Explosión de huelgas obreras golpea a China en el año 2023

Publicamos una traducción no oficial de un artículo publicado el 22 de mayo en A Nova Democracia (AND).

En los primeros cinco meses de 2023, hubo al menos 130 huelgas en diversas fábricas chinas, de acuerdo con datos del China Labour Bulletin (CLB), disponibles por parte del monopolio de prensa, The Guardian. De acuerdo con los datos brutos del CLB, solamente en el sector manufacturero del país se registraron 142 protestas y huelgas. La cifra de 130 huelgas significa más del doble de número de huelgas registradas en China durante todo el año 2022, indicativo de un nuevo periodo de la historia mundial: explosiones de huelgas obreras y luchas populares por todo el planeta que cuestionan y golpean profundamente el sistema imperialista mundial, que en este momento atraviesa la crisis más grave de toda su historia.

Las huelgas, en su mayoría de locales, ocurren en industrias de diversos sectores, movilizando miles de proletarios chinos, víctimas de la sobrexplotación brutal por parte del régimen social-fascista de Xi Jinping y el revisionista Partido Comunista de China. La mayor concentración de esas movilizaciones se da en torno a las fábricas de componentes electrónicos para la exportación, seguidas de industrias de ropa y vestuario, juguetes y automóviles.

Esta explosión generalizada de protestas obreras en China ocurre como resultado directo de la crisis sin precedentes del imperialismo y sus efectos sobre la economía china. Con los índices de actividad económica yendo de mal en peor, las empresas chinas están aplicando nuevas estrategias para explotar todavía más a los obreros con el fin de salvaguardar sus beneficios. Llama la atención que la mayor parte de la masa proletaria movilizada está justamente en aquellas industrias destinadas a la exportación, indicando que el levantamiento de los obreros chinos indica la gravedad de la situación y el potencial de poder debilitar el conjunto del sistema imperialista mundial.

De acuerdo con los propios datos del CLB, los salarios impagados o pagados con atraso, los despidos masivos sin pago ni indemnizaciones y las estrategias para forzar la renuncia de los obreros, son las razones más frecuentes de las movilizaciones. Un ejemplo son las empresas que, para no tener que pagar las indemnizaciones necesarias por el despido de un obrero, transfieren a los trabajadores a regiones lejanas del país con el fin de forzar su renuncia. En el caso de los obreros que no renuncian y que se niegan a ser transferidos por la imposibilidad de mudarse o llevar a su familia, las empresas promueven la cancelación de sus cartas de acceso para entrar para entrar en la fábrica o afirman que si el obrero no se ha presentado en la fábrica nueva, será computado como falta. En el caso de tres faltas seguidas, la empresa pasa a considerar que el obrero ha sido despedido.

Se suman a estos hechos, las relaciones precarias establecidas con los trabajadores de agencias de trabajo, los despidos en masa y la falta de derechos sufridas por los “trabajadores temporales”. Fue el caso de los obreros de Foxconn, fábrica que en noviembre de 2022 fue testigo de una gran revuelta obrera en torno a contratos engañosos, que se enfrentó a las fuerzas de represión social-fascistas. Ocurre también en el caso de los trabajadores de servicios, como los repartidores en moto, sometidos a salarios de miseria y condiciones precarias de trabajo, con jornadas de trabajo bajo fuertes y peligrosas lluvias. Los repartidores en moto fueron uno de los sectores que se movilizaron al inicio de 2023, con una huelga masiva realizada en abril.

Huelga obrera en Foxconn, en noviembre de 2022.

Soportando la sobrexplotación y el peso de la crisis que crece cada vez más, el proletariado chino se hace eco de la revuelta y de los anhelos sentidos por las masas obreras en todo el mundo. En medio de esta explosión de movilizaciones, también crece en China los anhelos revolucionarios por el retorno del socialismo al país, que estuvo vigente entre los años 1949 y 1976. Después de la rebelión obrera de la fábrica Foxconn del año pasado, y dos meses después antes de iniciar las múltiples revueltas del proletariado chino en 2023, pintadas en homenaje a las jefaturas comunistas de China y Perú y contra el presidente fascista de China, Xi Jinping, fueron registradas en diversos puntos de China.

La pintada dice: “¡Defender al Presidente Mao con la sangre y con la vida! ¡Defender al Presidente Gonzalo con la sangre y con la vida! ¡Larga vida a la teoría de la guerra popular prolongada!”. Foto: Ci-ic

Para desespero de todos los imperialistas y reaccionarios, la situación revolucionaria en desarrollo confirma por completo aquellas líneas que el Presidente Mao Tse tung apuntó a finales de la década de 1970. Afirmaba que, en caso de que la contrarrevolución tomase el poder en China Popular, no tardaría el “Partido marxista-leninista se transformaría en un partido revisionista y fascista que en toda China cambiará de color”. En este caso, “si la hoja gira, y creo que lo ha hecho, contra la revolución. Una vez más será necesaria la guerra de guerrillas… De nuevo Yenan…”

Previous post El alto al fuego entre el Estado de Colombia y las EMC-FARC se rompe
Next post India: protestas contra la cumbre del G20 en Kashmir y represión del Estado