Granjas porcinas danesas envenenan a los residentes de Chépica, Chile

Imagen de cabecera: granja porcina de Coexca en Chépica, Chile. Fuente: Socialistisk Revolution

Las granjas porcinas de la compañía Coexca están destruyendo la naturaleza en Chépica y en los pueblos de alrededor en Chile. Coexca es la mayor compañía de carne de cerdo en Chile, y exporta carne a 33 países por todo el mundo. En 2017, se realizó la mayor inversión nunca vista de producción de cerdo en Chile, se produjo porque el fondo de inversión del Estado danés y el fondo de pensiones PKA y PensionDankark invirtieron 12 millones de dólares americanos a la compañía. A través de esta exportación de capital, Coexca dobló su producción. Este agresivo aumento para el interés del imperialismo danés está ahora envenenando el medioambiente y al pueblo de la zona.

Según los reportes, la compañía está dejando restos de cerdos podridos en el sol y no realiza el trabajo adecuado con los excrementos de los cerdos. Esta negligencia está contaminando el agua potable en la zona, y está atrayendo moscas y otros animales que causan daño a los campesinos y residentes en la zona. La peste es horrorífica y también causa problemas de salud, como dolor de cabeza en los locales. También otros muchos problemas de salud, como diarrea y nauseas.

Agua contaminada por los cadáveres y excrementos de cerdos en Chépica. Fuente: Socialistisk Revolution.

Los fondos de pensiones son medios importantes de exportación de capital para el imperialismo danés. En Dinamarca, los fondos de pensiones son compañías privadas que manejan las pensiones, las cuales son negociadas a través del sistema corporativista a tres bandas, sindicatos amarillos, la patronal y el Estado como parte de los acuerdos generales realizados en este sistema. Cerca de cuatro millones de daneses toman parte en los fondos de pensiones, ya que la población de Dinamarca ronda los 5,9 millones, es prácticamente obligatorio participar en los fondos de pensiones. La cantidad de dinero que los fondos de pensiones toman a los obreros está entre un 9-17 por ciento. Y después estas empresas exportan este capital, robado de los salarios de los obreros, y hacen beneficios enormes a través de la explotación y destrucción de las naciones oprimidas, tal es el caso de Chile y Coexca. Los fondos de pensiones también invierten en compañías burocráticas, por ejemplo en los países africanos.

“A través de las inversiones del sector privado en los países en desarrollo, IFU contribuye a promocionar comunidades sostenibles”, nos cuenta IFU en su página web. De forma similar. PKA y PensionDanmark dicen que están invirtiendo en una “vía responsable” para contribuir en “hacer del mundo un lugar mejor”. Como se ha visto en muchas ocasiones, esto únicamente significa más destrucción y explotación de las naciones oprimidas, tal es el caso de las plantaciones de eucalipto en Brasil para materiales de embalaje “verdes”, las cuales invaden y envenenan las tierras de los campesinos pobres en Brasil, o los proyectos de energías eólica conectados con el megaproyecto CIIT de muerte y desplazamiento en México.

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