Número de guerras por el mundo bate récord en 2023 y tiende a aumentar de nuevo

Publicamos un resumen del artículo de A Nova Democracia:

El número de guerras batió récords en 2023, con 53 conflictos en desarrollo, cuatro más que en 2022, que también fue un máximo histórico. Coincide con un mayor reforzamiento de los programas nucleares (principalmente de potencias y superpotencias imperialistas) como consecuencia de la preparación a la tendencia a los disturbios mundiales. La mayoría de los conflictos han sido guerras de agresión, como en Ucrania o la invasión sionista en la Franja de Gaza.

A pesar de la caída de muertes (de 310.000 a 154.000), éstas siguen siendo uno de los números más altos desde 1989, principalmente por la guerra civil en Etiopía, y de agresión en Ucrania y Gaza.

La responsabilidad de las guerras es del imperialismo. Generalmente son invasiones directas (por países imperialistas) o indirectas (por organizaciones títeres) el motivo central de los enfrentamientos son los disturbios y contradicciones causadas por las políticas imperialistas de dominación en países coloniales y semicoloniales.

África y Oriente Medio en llamas

En África destacan los conflictos entre las diferentes fuerzas islámicas contra las misiones de la ONU (al servicio de EE.UU.), como es el caso de grupos como Al-Shabaab en Somalia contra la misión militar aprobada por la ONU (apoyada por la Unión Africana) contra el dominio y los ataques aéreos norteamericanos y el propio Estado somalí.

También destacan los conflictos contra fuerzas mercenarias imperialistas, como el Grupo Wagner. En Sahel grupos de carácter similar a los somalíes luchan contra tropas mercenarias en Mali o Burkina Faso. Ambos sufrieron golpes de Estado recientemente a causa de las disputas entre potencias imperialistas y clases dominantes locales. Además, el dominio ruso sustituyó al francés.

También en Oriente Medio el imperialismo yanqui e Israel llevan a cabo guerras de ocupación militar en Yemen, Palestina, Siria, Líbano o Irak.

La Operación Al-Aqsa Diluvio dio un nuevo impulso a la movilización de fuerzas militares de diferentes países atacadas contra invasiones y operaciones imperialistas.

Época de tormentas

En este escenario, diferentes países, la mayoría imperialistas, preparan el terreno para la guerra: el número de misiles nucleares aumentó en los últimos años, la mayor cantidad desde 1950.

Todo apunta a que la tendencia mundial es el aumento de conflictos, sobre todo de guerras promovidas por potencias y superpotencias imperialistas contra países oprimidos – ya que la situación de relativo equilibrio entre los imperialistas los desalienta a lanzar guerras directas entre ellos.

Una conclusión de esta tendencia es que el mundo está y estará cada vez más inmerso en una época de revoluciones, en la que los pueblos del mundo responderán, inspirados en los conflictos antiimperialistas en curso, a las guerras de agresión.

Un fenómeno catalizador del proceso son las fuerzas revolucionarias que mueven conscientemente las contradicciones en este sentido.

En Palestina destaca la reunión de dos diferentes grupos de la Resistencia Nacional que terminó en unidad en la cuestión de la lucha armada y la construcción de un Estado palestino con Jerusalén como capital.

En el resto del mundo, la modelización de revolucionarios para la construcción de organizaciones como la Liga Antiimperialista (LAI) también lleva este rumbo.

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