Filipinas: La intervención de Estados Unidos en Asia entra en “modo híper”
A continuación publicamos una traducción no oficial de un artículo publicado en Ang Bayan.
La intervención imperialista estadounidense en Asia entró en “modo híper” en julio. Desde el 25 de julio, el Secretario de Estado Antony Blinken realizó una gira por seis países de Asia en 10 días y mantuvo reuniones en Vietnam, Laos, Japón, Filipinas, Singapur y Mongolia. En un comunicado, Estados Unidos dijo que pretende transmitir su compromiso con la región en los últimos seis meses de la administración del presidente Joe Biden. Está previsto que Biden dimita después de las elecciones estadounidenses de noviembre.
En Japón y Filipinas, Blinken estuvo con el Secretario de Defensa Lloyd Austin en la llamada reunión 2+2 con sus homólogos ministeriales.
Estados Unidos presionó a Japón para que aumentara su presupuesto militar a “niveles históricos” con el fin de aumentar sus capacidades militares contra su rival común, China. Esto incluye el desarrollo de armas nucleares por parte de Japón bajo el pretexto de “disuasión nuclear”. Estados Unidos también reforzó sus llamadas Fuerzas Estadounidenses de Japón en Tokio, el centro de mando militar estadounidense que supervisa al menos 120 bases militares estadounidenses activas en el país. Más de 55.000 soldados estadounidenses están estacionados permanentemente en Japón.
Blinken llegó a Filipinas el 29 de julio para reuniones diplomáticas y de seguridad. Esta es su tercera visita al país en los últimos dos años. El 30 de julio, por primera vez, se celebró en Filipinas la reunión 2+2, que siempre se ha celebrado en Estados Unidos desde que comenzó en 2012. Blinken y Austin se reunieron con el secretario del Departamento de Asuntos Exteriores, Enrique Manalo, y el secretario del Departamento de Defensa Nacional Gilberto Teodoro. Anteriormente, los dos funcionarios estadounidenses se reunieron con Ferdinand Marcos en Malacañang el 29 de julio.
En la reunión, discutieron el plan para la formación del Acuerdo de Información Militar de Seguridad General. Este acuerdo implicaría un falso “intercambio” de información militar sensible entre los dos países. Es probable que se trate de otro acuerdo militar unilateral entre Estados Unidos y Filipinas, que obligará únicamente a Filipinas a proporcionar «información sensible». Esto sólo formalizará la intervención estadounidense que lleva dándose por largo tiempo en asuntos internos relacionados con la seguridad nacional de Filipinas.
Austin también anunció la ayuda militar estadounidense de 500 millones de dólares a Filipinas. Esta cantidad es 12 veces mayor que el promedio anual de 40 millones de dólares de ayuda militar estadounidense a Filipinas. Esto se utilizará para “comprar” armas y vehículos militares de segunda mano, que Estados Unidos quiere arrojar al país con el pretexto de “modernizar” las AFP. Su objetivo es vincular aun más a Filipinas con la estrategia geopolítica de Estados Unidos y utilizar el país como plataforma de lanzamiento para su planeada guerra en la región. Además de esto, Austin anunció la asignación de 128 millones de dólares para la construcción de al menos nueve bases militares más en el marco de la EDCA [Nota del traductor: Enhanced Defense Cooperation Agreement, que permite la construcción de bases militares y presencia militar yanqui en el país durante largos periodos de tiempo y que] para uso exclusivo de las tropas estadounidenses.
Las protestas recibieron la visita de regreso de Blinken y Austin a Filipinas. Varios grupos acudieron al Campamento Aguinaldo el 30 de julio para condenar al régimen de Marcos por permitir la entrada de dos criminales de guerra al país. Dijeron que estos dos son responsables de provocar guerras en diferentes partes del mundo y de promover el genocidio en Palestina.
También condenan a Marcos por su mendicidad y servilismo hacia dos agentes imperialistas, por permitir la presencia de tropas extranjeras y entregar la soberanía del país al creciente número de “lugares del EDCA” y por los juegos de guerra que devastan el modo de vida del pueblo. El 31 de julio, grupos de jóvenes realizaron una manifestación frente a la embajada de Estados Unidos.
En Japón, hubo una protesta similar el 28 de julio en conjunción con la reunión ministerial 2+2 entre Estados Unidos y Japón en Tokio. Activistas tanto en Japón como en Filipinas alzaron sus voces diciendo: “¡Blinken y Austin no son bienvenidos!”.