“saludos desde la clandestinidad” – documentación de la carta de Burkhard Garweg

A continuación publicamos una traducción no oficial de extractos de una carta de Burkhard Garweg, militante de la Fracción del Ejército Rojo (RAF), quién permanece en la clandestinidad y contra quien el Estado alemán ha desatado una caza de brujas, dcoumentado por DemVolkeDienen:

El medio taz ha publicado lo que se cree que es una carta de Burkhard Garweg, extractos de la cuál documentamos a continuación:

La policía y los medios burgueses dicen que somos criminales violentos o terroristas que no rehuirán matar por dinero.

El proyecto de guerrilla urbana bajo la forma de la RAF terminó hace 26 años. Sin embargo, para nosotros, que fuimos perseguidos como militantes de la RAF, la vida en clandestinidad no terminó. La imagen que intentan crear describe una banda de ladrones que merodean violentamente y que son peligrosos para el pueblo y que además están dispuestos a matar, y sólo por dinero.

No hay razón para creer nada de lo que dice la policía o el poder judicial porque pretenden deslegitimar a la oposición fundamental y crear un clima en el que la violencia y la represión estatales parecen justificadas.

La violencia estatal afecta a muchos: los pobres, los explotados, los excluidos. Está dirigido contra quienes protestan o contra quienes se defienden de este Estado y no aceptan este estado de las cosas como se les ha dado.

… aquellos que se manifiestan contra el genocidio en Gaza y contra un gobierno alemán que suministra armas para ello, y contra la mezcla autoritaria y violenta de porras policiales, detenciones, amenazas del poder judicial, amenazas de deportación, pérdida de empleos y las amenazas de los servicios secretos, aquellos expuestos a vigilancia o cuyas manifestaciones están totalmente prohibidas. …

… quienes reconocieron que el Estado aprovechó el Corona como una oportunidad para promover la formación del Estado autoritario y son denunciados por ello.

… aquellos que en el movimiento antifascista luchan contra el fascismo y los nazis, y por tanto, están amenazados por la policía y el sistema judicial, con ser ilegalizados o con ser encerrados en prisión.

… las masas en condiciones laborales precarias. Los que tienen que vender su mano de obra a bajo precio. Aquellos que se ven exprimidos desde la mañana hasta la noche y cuyos salarios al final apenas les alcanzan para vivir.

… las miles de personas en la antigua Yugoslavia cuyas vidas fueron extinguidas por los cazabombarderos de la OTAN, apoyados y comandados por el gobierno federal alemán con el grito de batalla “Nunca más Auschwitz”, que se ha convertido en un grito de batalla y ha sido mal utilizado.

Como parte de la izquierda revolucionaria estábamos -y digo: estamos- convencidos de que un sistema basado en la violencia no tiene legitimidad y que su superación emancipadora se puede lograr.

El sistema capitalista ha caído en una crisis integral y de múltiples niveles. No son los diez mil de arriba los que están pagando la crisis, son los de abajo…

A los políticos y a la policía les gusta hablar de los clanes de inmigrantes como si fueran un problema de la sociedad. Sin embargo, nunca hablan de los clanes Hohenzollern o Quant…

El Estado de crisis autoritario establece la primacía de la militarización interna: el armamento de la policía y los servicios secretos, así como la militarización externa.

Dos apuñalamientos fueron suficientes… para justificar un refuerzo policial integral, controles fronterizos, nuevos pasos en el proceso de revocación del derecho de asilo y deportaciones masivas. Sin embargo, 360 feminicidios en 2023 no movieron a los que estaban en el poder a hacer nada.

Hoy en día, la población musulmana y los refugiados se han convertido en enemigos deseados y creados desde arriba, con las que los gobernantes dividen y canalizan el descontento de amplios sectores de la población y ocultan que ellos mismos y el capitalismo son la causa de los problemas fundamentales.

…un mayor nivel de inestabilidad en el capitalismo. En su avidez de ganancias necesita posibilidades de acumulación, que cada vez son más difíciles de producir. Se tambalea de crisis en crisis. Es la era de las guerras, las agitaciones sociales y el reflejo reaccionario sobre el pueblo y la nación. Pero también sugiere que las cosas podrían estar escapándose de quienes están en el poder y surge la pregunta: ¿Qué hacer?

Somos parte de la historia de rebeliones mundiales que han existido desde que hay gobernantes y esclavos. Eso ha existido desde el patriarcado, desde que el capitalismo y el colonialismo han sido el mal de la humanidad. Desde esta perspectiva, la responsabilidad de la represión recae en quienes están en el poder y en nadie más. La represión es un instrumento de poder. Desde mi punto de vista –y ese sería nuestro punto de vista– sólo hay una respuesta: la solidaridad.

¡Uníos contra la represión de hoy contra Daniela!

¡Cree (contra)publicidad! ¡Muestre solidaridad!

En la historiografía de quienes están en el poder hay una resistencia fundamental al sistema capitalista: crimen, violencia y terror.

La imagen del “terrorista” creada tiene como objetivo despolitizar la historia de resistencia contra la violencia capitalista, tiene como objetivo dividir, tiene como objetivo oscurecer el hecho de que la violencia estatal y las relaciones violentas del sistema capitalista son en realidad sólo terror para muchas personas en el mundo.

Hoy en día, el término “terrorista” es principalmente un medio de dominación. Explotación, represión, régimen de Frontex, justicia de clases y sistema penitenciario; hambre, guerras, golpes de estado y dictaduras militares bajo la dirección de los centros capitalistas y con la responsabilidad histórica de cada gobierno federal alemán: los millones de muertos ya no se pueden contar, el terror no tiene nada que ver con nosotros, pero sí con ellos y con su sistema.

Solidaridad entre nosotros – con aquellos que ayer, hoy o mañana se rebelaron, se rebelan o se rebelarán contra este sistema

¡Muestre solidaridad!

… la reconstrucción de la capacidad de acción de una izquierda anticapitalista, socialrevolucionaria e internacionalista que trabaja más allá de sus propias fronteras. El fin del sueño de la Bella Durmiente: es hora, es hora, de moverse.

¡Solidaridad con Daniela!

¡Solidaridad con los camaradas en el exilio, todos aquellos en la clandestinidad y los prisioneros de las luchas del movimiento antifascista, la resistencia, los camaradas kurdos y turcos, el movimiento climático y todas las demás luchas emancipadoras en el mundo!

La exigencia por la liberación inmediata de Daniela está justificada.

Martín

(Burkhard Garweg)

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