Megaproyectos, sequía y rapiña: esto es lo que el imperialismo yanqui exige a México
Imagen de cabecera: Sheinbaum y AMLO
Recientemente, el Atlantic Concil, un think tank estadounidese que analiza las necesidades de la única superpotencia imperialista sobre terceros países para asegurar los intereses del capital financiero ha lanzado un nuevo reporte sobre las demandas que el imperialismo yanqui tiene sobre México. Entre estas demandas se encuentra la inversión extranjera privada en megaproyectos como principal cuestión, exigiendo una vez más la venta de la tierra para beneficiar los intereses imperialistas.
Para llevarlo a cabo, necesitan a los lacayos de las clases dominantes que aseguraren que estas demandas se realizan, y por tanto las nuevas elecciones en México han jugado un papel importante en ello. Recientemente, Claudia Sheinbaum ha sido elegida como la nueva presidenta de México, siendo aplaudida por ser la primera mujer en conseguir esta posición en la historia del país. Sin embargo, la elección de una mujer no es nada más que el capitalismo burocrático lavándose las manos intentando vender a un nuevo lacayo del imperialismo como un llamado “progresismo”, pero ella no es nada más que un lobo con piel de cordero.
Claudia Sheinbaum es una “tecnócrata”, ligada al sionismo, cercana a la burguesía compradora y al ala republicana del imperialismo yanqui, aliada del imperialismo francés y español en la Unión Europea. Es una descarada oportunista que representa la continuación de la política de “AMLO” que trafican las reivindicaciones femeninas con demagogia posmodernista de “romper el techo de cristal”, la “igualdad de género, la agenda género, el tiempo de las mujeres”, incluso va más allá, robando frases del zapatismo (“nunca más un México sin nosotros”). Una repugnante servidora de la gran burguesía y el imperialismo que fungirá como presidencia de México.
México como el mayor “socio comercial” de EE.UU.
En 2023 México se convirtió en el mayor “socio comercial” de Estados Unidos. Mientras los imperialistas y sus lacayos intentan mostrar las relaciones como “equitativas” o incluso “buenas” para México, esto sólo significa que los intereses de EE.UU. como la superpotencia hegemónica única han cambiado y necesitan que México asegure las necesidades de las clases dominantes imperialistas se realizan a cualquier coste.
Como el propio Atlantic Council escribe: “Con el aumento de las tensiones entre Estados Unidos y China, la cercanía de la industria se ha vuelto cada vez más urgente. Un escenario común del que escuchamos a menudo en nuestras conversaciones es el de los fabricantes que buscan trasladar sus plantas de ensamblaje, pruebas y empaque (ATP) de China a México.
Así que México puede ser un buen “socio comercial” para Estados Unidos porque puede proveer de gran ratio de beneficios a los imperialistas sin ponerlo en riesgo por la situación política en el país porque las clases dominantes de México están bajo el dominio del imperialismo yanqui y asegurarán sus beneficios a cualquier coste, y por supuesto a costa de los intereses de su propio pueblo. En octubre de 2023, quien fuese el presidente de México, Manuel Andrés López Obrador, y quien ya estuvo construyendo el camino para esta situación, dio “incentivos fiscales” a las empresas inversoras en sectores que usualmente se manufacturaban en China y en la zona, tales como semiconductores, componentes eléctricos, baterías, motores, fertilizantes y farmacéuticas para que “puedan” entrar en México.
Incluso con la reducción de impuestos y las facilidades, los imperialistas quieren más inversión en infraestructuras del país, porque como explica el Atlantic Council “las empresas han dudado ante la ausencia de una garantía de un alto retorno de la inversión».
Destacamos aquí el caso de Monterrey, una de las “ciudades industriales” en el norte de México, cerca de la frontera con EE.UU. Esta ciudad con 5,2 millones de personas en un radio de 40 kilómetros del área metropolitana, donde el 25% son jóvenes de entre 25 y 34 años que la burguesía puede utilizar como mano de obra barata y especializada, lo que según datos de think tanks puede “llegar a proveer a 6,6 millones de consumidores” actualmente. Claramente, esto supone un caramelo muy jugoso para el imperialismo yanqui, pues impulsando el capitalismo burocrático consigue un mayor aumento de los beneficios. Todo ello sin perder su poder político, puesto que el Estado mexicano se doblega ante las necesidades de la burguesía imperialista y les ofrece garantías económicas y políticas.
