Brasil: Editorial – Urge movilizar a las masas en Comités de Solidaridad Popular en RS
Publicamos una traducción no oficial del Editorial de A Nova Democracia.
Urge organizar inmediatamente a las masas populares de Rio Grande do Sul a través de comités en los barrios, pueblos y centros de estudio y trabajo, en comités de solidaridad para la ayuda mutua y la reconstrucción.
Es gravísima e inédita la situación de destrucción total que impera en el sur del País, especialmente en el estado de Rio Grande do Sul. La información muestra un escenario de guerra. Fueron 417 municipio los afectados, tres veces más municipios que los afectados en la última gran catástrofe, en septiembre de 2023, más de 67,4 mil personas están refugios, 163,7 mil desalojados, más de 1,4 millones de afectados, 374 heridos, 130 desaparecidos y 100 personas muertas oficialmente, según los registros de Defensa Civil de RS del 8 de mayo. Son 418,2 mil puntos sin energía eléctrica en el estado, 1,06 millones de unidades consumidoras sin agua y decenas de municipios sin teléfono y sin internet. La infraestructura esencial fue destruida o seriamente perjudicada: son 187 puntos de bloqueo en autovías estatales o federales, 142 de éstos son bloqueos totales, sin tráfico ninguno, así como el Aeropuerto internacional de Puerto Alegre. La producción local está destruida. Más de 12 presas están bajo fuerte presión, 5 de ellas en nivel de Atención y 5 en nivel de Alerta, poniendo a los trabajadores de la región sobre terror permanente. Más de 10 municipios interiores fueron evacuados por la rotura parcial de la presa Usina 14 de Julio en Bento Gonçalves. Más de 110 hospitales afectados, 75 de ellos ahora están en rendimiento parcial y 17 completamente inutilizados. Más de 400 escuelas están dañadas y 77 sirviendo de refugio. Estos son los datos en frío, que aunque estremecedores, no cuentan el nivel de devastación y miseria causadas a las masas populares.
La dura verdad es que este escenario no es accidental y menos fruto de una catástrofe imprevista e incontrolable. El argumento central del gobierno del estado de RS es que llovió en pocos días lo esperado para tres meses. El gobernador, ciertamente, piensa que trata con estúpidos: aunque intenta engañar a todos, la realidad es que su gobierno hizo recortes en el presupuesto de Defensa Civil y Gestión de Proyectos y Respuesta a Desastres Naturales, cuya cuantía era de 6,4 millones de reales en 2022 – que ya era poco – y pasó a 5 millones de reales en 2023. Las inundaciones que causaron graves pérdidas al estado en septiembre de 2023 no fueron suficientes para que el ilustre gobernador decidiese reforzar las medidas preventivas. Al contrario, Leite continuó dando rienda suelta, apoyando la aprobación de Proyectos de Leyes sobre la instalación de grandes empresas inmobiliarias en zonas ecológicamente sensibles y manteniendo, por ejemplo, la política de Zonificación Ecológico-Económico, que trata de limitar y regularizar estos emprendimientos, a un lado.
¡El gobernador Eduardo Leite es íntegramente responsable, por negligencia, de la desgracia que ha caído sobre las masas populares en Rio Grande do Sul! ¡Es un crimen premeditado!
Pero la lista de responsables no cesa. En 10 años – 2013 a 2023 – el presupuesto federal para evitar desastres naturales fue arrasado: ¡pasó de 9,4 mil millones de reales a 1,2 mil millones! Y nótese: aquí se ven todos los matices de la política oficial, desde la falsa izquierda del gobierno de Dilma a la derecha tradicional de Michel Temer, Bolsonaro y, de nuevo, la falsa izquierda. Todos ellos, sucesivamente, se defienden: “¡no hay dinero, no hay presupuesto!”. No tienen perdón, cobardes: incluso sin hacer cambios importantes, bastaría con recoger impuestos de las exportaciones del agronegocio – que pagó, en 2019, apenas 16,3 mil reales (!!!) en impuestos por exportación – y habrá dinero para evitar los desastres tan previsibles. El problema es la prioridad: en todos los proyectos, la prioridad no son las masas trabajadoras, sino los compromisos de palacetes.
Urge organizar inmediatamente a las masas populares de Rio Grande do Sul a través de comités en los barrios, pueblos y centros de estudio y trabajo, en comités de solidaridad para la ayuda mutua y la reconstrucción. Es cuestión inmediata que esos comités se movilicen y exijan a los gobiernos, en todos los niveles, la provisión inmediata de los instrumentos necesarios para la supervivencia, como medios de transporte acuáticos para realizar los rescates, suministrar productos básicos, abrir camas en hospitales militares y suministrar las raciones de las tropas para las masas populares. En fin, es muy urgente que tales comités movilicen a las masas que perderán todo para la reconstrucción del estado, desenmascarando la demagogia podrida y sucia de los gobiernos de turno, responsables de la desgracia del pueblo.
¡Movilizar a las masas de las regiones afectadas en Comités de Solidaridad Popular!