Desnutrición infantil
La Fundación de la Organización de Naciones Unidas (UNICEF) ha publicado el Reporte de Nutrición Infantil de 2024 “CHILD FOOD POVERTY – Nutrition deprivation in early childhood” (NIÑOS COMIDA POBREZA – malnutrición en la niñez temprana).
El reporte afirma que a día de hoy, uno de cada cuatro niños, más concretamente el 27 por ciento, vive en pobreza nutricional severa. La pobreza nutricional severa significa que están sobreviviendo con uno o dos tipos de grupos alimenticios por día, y algunos días incluso menos. UNICEF dice que esta privación es alarmante y destaca las profundas desigualdades tanto a nivel global como regional, i.e. el mundo dividido en países opresores y oprimidos.
181 millones de niños no tienen la oportunidad de crecer, desarrollarse y aprender adecuadamente. A millones de niños se les niega la comida nutritiva y diversa que necesitan. Para enfrentar esta horrible situación, según UNICEF, las políticas y las “soluciones” son bien conocidas. Dirigiéndose a los maestros del mundo en América, Europa y Asia quienes son responsables y no quieren cambiarlo.
No dicen ninguna razón en concreto: aumento de desigualdad, conflictos y crisis climáticas, combinado con el aumento de los precios de la comida, la abundancia de la comida no sana, estrategias de marketing de alimentos peligros, pero como organización de la ONU, que significa ser una herramienta de la superpotencia hegemónica única que domina la ONU, no se olvidan de culpar a aquellos quienes sufren malnutrición severa de “malas prácticas de alimentación de niños”. Se atreven a culpabilizarlos: “estómagos llenos – sin comida nutritiva – tiende a ser la prioridad para las familias de pocos recursos” ¿Cómo se puede ser tan desagradable y cínico? La última ‘razón’ simplemente la ignoraremos, excepto por el hecho de que esta práctica está dirigida por lo que se anuncia y provee por los monopolios y es asequible para las masas.
¿Quién está afectado? UNICEF dice que los ingresos del hogar, sean abundantes o pobres, no son la única causa determinante para proteger a los niños de la pobreza nutricional severa, pero se ridiculiza a sí mismo. Podemos ver los números que presentan:
*El sur de Asia y el África Subsahariana son el hogar de más de dos terceras partes (68 por ciento) de los 181 millones de niños que viven en la pobreza nutricional infantil severa.
*Veinte países suman dos terceras partes (65 por ciento) del total de números de niños viviendo en pobreza nutricional infantil severa: Afganistán, Bangladés, China, Côte d’Ivoire, la República Democrática del Congo, Egipto, Etiopía, Ghana, India, Indonesia, Myanmar, Níger, Nigeria, Pakistán, Filipinas, Somalia, Sudáfrica, Uganda, la República de Tanzania y Yemen.
*Se consume comida no sana y refrescos por parte de una alarmante proporción de niños viviendo en pobreza nutricional infantil severa, desplazando alimentos más nutritivos de sus dietas. En Nepal por ejemplo, el 42 por ciento de los niños viven en pobreza nutricional infantil severa consumen alta cantidad de azúcar, sal y/o grasas, y el 17 por ciento consume refrescos.
*La República Democrática del Congo y Somalia, entre las capas más bajas del pueblo, más del 80 por ciento de los madres informan de que sus hijos no han sido capaces de comer durante un día entero por la falta de dinero u otros recursos.
*Para niños en contextos extremadamente frágiles, el porcentaje de afectados por pobreza nutricional infantil severa puede alcanzar niveles altos excepcionales, tales como Afganistán (49 por ciento), Somalia (63 por ciento), y más recientemente la Franja de Gaza en el Estado de Palestina (nueve de cada diez niños viven en pobreza nutricional infantil severa entre diciembre de 2023 y abril de 2024).
Parece, de alguna forma, que tienen alguna idea al analizar “el sistema de protección de la comida, la salud y lo social fallan a la hora de mejorar el acceso físico y financiero a la nutrición asequible […] estos sistemas no son capaces de solucionar los impactos globales y locales del conflicto, los cambios climáticos y las crisis económicas”. Pero su “análisis” falla completamente justo antes de los hechos que ellos mismos presentan.
Las 92 páginas del reporte contienen la palabra ‘guerra’ – obviamente, un factor clave en los problemas para alimentar a tus hijos, y estando bajo los hechos mencionados presentados por el propio UNICEF – exactamente cuatro veces, una de ellas en las fuentes, y sólo en el contexto de la guerra de agresión rusa contra Ucrania. Casi todos los países más afectados por UNICEF se encuentran destruidos por la guerra o al menos afectados.
Tan malo como su análisis es su propuesta de solución. Es tan fácil, para aquellos que quieren ver y escuchar de verdad, recopilar las tareas para solucionar la malnutrición, infantil y general: acabar con la explotación, saqueo y guerra, i.e. acabar con el sistema mundial imperialista y construir una nueva sociedad.