Ecuador: revolucionarios ecuatorianos denuncian el terrorismo de Estado
El Frente de Defensa de Luchas del Pueblo de Ecuador [FDLP-EC] ha publicado el pasado 11 de mayo un comunicado en el que denuncia el terrorismo de Estado, debido al nuevo decreto gubernamental que autoriza a las Fuerzas Armadas de Ecuador a actuar ante la “amenaza terrorista” que pueda poner en peligro al Estado. En concreto, el decreto autoriza a los militares a que “realicen operaciones de guerra para confrontar y contrarrestar a individuos y organizaciones terroristas.”.
Ante esta nueva ley, los revolucionarios ecuatorianos afirman que “la abyecta violencia que se ha desatado en el país no es un hecho aislado, propio de las contradicciones entre las bandas delincuenciales”. En realidad, esta violencia nacería “de la profunda crisis del capitalismo burocrático”, y como parte “ de un macabro plan trazado por el imperialismo yanqui”. Ya publicamos como los revolucionarios ecuatorianos denunciaron el 1º de Mayo esta vinculación entre la violencia del crimen organizado, y el terrorismo de Estado.
En cuanto al plan trazado por el imperialismo, el comunicado lo explica de esta forma: “Pueblo del Ecuador, no dudar que los operadores de la CIA y del Mossad están activos en nuestro país; además, alimentan con recursos, logística y apoyo necesario para que grupos violentos desaten verdaderas orgías de sangre para crear el marco político y las condiciones mediáticas para justificar su presencia en territorio nacional. Somos un país oprimido; al imperialismo le urgen mantenernos en esas condiciones porque facilitan no solo la libre movilidad de capitales, la explotación y usurpación de los recursos naturales, sino tenernos sumidos como un mercado cautivo y con muchas valoraciones geopolíticas para seguir detentando su condición de ser el garrote del capitalismo en el mundo.”
Esta violencia lleva mucho tiempo presente en el país, y el Estado ecuatoriano lleva un largo tiempo militarizando las calles (por ejemplo, ocurrió en 2021), y ha estado usando como excusa la delincuencia y conflictos entre bandas organizadas. Pero la realidad, es que esto obedece a una oleada de violencia represiva contra líderes de las masas, algo que los revolucionarios ecuatorianos han denunciado. Por ejemplo, esto se demostró con el asesinato de Eduardo Mendúa, dirigente de la CONAIE [Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador, organización que agrupa diferentes grupos indígenas de Ecuador]. El comunicado del 11 de mayo también explica esta vinculación del aumento de criminalidad, militarización de las calles y represión popular: “Acusan al movimiento indígena de ser terrorista, bueno, por lo menos a los que se muestran algo irreverentes; acusan de terroristas a todos los que de una u otra manera hemos tenido un rol protagónico den los levantamientos populares, y con ese estigma se quieren vacunar, se quieren asegurar de tal forma que las futuras movilizaciones, levantamientos, ya no tengan el necesario carácter beligerante, combativo, necesario para responder al viejo Estado y sus desaforadas y cruentas campañas represivas.”
Teniendo en cuenta estos antecedentes, los revolucionarios ecuatorianos prosiguen en el comunicado: “Se ve venir por parte del Estado, una campaña de persecución, encarcelamiento, e inclusive, de asesinatos selectivos; no permitirán que los honestos y consecuentes con los intereses y luchas de nuestro pueblo, puedan desplegar su esfuerzo político sin que tengan que confrontar la violencia del Estado manifiesta de todas formas, principalmente represiva, carcelaria.”. En definitiva, es esperable que el viejo Estado ecuatoriano agudice su campaña represiva contra las organizaciones del pueblo, como ya ha ocurrido anteriormente.