Estas “ciudades industriales”, que otros ejemplos podrían ser Ciudad de México, Guadalajara, Querétaro y Guanajuato, no son nada nuevo, sino que el imperialismo ya usaba este mismo sistema con los enclaves coloniales en China, como lo fueron Hong Kong o Taiwán, que fueron cedidos respectivamente al imperialismo británico y japonés como colonias. Estas ciudades, aunque formalmente pertenezcan al país semifeudal y semicolonial como México o China en su momento, en la práctica pertenecen puramente al imperialismo predominante puesto que impera la política de la burguesía imperialista. De esta forma, se fomenta la balcanización y le es todavía más fácil al imperialismo la subyugación de los países.
Prueba de esta descarada sumisión es, por ejemplo, la gran cantidad de ayuda económica y legal que adquieren las empresas que “inviertan” en la zona, entrecomillado puesto que es tal la reducción que la inversión de la burguesía es mínima, casi regalada, ésta se paga de las arcas públicas del Estado, es decir de los impuestos sobre el pueblo. Estos incentivos en efectivo que se dan por adelantado o después de “crear” cierta cantidad de puestos de trabajo – de nuevo, se beneficia principalmente la burguesía imperialista – son para los gastos de la compra de terrenos, la reforma de instalaciones, construcción o arrendamiento, acuerdos de suministros de electricidad, tarifa de conexión de gas natural, LP o agua, gastos iniciales adquisición de tecnología y equipos industriales, además de reducción de impuestos sobre las nóminas y becas para formación de extranjeros. Sin olvidar otros incentivos como la propia reducción de impuestos sobre la propiedad, la formación de los empleados, descuentos para peajes en la frontera, ayuda a la hora de encontrar proveedores, asistencia de las instituciones públicas de recursos como electricidad, agua o en la búsqueda de empleados y en la expedición de todos los trámites. Básicamente el Estado de México les ha regalado un trozo de tierra a la burguesía imperialista para que pueda, lo antes posible, explotar a su pueblo.
La necesidad de megaproyectos para los imperialistas, no para el pueblo
Como los compañeros mexicanos han denunciado anteriormente, megaproyectos como el Tren Maya y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec no sólo no han cumplido con los intereses del pueblo, sino que han causado muerte y destrucción a los campesinos de las zonas rurales quienes defendieron sus tierras contra la invasión imperialista. Incluso las marionetas dominantes de México han tomado posición por los imperialistas y han continuado esta guerra contra el pueblo, gastándose millones de pesos en los intereses de las empresas imperialistas y monopolios mientras los derechos democráticos de las masas hondas y profundas han sido una tras otra vez atacados y borrados del mapa.
Ahora, los imperialistas exigen continuar profundizando en estos megaproyectos pero también que el gobierno asegure la implementación de estos a pesar de la resistencia y combatividad popular. Sheinbaum ya ha dado los primeros pasos en el tema. Para calmar a los posibles inversores, ha mantenido al antiguo Ministro de Finanzas y director de Ecanal, una compañía privada que hace análisis macroeconómicos de México para los imperialistas que invierten en México. Días después de la elección de Sheinbaum, él realizó una declaración pública aseguran a los inversores que el nuevo gobierno estará comprometido con la “estabilidad macroeconómica” y la “prudencia fiscal”.
Mejora del transporte por tierra y río, además de una mejora de la propia frontera, es una necesidad de los imperialistas yanquis si quieren reducir los costes de transporte. Entre sus exigencias, se exige una estructura más tecnológica que puedan asegurar un mayor “flujo” en el trasporte, porque incluso minutos de retrasos causan miles en “pérdidas” a sus beneficios. Así, exigen que México no solo invierta millones en la actualización de la frontera de EE.UU.-México con tecnología de rayos X y de las carreteras para acortar las rutas, sino que también México ponga más recursos para reducir el flujo de actividades ilegales tales como armas, drogas o personas. Sin embargo, de las 17 millones de armas no registradas en México la mayoría procede de Estados Unidos que es el mayor mercado de armas del mundo y el imperialismo yanqui necesita las drogas para poder narcotizar y mantener bajo control a su propia población, de la cuál 1 de cada 6 personas tiene problemas de adicción a las drogas. Sin vergüenza alguna, culpan a la entrada ilegal de personas en EE.UU. como la principal causa de problemas en la actividad de la frontera, y por tanto exigen incrementar las medidas de seguridad para asegurar el mínimo contrabando y un mejor flujo en el transporte. El imperialismo yanqui no sólo necesita mayor infraestructura, sino que también que las marionetas de las clases dominantes continúen la guerra contra el pueblo para evitar problemas en la frontera que puedan afectar sus intereses económicos.
