Noruega: ¡Honor eterno a Henry W. Kristiansen!
Publicamos una traducción no oficial de una declaración publicada en Tjen Folket Media.
Henry Willhelm Kristiansen fue editor de Arbeideren [El Obrero], el órgano central del Partido Comunista de Noruega desde 1934 hasta que fue prohibido durante la ocupación alemana. Murió en el campo de concentración de Neuengamme el 16 de enero de 1942.
Henry W. Kristiansen fue miembro del Politburó del Comité Central del Partido desde 1925, estuvo en la Unión Soviética esde 1929 hasta 1931, y en el periodo de 1931 a 1934 fue el Presidente del Partido. Tras ello, fue editor del periódico del Partido, Arbeideren, hasta que la publicación se detuvo por parte de los ocupantes fascistas alemanes en 1940.
Un texto memorial declara sobre Kristiansen: “Lo que caracterizó primero y de forma más destacada a Henry W. Kristiansen en su largo trabajo político en el movimiento obrero, fue su firmeza inquebrantable, su perseverancia y devoción al Partido Comunista de Noruega. No tenía más de casi 40 años cuando cayó en su puesto. Pero a pesar de ello, ya había participado en el movimiento revolucionario durante 25 años.”
Cada comunista puede y debe templarse a él mismo precisamente en estas características: firmeza inquebrantable, perseverancia y devoción al Partido.
El 22 de junio de 1941, la “Operación Barbarroja” nazi – el ataque a la Unión Soviética socialista – empezó. Temprano en la mañana de ese día, la Gestapo fue a casa de Kristiansen y los arrestó a él y a su esposa Mira. Él envió notas desde prisión urgiendo a sus camaradas fuera a intensificar la lucha para desarrollar el frente nacional contra la ocupación fascista y a activar a la clase obrera en ello. Muró poco después en el campo de concentración en Neuengamme.
La esposa de Kristiansen, Miriam “Mira” Rathaus Kristiansen fue una inmigrante rusa en Noruega, y trabajó para la misión diplomática soviética en Oslo. También atendió a la Conferencia del Comité Ejecutivo de la Comintern sobre la organización de las mujeres en 1926, y a la Conferencia de Mujeres de la Comintern en 1927. Se casó con Kristiansen en 1928, fue detenida al mismo tiempo que él y murió en el campo de concentración de Auschwitz el 1 de mayo de 1942.
Kristiansen fue perseguido por el Estado burgués antes de que los nazis tomasen Noruega en 1940. Se le enjuició en 1924 junto con otros jóvenes comunistas. En este juicio, dio un fiero discurso en el que dijo, entre otras cosas:
“Nuestro caso es tan sagrado para la clase obrera que usaremos y tenemos permitido usar todos los medios a nuestro alcance. Por lo tanto, está claro que no evitaremos unos pocos meses de prisión incluso si cientos de tribunales de leyes deberían condenarnos, incluso si debemos esperar constantemente en prisión; nunca “mejoraremos”, pero continuaremos nuestro trabajo revolucionario. En toda Europa hoy hay miles de jóvenes de clase obrera languideciendo en prisiones. Sólo en Alemania, 7.0000 jóvenes comunistas están en prisiones hoy porque han llevado a cabo trabajo revolucionario entre las masas obreras y soldados. Tampoco en nuestro país, la juventud comunista rehuirán incluso los mayores sacrificios y sufrimiento.
Si el Tribunal cree que quebrará nuestro movimiento juvenil comunista encarcelando a algunos de estos, están equivocados. Alrededor del país hay miles de obreros y soldados quienes nos entienden y quienes asumirán el trabajo que les impongamos para liberarse a sí mismos del capitalismo.
No queremos ser absueltos. Condenadnos. El Movimiento Comunista al final prevalecerá – después de todo.”
La actitud es ejemplarizante y debería servir como inspiración para todos los revolucionarios y comunistas. Expresa optimismo revolucionario, el cuál es una expresión moral y política del materialismo dialéctico que establece que la victoria del proletariado, el socialismo y el comunismo son necesidades históricas, no son un tema de mera “posibilidad”, “fe” o “voluntad”. De forma similar, los esfuerzos de los mártires, sus aportaciones concretas y sus sacrificios heroicos son eventos que han dejado su huella para siempre en el desarrollo en general y especialmente en el movimiento revolucionario.
Los mártires del Partido y la clase nunca mueren – quién muera por el Partido y la revolución vive en nuestra lucha, en el corazón del proletariado internacional, y aún luchan hombro con hombro con los revolucionarios y comunistas hasta este día.
¡Honor eterno para los mártires del Partido!
¡Honor eterno a Henry Wilhelm Kristiansen!
¡Reconstituir el Partido Comunista de Noruego!