región entera, de acuerdo con el Banco Mundial, y se espera una inflación del 9’9% para el año 2023. Su reino, que ellos llaman “democracia”, se ha desmoralizado: la insatisfacción con el régimen político afecta alrededor del 69 por ciento de la población. Por tanto, de nuevo, esto subraya la condición de América Latina como el eslabón más débil de la cadena imperialista.
