Robusta manifestación obrera en Brasil y el fracaso de da Silva y los sindicatos gubernamentales

Imagen de cabecera: manifestación obrera en Manaus por el 1º de Mayo, Brasil. Fuente: AND

El 1º de Mayo estuvo marcado por el contraste entre manifestaciones obreras combativas por una parte, y el gran fracaso de da Silva y de las centrales sindicales progubernamentales por otra.

Tal y como reportó el periódico A Nova Democracia, en Manaus tuvo lugar una manifestación que albergó a cientos de obreros, estudiantes, campesinos indígenas y entidades democráticas para reivindicar la histórica tradición de lucha del Día de los Obreros.

Durante toda la mañana se hicieron consignas y agitaciones que se intercalaron con representaciones musicales que elevaron el ánimo de la lucha de los presentes. Entre las consignas destacan las de los campesinos indígenas, quienes remarcaron que “rechazan el clima de negociación y la incapacidad del gobierno de garantizar sus derechos” y declararon su apoyo a todas las huelgas que ocurren en el país.

En la marcha también estaban diferentes sindicatos, como el Sindicato Nacional de los Servidores Federales de la Educación Básica, Profesional y Tecnológica (SINASEFE) y el Sindicato de Trabajadores de Enseñanza Superior del Estado de Amazonas (SINTESAM) que se encuentran en huelga. Además de la Asociación de los Docentes de la Universidad Federal de Amazonas (ADUA), quien declaró su apoyo a las otras huelgas y su intención de realizar paros.

Otros movimientos populares, como el de vivienda popular denunciaron los constantes asesinatos de personas sin techo en la capital del Amazonas y el derecho a la vivienda.

En esta marcha popular se pudo observar el apoyo de las masas, quienes se asomaban y gritaban las consignas que los manifestantes gritaban.

Este ejemplo de lucha popular y de apoyo por parte del pueblo se contrapone drásticamente al fracaso de da Silva y de las centrales sindicales, quienes en Rio de Janeiro no consiguieron en su “gran” mitin reunir a más de 2.000 personas y que claramente fue un fracaso incluso para ellos al esperar a más gente.

Fracaso en el mitin de da Silva y las centrales sindicales. Fuente: AND

Este vacío en el mitin muestra el rechazo de las masas hacia el presidente del gobierno y las medidas llevadas a cabo. La contradicción a las que se enfrenta en su intento de mostrarse como un dirigente “popular” mientras las medidas aprobadas apoyan a los grandes terratenientes y la gran burguesía cada vez se agudiza más y se muestra en el desinterés de las masas por escuchar su discurso.

Junto a ello, las centrales sindicales pro-gobierno están también de capa caída ya que rechazan la medida más esencial de lucha obrera, la huelga, ya que eso “favorecería a la extrema derecha”. Sin embargo, las estadísticas muestran que los obreros siguen haciendo huelga, aumentando un 6% las huelgas en 2023 en comparación a las del 2022.

Durante el mitin, da Silva se centró en las medidas que “son favorables al pueblo”, como la Reforma tributaria, dejando sin mencionar la no revocación de la Reforma Laboral o la Ley de Externalización de Michel Temer y la Reforma de Seguridad de Jair Bolsonaro. También defendió la política institucional y elogió las “competencias de los ministros y diputados”. No es difícil saber cómo repercute entre el pueblo brasileño esta defensa de las podridas instituciones políticas brasileñas: según una encuesta de Datafolha de abril de 2024, sólo el 22% de la población considera bueno el trabajo del Congreso.

El último punto central fue la cuestión de la reforma agraria, donde tuvo el descaro de subir al ministro de Desarrollo Agrario al mitin y destacar el programa “Tierra para el pueblo”. Resumió el programa de la siguiente manera: “[el ministro de Desarrollo Agrario] pretende ofrecer a los sin tierra, CONTAG, FETAG [sindicatos de campesinos], a todos los que quieran una reforma agraria que ya no necesiten invadir tierras porque tenemos una plataforma de tierra para elegir e ir a trabajar”. Sin embargo, a este plan se le destinarán apenas 520 millones de reales, en contraposición con el plan Safra aprobado, el mayor de la historia con 364 mil millones de reales destinados al latifundio. Esta cifra es insuficiente según los cálculos de CONTAG, que afirma que son necesarios 7 mil millones, y del MST, que afirma que son 2,8 mil millones anuales.

A Nova Democracia añade: “Ante el fracaso de la Reforma Agraria, organizaciones como la Liga de Campesinos Pobres (LCP) defendieron la Revolución Agraria, aglutinando a miles de familias en todo el país, quitando tierras a latifundios y realizando la Corte Popular. La medida de Luiz Inácio no beneficia a ninguno de estos sectores del campesinado brasileño. Y los conflictos en el campo siguen creciendo: el año pasado la cifra de 2.203 representó la cifra más alta desde 1985 (inicio de la serie histórica realizada por la Comisión Pastoral de la Tierra).”

Previous post El 1º de Mayo en Chile
Next post Turquía: los detenidos del 1º de Mayo retenidos en la comisaría de Vatan