
Mayotte: la hipocresía de la “izquierda” francesa
A continuación compartimos una traducción no oficial de un artículo publicado por La Cause du Peuple.
En diciembre de 2024, la colonia francesa de Mayotte sufrió con toda su fuerza el ciclón Chido, relanzando hacia los medios burgueses el debate sobre la situación en la isla, y recordándonos de paso la realidad del socialchovinismo de “izquierda”.
Poco después del ciclón, Macron se dirigió a la población de Mayotte, que aún estaba bajo los escombros: “¡No se enfrenten a las personas! Si la gente se enfrenta entre sí, ¡estamos jodidos! ¡Estad felices de estar en Francia! ¡Porque si no fuera por Francia, estarías 10.000 veces más en la mierda!”. Esta reacción de colono no sorprende a nadie viniendo del primer portavoz del imperialismo francés, que se niega a proporcionar una ayuda humanitaria digna de ese nombre, a pesar de que tiene los medios para hacerlo.
La presencia de Francia en Mayotte sigue siendo reconocida como una ocupación ilegal por la ONU, después del referéndum que llevó a la autodeterminación de las Comoras, de las que Mayotte fue parte integrante. En la “izquierda”, las principales figuras de los partidos intentan ganarse al electorado local a través de discursos sentimentalistas. Es el caso, en particular, de Jean-Luc Mélenchon que, durante las elecciones presidenciales de 2022, declaró en el canal ‘Mayotte la 1ère’: “Las personas que están abandonadas durante demasiado tiempo se sienten despreciadas, dicen: ‘¿Por qué nos decepcionan así?’ Sí, creo que hay un sentimiento de desprecio, y luego algo que se está rompiendo y que es más delicado, se llama amor.” Se podría responder que sí, que hay un sentimiento de desprecio de los mahoreses por la metrópoli. Un sentimiento de legítimo desprecio por un pueblo que ha sido sometido a la opresión colonial desde el siglo XIX. Pero eso no es lo que Mélenchon quiere decir.
El 19 de enero de 2025 en RTL y Public Sénat, durante el programa Le Grand Jury, Jean-Luc Mélenchon lanzó una larga diatriba en la que abordó el tema de la inmigración comorana a Mayotte. En esta intervención, culpa de toda la responsabilidad a la República de las Comoras, declarando: “Mayotte es un departamento francés, y entonces el derecho de nacimiento se aplica a Mayotte como en todas partes. Añadiría que no debemos dejar que la gente crea que basta con llegar a Mayotte para convertirse en francés. […] Hay que esperar hasta los 16 años, cuando no se ha nacido allí, cuando no se es francés. Lo cual es un inmenso problema porque entre hermanos algunos serán franceses y otros no. El problema de Mayotte no es un problema de nacionalidad. Es: ¿por qué hay barrios marginales en todas partes? ¿Por qué no hay suficientes recursos para que la gente viva dignamente? Y está el papel de las Comoras, que no hace nada y a las que estamos en condiciones de pedir cuentas y decir: ‘esto no puede seguir así porque hay habitantes que huyen de su hogar para venir al nuestro’. Tenemos el derecho de decirles ‘¡esto no puede continuar así! No depende de nosotros ocuparnos de este problema, ¡depende de ustedes! ¿Qué necesitan? ¿A partir de qué nivel de ayuda nos garantizan que la gente parará de moverse?”
Recordemos que los mahoreses son comorenses, que tienen una lengua, una historia, familias en común, y que, en principio, incluso la “izquierda” reconoce el derecho a la libre circulación dentro de su propia nación. Esta larga diatriba sobre la “inmigración” la pronuncia el líder del principal grupo parlamentario de la “izquierda” y no Le Pen. Esta réplica en la que se refiere a la inmigración comorense como el problema de la Unión de las Comoras, sin señalar la responsabilidad del imperialismo francés en la situación económica y política del archipiélago, muestra todo lo que hay que saber sobre el programa anticolonial de la izquierda burguesa: no hay. En el programa electoral más reciente de Francia Insumisa para las elecciones europeas de 2024, en ningún momento se menciona el deseo de garantizar la autodeterminación de Mayotte (o incluso de las otras colonias francesas) o al menos la autonomía.
Mayotte es una colonia, las Comoras es una antigua colonia francesa que fue dividida arbitrariamente por el colonizador. Incluso independiente, las Comoras siguen siendo un país sometido al imperialismo de su vecino francés. Su pueblo no dejará de huir de su propio país al “ofrecer amablemente” ayuda a las Comoras. Mientras todo el archipiélago no se libere de la opresión imperialista, la miseria persistirá. Todos los grandes discursos de la “izquierda” parlamentaria tienen el mismo propósito: si llega al poder, las colonias francesas seguirán siendo colonias francesas. Al final, ya sea el jefe de Estado Macron o Mélenchon, Mayotte seguirá siendo un territorio ocupado por una potencia colonial.
Los Mélenchons y compañía se enorgullecen de tener un programa “social”, sin cuestionar la naturaleza imperialista de su Estado. Así se expresó Mélenchon en Twitter el 10 de febrero, para denunciar el aniversario del “calamitoso abandono de Quebec a los ingleses”, diciendo que “si Trump se anexiona Canadá, no puede incluir a Quebec”, posicionándose nuevamente como el potencial futuro líder del imperialismo francés. Ahí está la fuente de la estafa de su programa: la “redistribución” de la riqueza, la diplomacia “altermundialista”, la promoción histórica de la “francofonía” por Mélenchon, se llevan a cabo por y para el beneficio del imperialismo, sobre la opresión de otros pueblos.