Prisioneros palestinos golpeados, torturados y violados durante la detención israelí

Imagen de cabecera: prisión israelí de Ketziot, el mayor centro penitenciario, escena de ampliaspalizas, abusos sexuales y torturas a prisioneros palestinos. Fuente:Haaretz / Eliyahu Hershkovitz

Desde el inicio de la actual campaña genocida del Estado de Israel, ha habido informes sobre que los israelíes han intensificado su maltrato a los detenidos palestinos. Los reportes describen una amplia cantidad de palizas, ataques con perros, exposición prolongada al estrés y la falta de sueño, abusos sexuales y otras formas de tortura.

Un informe de la ONU de principios de marzo describe algunos de los abusos que se han revelado por parte de los detenidos palestinos liberados. En el momento del informe, 1.002 detenidos habían sido liberados. Esto incluye a 29 niños, incluyendo a niños de seis años, 26 chicos y tres chicas. También habían personas que sufrían enfermedades como alzheimer o pacientes de cáncer.

21 de los detenidos eran empleados de UNRWA. UNRWA explica que muchos de sus empleados habrían sido detenidos cuando realizaban trabajos de ayuda, y fueron posteriormente abusados y presionados para realizar falsas confesiones en apoyo a las afirmaciones falsas y ridículas israelíes de que UNRWA apoya a la resistencia armada.

En el momento del reporte, más de 4.000 palestinos habían sido detenidos en Gaza desde octubre del año pasado. El informe describe que los detenidos son primeramente llevados a barracones militares mal hechos, donde de 100 a 120 personas fueron abusadas, normalmente durante semanas antes de ser transferidos al sistema penitenciario israelí. Incuso en las leyes oficiales del Estado de Israel, las fuerzas israelíes pueden detener a palestinos durante 180 días sin darles acceso a un abogado.

Compartimos algunos extractos de los abusos descritos en el reporte:

“Los métodos para tratar enfermedades incluían abuso físico, posiciones estresantes forzosas durante largos periodos de tiempo, amenazas de herir a los detenidos y a sus familiares, atacarles con perros, insultos a la dignidad personal e humillación tales como hacerles actuar como animales o a orinarse encima, usar música alta y ruidos, restricción del agua, comida, sueño y baños, denegar el derecho a practicar su religión (a rezar) y el uso prolongado de esposas apretadas que causaban heridas abiertas y heridas por el roce”.

“Los golpes incluían moratones por los traumatismos en la cabeza, hombros, riñones, cuello, espalda y piernas con barras de metal y la culata de pistolas y botas, en algunos casos se daban como resultado costillas rotas, hombros dislocados y heridas duraderas.”

“Mientras, en una otra localización, varios individuos informaron haber sido metidos en cajas de forma forzosa y atacados por perros, con algunos de los individuos, incluyendo a niños, exhibiendo heridas de mordedura de perro al ser liberados”.

El informe también explica el uso del asalto sexual de forma extendida, incluyendo a detenidas que eran manoseadas mientras tenían los ojos vendados y prisioneros hombres a los que se les golpeaba en los genitales. También hay informes sobre detenidos quienes fueron forzados a sentarse encima de pinzas conectadas a la corriente, causando quemaduras en el ano. Al menos un detenido murió por las heridas causadas por este método de tortura.

Otro informe de la ONU del 19 de febrero describe informes de mujeres y niñas palestinas sujetas a asalto sexual durante la detención israelí como dejarlas sin ropa y ser cacheadas por un soldado israelí. También hay informe sobre detenidas siendo violadas o amenazadas con la violación y la violencia sexual. Soldados israelíes han tomado fotos de detenidas en circunstancias degradantes y las han subido a internet. También hay informe de niños siendo separados de sus padres, incluyendo al menos a una infante que fue forzosamente transferida a Israel por el ejército israelí. Los reportes también explican que estos informes describen graves violaciones de los derechos humanos, siendo crímenes serios bajo la ley internacional.

En un reporte de la prensa internacional, un prisionero palestino liberado de Cisjordania explicó como la prisión israelí de Ketziot se había convertido en un centro de tortura.

Cuando los prisioneros se despertaron la mañana del 7 de octubre de 2023, ya no se les permitía preparar comida o realizar ceremonias religiosas. Poco después vieron en las noticias a la Resistencia Palestina Armada conduciendo camiones hacia las ciudades israelíes, y cohetes comenzando a golpear en la zona cerca de la prisión. Posteriormente, los guardias de la prisión llegaron y se llevaron las televisiones, radios y móviles que habían conseguido infiltrar. Al día siguiente los guardias no abrieron las puertas de las celdas.

El 9 de octubre, los guardias pusieron grilletes, golpearon y abusaron de los prisioneros.

