España: El acuerdo entre PSOE y Junts: un gobierno más débil dentro de la militarización del Estado

Imagen de cabecera: Protestante de una movilización reaccionaria contra el acuerdo. Fuente: El Diario.

Publicamos el artículo de Servir al Pueblo acerca del pacto de gobierno en el Estado Español.

El día jueves 9 de noviembre se hizo público el acuerdo alcanzado entre el PSOE [Nota de traductor: partido socialdemócrata a la cabeza del gobierno previo] y Junts per Catalunya [Nota de traductor: partido nacionalista burgués de Cataluña] por la investidura de Pedro Sánchez. El texto íntegro puede consultarse aquí. En un artículo de opinión que fue publicado en Servir al Pueblo después de los resultados de la farsa electoral del 23 de julio, podemos leer lo siguiente:

Vemos cómo el PSOE y Sumar -en el gobierno anterior “Unidas Podemos”- no puede gobernar con sus socios habituales. Se queda con 172 diputados, a cuatro de la mayoría absoluta. Pedro Sánchez necesita a Junts para poder renovar su gobierno (…) La primera opción, un gobierno de PSOE con sus viejos y nuevos socios, es la más probable. Pero para eso, bien sea el PSOE o Junts, tendrá que tragarse sus propias palabras y romper todas las promesas electorales y supuestos “bloqueos por principios” (…) Si hay nuevo gobierno, sea el que fuere, será inestable y estará obligado a realizar concesiones a sus socios(…) El futuro gobierno está en el aire. Se repitan o no las elecciones, habrá crisis en la “gobernabilidad de España”. El parlamento está fragmentado y ningún partido burgués tiene los números necesarios para gobernar. Es posible que haya pactos antinaturales y los payasos se quiten la careta. ¡Hay circo para rato!(La negrita es nuestra, no del artículo original)

Vemos cómo el artículo de opinión publicado tuvo certeza en su análisis: tanto el PSOE como Junts han roto sus promesas electorales. El PSOE de Pedro Sánchez se ha visto obligado a realizar varias concesiones parlamentarias, entre ellas la futura Ley de Amnistía, cuando afirmó en repetidas ocasiones que no habría amnistía alguna. Por otra parte, la plataforma Junts liderada por Carles Puigdemont facilita la repetición del gobierno del PSOE a cambio de estas concesiones, pero manda a la basura sus propias palabras de “referéndum [por la independencia], sí o sí”.

Si hacemos una lectura del acuerdo que han firmado PSOE y Junts, nos damos cuenta de dos cosas:

Primero, que el PSOE -gestor actual del Estado imperialista español, es decir, gestor de la oligarquía financiera española- realiza cesiones políticas temporales a Junts -representantes políticos de una parte de la burguesía nacional catalana-. Estas concesiones políticas se concretizan en que pueda existir una vía parlamentaria para alcanzar ventajas económicas que busca la burguesía nacional catalana, como “un sistema institucional de la Generalitat que facilite la cesión del 100% de los tributos que se pagan en Catalunya”; “promover el regreso a Catalunya de la sede social de las empresas que cambiaron su ubicación a otros territorios en los últimos años”; “la participación directa de Catalunya en las instituciones europeas y demás organismos y entidades internacionales”; etc. Es decir, la burguesía nacional catalana quiere hacerse fuerte en un mercado interno y adelantar pasos para dar el salto a convertirse en burguesía imperialista.

Segundo, que aún así de lo dicho anteriormente, el texto es papel mojado. Ambas formaciones muestran sus “profundas discrepancias” y hay cuestiones políticas de vital orden para la oligarquía financiera española que nunca permitirá que ocurran (el camino hacia la independencia, que la burguesía nacional catalana controle un hipotético mercado catalán propio, etc.) Lo peor de todo, es que tanto los representantes de PSOE como los de Juntos saben que es un acuerdo temporal que tarde o temprano se romperá. El acuerdo es una carrera para sacar lo máximo posible del rival antes que no se necesiten el uno al otro: el PSOE quiere garantizar su gobierno, y Junts quiere sacar todas las ventajas económicas, políticas y personales que pueda antes que el PSOE no les necesite.

Tercero, que como ya dijimos, la futura Ley de Amnistía -que son meras intenciones hoy día, no hay ley alguna aún- será una falsa amnistía que vendrá del parlamento y no de la lucha en la calle. Ya se ha dicho que la ley no amnistiará a muchos presos políticos catalanes, y sí amnistiará a policías y distintos miembros de las fuerzas del Estado que participaron en la represión del 1 de octubre de 2017 y en los meses posteriores.

Cuarto, y a modo de conclusión: el acuerdo es un polvorín que tarde o temprano explotará. El motivo principal es que no se puede tener un mercado interno catalán, controlado económica, política y militarmente por la burguesía nacional catalana, dentro del Estado español. En caso de que la burguesía nacional catalana avance en sus objetivos, el Estado español sencillamente dirá basta, y nunca le dejará alcanzar ese mercado que ansía. Por eso la única opción real para la burguesía nacional catalana es la ruptura y creación de un propio Estado.

Y sin embargo, PSOE y Junts se ven obligados a firmar el acuerdo porque supone un mal menor. La repetición de elecciones traería más aún inestabilidad en un contexto de profundización de la crisis de la socialdemocracia y crisis del viejo Estado, cosa que no le interesa ni al PSOE ni a Sumar. En cuanto a Junts, la base de masas independentistas viene viendo, año tras año, como la independencia de Catalunya es traicionada continuamente, y necesita una mínima victoria política y moral (cosa que está propagandizando Junts, y también ERC, aunque no haya participado en las negociaciones, porque ya validó la candidatura de Pedro Sánchez)

En este contexto, la derecha parlamentaria continúa su creciente reaccionarización y fascistización. Diversos dirigentes del PP [Nota de traductor: partido liberal] acusan al acuerdo de ser una traición a la patria de tal magnitud como el Golpe de Estado del 23F o “los asesinatos del terrorismo de ETA”, mientras estos días se han sucedido movilizaciones contra las negociaciones por la amnistía reaccionarias y fascistas convocadas por La Falange y Democracia Nacional [Nota de traductor: partidos fascistas] frente a la sede del PSOE en Madrid, para evitar que “España se rompa”. Los sectores más reaccionarios del Consejo General del Poder Judicial (aparato judicial del Estado, de autogobierno de los jueces) ya se han posicionado en contra, mientras asociaciones fascistas de la Guardia Civil (policía político-militar) anuncian que defenderán la constitución derramando su sangre.

Cada vez vemos más las características de la crisis del viejo Estado: creciente bipolarización de la sociedad entre la “izquierda” y “derecha” del arco parlamentario y creciente anticomunismo en ambos sectores; profundización de la crisis de la socialdemocracia, deslegitimación de la democracia burguesa y sucesión de gobiernos débiles que no alcanzan mayorías gubernamentales estables; fascistización de las “instituciones democráticas” del Estado y movilización activa de individuos abiertamente fascistas; disputas entre sectores de la oligarquía financiera contra otros sectores de la burguesía, y entre ellos mismos, por cómo gestionar en lo concreto las crisis de gobernabilidad, etc. En definitiva: los imperialistas no pueden gobernar como antes. Las circunstancias han cambiado, y vemos de forma clara cómo la crisis del imperialismo está en su fase más avanzada de descomposición.

Y en el gran desorden, se levanta el sol”

Previous post Guerra Popular en India: la campaña de boicot electoral continúa
Next post Nossa avaliação sobre “A posição do PCI (Maoista) sobre a formação da Liga Comunista Internacional (LCI)”.