
Austria: Discurso de la Liga Roja en la celebración del 80.º aniversario de la liberación en Viena
A continuación compartimos una traducción no oficial de un reporte publicado por Dem Volke Dienen.
El 8 de mayo se llevó a cabo en Viena una concentración organizada por una amplia coalición de fuerzas progresistas y revolucionarias para celebrar el 80º aniversario de la liberación, a la cual fue invitado la Liga Roja (Roter Bund). El llamamiento para esta actividad se puede encontrar en rotefahne.at, donde seguramente se publicará un informe al respecto en breve. Agradecemos la oportunidad de poder hablar en esta magnífica actividad y documentamos a continuación el discurso que se pronunció allí:
¡Proletarios de todos los países, uníos!
Discurso de la Liga Roja (Alemania) en la concentración en Viena para celebrar el 80.º aniversario de la liberación
Queridos compañeros y amigos,
Es un gran placer y un honor para nosotros, como revolucionarios de Alemania, poder participar hoy aquí. Agradecemos mucho la invitación y queremos hacer una breve declaración sobre esta ocasión tan solemne.
El 8 de mayo es un día de celebración cada año, pero hoy, cuando se conmemora el 80º aniversario de la liberación, es también un asunto muy especial. Es un día en el que nadie puede evitar tomar una posición.
La victoria sobre los fascistas de Hitler es algo que todos los verdaderos antifascistas deben celebrar. La derrota de la Alemania nazi es la victoria de la clase obrera internacional y de los pueblos del mundo. La caída del llamado Tercer Reich dio lugar a la creación de un verdadero Estado antifascista durante algunos años, la República Democrática Alemana, que es el único Estado en suelo alemán que ha servido verdaderamente a los intereses del pueblo alemán. El 8 de mayo es el día de la liberación para todos los que están en contra del imperialismo y la reacción. Es el día de nuestra victoria.
Pero en la Alemania actual, donde solo hay un estado, la llamada República Federal de Alemania, no se celebra de manera grandiosa. La RFA, que ha anexionado la RDA, ya usurpada por los revisionistas, durante casi 35 años y que se ve a sí misma como el estado sucesor del llamado Tercer Reich, no organizó grandes celebraciones. En Berlín, la gente tiene libre ese día, pero eso tiene más que ver con el hecho de que Berlín tiene menos días festivos que otros estados federados, que con otra cosa. De lo contrario, no hay más que miserables ceremonias de fachada en las que se proclama la “verdad” oficial de que “todos los alemanes somos culpables”, como si no fueran los cientos de miles de comunistas y obreros con conciencia de clase quienes fueron los primeros en ser enviados a los campos de concentración, quienes fueron los primeros en ser perseguidos, torturados y asesinados por los fascistas de Hitler. Los nazis eran las criaturas del capital financiero alemán, la monstruosa creación del imperialismo alemán. Por lo tanto, no es extraño que el Estado de la RFA no quiera celebrar este día, el 8 de mayo. Para ellos, en realidad no es un día de liberación, sino un día de derrota. La RFA es el Estado de las mismas fuerzas oscuras que invocaron el llamado Tercer Reich, es el Estado del capital financiero, el Estado de los imperialistas.
Hoy, donde la militarización avanza sin freno, donde el Ministerio de la Guerra recibe nuevamente casi ilimitados recursos financieros, donde se le dice a la población que toda la sociedad debe volverse “apta para la guerra”, esto no es más que revanchismo. Es la misma belicista, es el mismo espíritu, la misma locura inherente al imperialismo que los nazis promovieron en su momento. El ataque a los derechos cívicos y democráticos, la negación de la libertad de reunión y de expresión, la cada vez más abierta actividad política de los servicios de inteligencia y de la policía: esta lista podría continuar casi indefinidamente, sigue la misma lógica que la de los fascistas de Hitler: para desatar una guerra, los reaccionarios primero deben atacar a su propio pueblo. No es de extrañar que hoy no celebren.
Es aún más irónico que todos aquellos que se presentan como «antifascistas», aquellos que nunca se cansan de salir a la calle para combatir el «peligro de la derecha», no salgan a las calles para celebrar este día de liberación. Es aún más vergonzoso que todos los partidos y organizaciones «revolucionarios» que han participado con todas sus fuerzas en el circo electoral no hayan organizado una gran manifestación a nivel nacional para celebrar este día. Debemos decir con autocrítica que, lamentablemente, no hemos tenido la fuerza para hacerlo, pero ellos sí: han gastado cientos de miles de euros en la «campaña electoral», han llenado ciudades enteras con carteles para obtener un puñado de votos y han utilizado innumerables horas de trabajo de sus seguidores para hacer propaganda electoral, pero no han hecho nada para hacerse notar en la cuestión de celebrar el 80º aniversario de la liberación.
Pero, tampoco es sorprendente. La “antifa estatal” es la más leal de todos los seguidores de la RFA, que quieren a toda costa proteger su existencia parasitaria en el Estado imperialista alemán. Los revisionistas y oportunistas de toda índole no quieren grandes celebraciones porque saben que no pueden controlarlas, saben que allí se celebraría a aquellos que nos han ganado este día con su valioso sangre. Los revisionistas y oportunistas temen este día, porque el día de la liberación es el día de la victoria del Ejército Rojo, es el día de la victoria del estado de la dictadura del proletariado, es el día de la victoria de la Unión Soviética, es el día de la victoria de los partisanos con los comunistas a la cabeza. Celebrar el 8 de mayo, celebrar el día de la liberación, es celebrar a los vencedores, y no se puede celebrar a los vencedores sin la fuerza que lideró el Ejército Rojo y el estado soviético, que los comunistas en todo el mundo entendieron como su vanguardia: el Partido Comunista de la Unión Soviética (Bolchevique). Cualquier celebración del día de la liberación que no mencione el nombre del líder del PCUS (B), del comandante del Ejército Rojo, del líder de la Unión Soviética y del líder de todos los comunistas del mundo en ese momento, es hipocresía y un miserable regateo con la sangre de millones de antifascistas. Los revisionistas y oportunistas ni siquiera se atreven a pronunciar su nombre. Nosotros sí. Hoy honramos al Camarada Stalin, ¡el terror de los fascistas y de todos los falsos «comunistas»!
Compañeros, antes de concluir, es importante para nosotros decir algo, especialmente porque estamos en un país donde decenas de miles de hijos del pueblo dieron su vida por la liberación de los fascistas de Hitler y su sueño chauvinista de «Gran Alemania».
Honramos a los partisanos que, con el juramento de “¡Libertad!”, trajeron la muerte a los ocupantes. Saludamos a la vanguardia de la clase obrera austriaca, el glorioso Partido Comunista de Austria, el destacamento del combate por la liberación nacional, especialmente a los 12 héroes del Comité Central. Ayer como hoy, “Gran Alemania” es la bandera de los fascistas, la bandera de la peste y de la muerte, la bandera de la maldita esvástica.
La bandera del internacionalismo, la bandera de la firme e inquebrantable amistad de los pueblos de Austria y Alemania, es nuestra bandera, la bandera roja con el martillo y la hoz. Esa, compañeros, es también la bandera de la victoria, la bandera del día de la liberación bajo la cual nos unimos hoy.
¡Viva el día de la liberación!
¡Muerte al fascismo!
¡Muerte al imperialismo alemán!
¡Gloria a la Unión Soviética, al Ejército Rojo y al camarada Stalin!
¡Gloria a los partisanos!
¡Gracias por su atención!
Liga Roja, 8 de mayo de 2025