El 15 de octubre, muchas fuerzas entraron en la prisión y confiscaron todos los objetos personales tales como relojes y anillos. Desde ese día el prisionero entrevistado no pudo cambiarse de ropa durante 192 días, antes de ser liberado. Los prisioneros estaban concentrados con 20 personas por celda. Muchos de los prisioneros tenían que dormir en el suelo.

El 26 de octubre, muchas fuerzas de la unidad Keter, unidad táctica del servicio presidiario israelí asaltaron la prisión, acompañados por perros. Los guardias y los perros atacaron furiosamente a los prisioneros. Los gritos de los prisioneros dejaron a toda la prisión en un estado de terror, con sangre cubriendo las paredes.

Tras esto, los prisioneros fueron sujetos a palizas diarias. A veces los guardias degradarían a los prisioneros al exigirles que besaran la bandera sionista, repetir eslóganes sionistas o blasfemar al profeta Mahoma.

El 29 de octubre, los israelíes cortaron el suministro de agua en las celdas, excepto entre las 14:00h y las 15:30h, sólo teniendo una botella para almacenar agua en cada celda, en este punto contenían 10 prisioneros cada una de ellas. Los guardias quitaron las puertas de los baños en las celdas. Los prisioneros intentaban aguantarse hasta que el único momento en el que tenían agua corriente, cuando cada prisionero tenía 5 minutos para ir al baño. Para comer los prisioneros compartían un pequeño yogur, dos salchichas pequeñas a medio cocinar y siete rebanadas de pan. Durante la tarde tenían un pequeño bol de arroz. A veces los guardias entregaban la comida tirándola al suelo.

Cuando preguntaban por equipos de limpieza sencillos la unidad Keter era enviada a la celda. Esposaban a los prisioneros con las manos detrás de la espalda y les decían “sed como perros” y sólo se movían con la espalda curvada. Entonces se les llevaba a la cocina, donde se les había quitado la ropa a 10 prisioneros y se les forzaba a mantenerse desnudos unos encima de otros en una pila. Los prisioneros eran entonces atacados por perros, antes de que se les permitiera ponerse la ropa interior y ser dirigidos a sus celdas.

El altavoz en las celdas era constantemente usado para evitar que los prisioneros durmieran. Se buscaba a los prisioneros cuando estaban desnudos y se les golpeaba en los testículos. Durante el chequeo de seguridad el 2 de noviembre, los prisioneros fueron forzados a cantar una canción sionista y los perros orinaron en sus colchones.

En la tarde del 5 de noviembre, los prisioneros del ala de Hamas fueron movidos a otro bloque. A los prisioneros de tres celdas se les ató las manos en la espalda y fueron llevados a la cocina. Entonces les hicieron desnudarse y se les golpeó repetidamente en los testículos. Los guardias los empujaban de una habitación a otra mientras les golpeaban durante 25 minutos antes de llevarles a su nueva celda.

Durante la tarde, la unidad Keter entró a las celdas y empezó a golpear a los prisioneros, afirmando que uno de ellos había orado por Gaza. Un prisionero de 51 años, quien todavía está preso, casi se quedó ciego por la paliza. Los prisioneros fueron forzados a tumbarse en el suelo mientras los guardias les pisoteaban. Algunos de los prisioneros perdieron la conciencia.

Dos días después, los prisioneros fueron golpeados de nuevo, algunos de ellos se desmayaron. Uno de los guardias dijo “esta es tu segunda Nakba”. Uno de los prisioneros fue golpeado en la cabeza con un casco.

Entre el 15 y el 18 de noviembre, los prisioneros fueron golpeados tres veces al día.

El 18 de noviembre, un palestino en la prisión, Tair Abu Asab, fue asesinado, golpeado hasta morir por guardias israelíes. Diecinueve guardias fueron detenidos para ser interrogados sobre sospechas de estar relacionados con el asesinato, pero todos ellos fueron liberados sin ningún cargo.

Con estas extensas y sistemáticas violaciones de los derechos humanos, además de los crímenes de guerra contra la humanidad y el genocidio cometido por el Estado de Israel, se informa que los imperialistas están trabajando duro para para impedir que la Corte Penal Internacional (CPI) lleve a cabo las órdenes de arresto del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y otros políticos israelíes y oficiales del ejército. Los senadores del imperialismo yanqui, el principal imperialismo en Israel, han incluso llevado a cabo una reunión con la CPI, amenazando con consecuencias para la CPI si llevan a cabo las órdenes de arresto. El lunes 6 de mayo, un grupo de senadores yanquis envió una carta a la corte donde lo decía claramente: “Apunta como objetivo a Israel y nosotros te apuntaremos”.

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