Editorial – La ideología viva de la 1ª División Revolucionaria, la Columna Prestes
Publicamos una traducción no oficial del último editorial de A Nova Democracia.
Sólo la Revolución de Nueva Democracia, liderada por el proletariado, puede transformar en realidad la democratización del acceso a la tierra para quienes viven en ella y la trabajan, la liberación de la Nación de las garras del imperialismo, su desarrollo económico y tecnológico industrial autocentrado y autosustentado y la emancipación de las masas obreras de la ciudad y del campo para la formación completa de la Nación brasileña, el Nuevo Brasil de la República Popular.
Las revueltas militares que crecieron en magnitud y sacudieron a todo el país, desde la llamada Proclamación de la República y que desembocaron en el Movimiento Tenentista, en las décadas de 1920 y 1930, involucraron a la oficialidad media y baja y a las filas democráticas y nacionalistas que surgieron dentro del ejército y la marina de guerra (la fuerza aérea aún no existía) del ya viejo Estado brasileño de terratenientes y de la burguesía compradora, lacayos del imperialismo, principalmente inglés, eran todos producto de una sociedad en profunda crisis derivada de su atraso semi-colonial/semifeudal y carente de profundas transformaciones. No es casualidad que las revueltas de los tenetistas apuntaran contra la concentración de la tierra en el latifundio, el dominio político de estas oligarquías feudales por todas partes, la corrupción generalizada del llamado poder público – consecuencia del dominio de las oligarquías – y la miseria y la ignorancia impuestas a las masas de campesinos pobres en el interior y a las masas proletarias en las grandes ciudades. El así llamado Movimiento Tenentista tuvo muchos episodios importantes, pero sin duda su apogeo fue la Invicta Columna Prestes, como rama de la Revuelta Paulista del 5 de julio de 1924 por Miguel Costa y la revuelta encabezada por Luís Carlos Prestes en septiembre de 1924, en Santo Ângelo (RS), así como la expresión de su izquierda con la Alianza Nacional Libertadora (ANL), iniciativa de frente único revolucionario encabezada por el Partido Comunista de Brasil, PCB
La Columna Prestes, llamada 1.ª División Revolucionaria el 12 de abril de 1925, marchó más de 25 mil kilómetros por el Sur, Norte y Nordeste del País, atravesando más de 13 estados, el río São Francisco, la caatinga, las montañas de Minas y el Pantanal, de 1924 a 1927, hasta su dispersión en Bolivia; movilizó a más de 1.500 combatientes revolucionarios y obtuvo apoyo popular del campesinado por donde pasaba. Invicta, a pesar de ser perseguida a lo largo de todo su recorrido y enfrentar duras campañas de asedio por parte de tropas leales al gobierno ultrarreaccionario de Arthur Bernardes, la Columna derrotó a doce generales sin perder una sola batalla, y en ella se puso de manifiesto la gran capacidad militar de Luís Carlos Prestes como un estratega militar en la aplicación de guerra de movimientos combinada con tácticas de guerra de guerrillas.
Son erróneas las interpretaciones de que el Movimiento Tenentista – y la Columna – expresan el inicio de la intervención militar en la política: no era la alta oficialidad reaccionaria, oligárquica y antipopular, sino la oficialidad media y soldados rasos, vinculados a las masas populares, quienes fueron protagonistas de estos hechos, que en su causa chocaron, no sólo con los privilegios de casta de los “barones” de alta alcurnia, sino con toda la estructura semifeudal latifundista. También es incorrecto pensar que las aspiraciones de la Columna se hicieron realidad en 1930, con el golpe de Estado de la “Alianza Liberal”. Las aspiraciones democráticas de la Columna quedaron pendientes, incluso bajo el gobierno de Getúlio Vargas, hasta el punto de que sus banderas fueron ondeadas nuevamente en 1935, con el Levantamiento Popular Armado de la ANL.
Hoy en día, las ideas de Columna Prestes siguen vivas y, aún, pendientes de ser realizadas.
Sólo la Revolución de Nueva Democracia, liderada por el proletariado, puede transformar en realidad la democratización del acceso a la tierra para quienes viven en ella y la trabajan, la liberación de la Nación de las garras del imperialismo, su desarrollo económico y tecnológico industrial autocentrado y autosustentado y la emancipación de las masas obreras de la ciudad y del campo para la formación completa de la Nación brasileña, el Nuevo Brasil de la República Popular. Como dijo Prestes, en el 1º de noviembre de 1935, en las Instrucciones al Movimiento Guerrillero a los partidarios de la Columna en el interior del País, las cuáles orientaron la creación de organizaciones de masas como ligas campesinas y comités contra el hambre para movilizar a las masas y crear grupos guerrilleros; y, en una carta, en la que afirma que, “esta vez”, la Columna estará dirigida por el proletariado.