Además, el imperialismo yanqui exige acceso barato e ilimitado a energía y agua. En el país donde los apagones y las sequías son el día a día en los Estados más pobres de México, principalmente en el sur de México, los imperialistas quieren de estos importantes recursos que sean baratos y sin límites, los cuales no siempre están disponibles para el pueblo. Para hacerlo, exigen una mayor “inversión” privada en energías renovables que pueda abaratar los precios, junto con tuberías que hagan un almacén de gas natural que se compre desde EE.UU.
Además, el agua es un factor clave que las compañías necesitan para poder asegurar sus altos beneficios. Incluso si en el norte de México sufren de sequía severa que causa muerte y en el sur de México sufren de grandes inundaciones que han afectado al suministro de agua para el pueblo, los imperialistas necesitan qu ellos gobiernos de los diferentes Estados de México aseguren su suministro de agua sea cual sea la circunstancia, incluso matando todos los cultivos de los campesinos. El Periódico Mural ha informado previamente sobre Oaxaca, donde la situación de sequía llevo a que se detuviesen las actividades de un hospital por la falta de agua para llevar el trabajo a cabo. También una situación similar ocurrió con seis escuelas de las zonas pobres que no están asistidas por la infraestructura del Estado. Pero las compañías internacionales y relacionadas con el turismo como balnearios, hoteles y compañías de refrescos y cerveza continuaron con su trabajo como de costumbre.
Sheinbaum como AMLO, marionetas de los imperialistas
El dominio imperialista se legitima a través de las clases dominantes del país semifeudal y semicolonial, el cuál está a cargo de asegurar los intereses extranjeros a cualquier coste. A través de este artículo hemos denunciado varias acciones políticas que el ex-presidente de México hizo para asegurarlas, ahora es el turno de Claudia Sheinbaum de cumplir sus tareas como vendepatrias
Estas llamadas “profundizaciones de las relaciones comerciales” no sólo afectarán a las masas hondas y profundas del país, sino también a los trabajadores en las ciudades, quienes tendrán que confrontar el intento de hacer retroceder sus derechos laborales y educativos. «Preocupaciones similares rodean las leyes laborales de México y la aplicación inadecuada de los derechos reconocidos internacionalmente, incluida la formación de sindicatos, salarios competitivos y condiciones de trabajo seguras, que podrían resultar no sólo en aranceles específicos, si no en prohibiciones completas de los productos de las empresas que no cumplen con los requisitos para ingresar al mercado estadounidense». Dice el documento del Atlantic Council.
Esto se añade al cambio completo en la educación, exigido por la falta de trabajadores especializados en las necesidades actuales del imperialismo, es decir semiconductores y tecnología relacionada a ello. Para llevarlo a cabo, exigirán estudios más cortos y especializados que también reducirán los salarios de los obreros por la menor cualificación de la educación necesaria para trabajar.
Estas todas son demandas del imperialismo yanqui, pero antes AMLO y ahora Sheinbaum tendrán que enfrentarse a la combatividad del pueblo mexicano. Hemos reportado previamente en las acciones combativas del sindicato de profesores CNTE, el cuál ha llevado a cabo una huelga y una campaña de boicot junto a Corriente del Pueblo Sol Rojo.
El hecho de que México haya devenido en “el primer socio comercial” de Estados Unidos sólo significa más sometimiento nacional, más súperexplotación para el proletariado y el pueblo, despojamiento más agudo de los campesinos de las tierras que trabajan, más ruina para la pequeña burguesía y una presión más fuerte de los monopolios sobre la burguesía nacional; así que este hecho madura aún más las condiciones para el victorioso desarrollo de la revolución de Nueva Democracia.