Myanmar: nuevos golpes contra el régimen militar

Imagen de cabecera: puente de Me-ei (izquierda) y puente Kyaukkyi (derecha) tras haber sido volados por el ejército del régimen militar. Fuente: CJ

Se agudiza la crisis del régimen militar en Myanmar, que está acelerando el reclutamiento de los civiles para intentar defenderse de su inevitable caída. Las fuerzas armadas del régimen sufren una muy baja moral y se producen grandes deserciones de tropas. En esta ocasión se informa que han huido a Bangladés al menos 177 soldados. Recientemente ha iniciado la recolección de información sobre la población que puede ser reclutada, lo que ha llevado a un incremento de la migración hacia países fronterizos para evitar ser reclutado. A su vez muchas familias negocian con los militares para que sus familiares no sean enviados al frente. Especialmente hay un enorme número de birmanos que están huyendo a Tailandia. En algunas de las ciudades más grandes, como Rangún y Naypyitaw, el reclutamiento ha empezado.

Este aceleramiento del reclutamiento se produce en un contexto muy complicado para el régimen militar de Myanmar, que ven como sufren una derrota tras otra en varios puntos de su territorio. En especial la situación continúa deteriorándose en el estado de Rakhine y sus alrededores, también en el sur del estado de Chin. En Rakhine, en los últimos cuatro meses de ofensiva del Ejército Arakán (Arakan Army – AA) se han tomado nueve pueblos y 16 bases militares del régimen militar, además de cientos de posiciones o estacionamientos militares y policiales. En total se estima que 1.200 soldados del régimen han huido a India y Bangladés, se han destruido nueve buques militares, eliminado siete altos oficiales y capturado otros seis, y se ha derribado un helicóptero. El régimen militar aplica la política de tierra quemada y vuela los puentes durante su retirada de los territorios que sabe que va a perder en Rakhine. Ya hemos informado anteriormente de los golpes que está sufriendo el régimen militar en Rakhine.

A la grave crisis que sufre el régimen militar en Rakhine, se le suma una escalada del conflicto en el estado de Kachin, fronterizo con China. Allí el Kachin Independence Army (KIA) ha atacado simultáneamente más de 10 posiciones militares a lo largo de la frontera con China. El ataque incluye la toma del cuartel general de un batallón en Momauk, distrito de Bhamo.

El régimen intenta responder a estos golpes constantes como una bestia moribunda y sigue asestando zarpazos contra el pueblo, cometiendo crímenes como el asesinato indiscriminado de civiles. También trata de cortar las comunicaciones en decenas de pueblos de todo el territorio birmano, como en los estados de Shan, Chin, Kachin, Mon, y en las regiones de Tanintharyi, Magwe, Bago y Ayeyarwady. Pero todo ello ha sido en vano, ya que la resistencia no ha hecho más que crecer desde el inicio de sus ofensivas contra el régimen militar, y cada ataque asestado por viejo Estado es otra chispa que hace crecer el incendio en la pradera.

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