India: protestas contra la cumbre del G20 en Kashmir y represión del Estado
En esta semana los imperialistas se vuelven a reunir tras el G7, del que ya escribimos un artículo anteriormente. Esta vez se reúnen en Srinagar, capital de la región de Kashmir, en el Estado indio. Ante esta reunión en una región que se considera ocupada por parte de Pakistán, centenares de personas protestaron el lunes 21 de mayo en la zona de Kashmir administrada por el Estado pakistaní. También hay informes de nuevas protestas hoy, en Karachi, Pakistán. En una nueva concentración, hubo lemas por el boicot a la cumbre, y los asistentes quemaron banderas de los EEUU, Israel e India.
Este año China y Arabia Saudí se han negado a acudir a la cumbre del G20 y están tratando de boicotearla. No es la primera vez que la cumbre del G20 se celebra en un país semicolonial y semifeudal, por ejemplo, el año pasado se celebró en Bali, Indonesia. La cumbre del año 2022 se usó por parte del imperialismo yanqui para asegurar la colusión con el imperialismo chino, de cara a aislar lo máximo posible al imperialismo ruso. En este caso, por las numerosas disputas del Estado indio con el Estado chino, así como con Pakistán, país progresivamente más dependiente del social-imperialismo chino, se podría ver esta cumbre como una ocasión del imperialismo yanqui de seguir aislando al social-imperialismo chino, así como una nueva ocasión para seguir profundizando en los pactos contra el imperialismo ruso.
Según algunos analistas la decisión de India de acoger esta cumbre serviría para refutar las reclamaciones hechas por parte de Pakistán sobre el territorio disputado de Kashmir, como también las acusaciones de violaciones de derechos del pueblo de Kashmir.
En las semanas previas a la cumbre y durante estos últimos días, el Estado indio ha llevado a cabo una militarización del territorio de Kashmir y múltiples acciones represivas. Se han reportado detenciones de periodistas y de activistas en defensa de los derechos democráticos y libertades del pueblo de Kashmir. Esta es una tendencia que se llevaría dando al menos desde 1990 en la región, pero que se ha acentuado últimamente. Además de esto, se informa de un incremento de las patrullas y la vigilancia, en especial de minorías del sur de Kashmir, zonas de trabajadores migrantes, e incluso se ha instado a líderes conocidos del pueblo a “restringir su movimiento” durante estos días. También se han cerrado centenares de escuelas. Otras estrategias están siendo multar por incumplir las normas de tráfico a militantes y activistas de diversos movimientos sociales, o el acoso de líderes políticos del movimiento nacional de Kashmir.
Finalmente, se informa de allanamientos de casas de activistas políticos en medio de la noche y la expulsión de toda las familias residentes en ellas, en nombre de la “seguridad del evento internacional”. Por su parte, la policía india justifica las acciones afirmando que “es necesario aumentar las medidas de seguridad en lugares vulnerables para evitar cualquier riesgo de ataque terrorista” durante la cumbre.
