
FFPS: “Primero América” significa “Primero la guerra dirigida por EE.UU.”
A continuación compartimos una traducción no oficial de un comunicado publicado por Amigos del Pueblo Filipino en Lucha (FFPS).
Los Amigos del Pueblo Filipino en Lucha (FFPS) condenan firmemente la continua belicosidad de EE. UU. en Asia-Pacífico y la persistente financiación de crímenes de guerra en Filipinas por parte de la administración Trump. A pesar de la suspensión de Trump a “toda ayuda exterior”, EE.UU. descongeló la ayuda militar a Marcos Jr. y otros agentes y aliados despóticos de EE. UU., mostrando que “primero América” en realidad significa “primero la guerra dirigida por EE.UU.”.
El 20 de enero, Donald Trump impuso una suspensión de 90 días a los “programas de ayuda exterior” a la espera de una revisión de su “eficiencia” y de si están “en línea con la política exterior de EE.UU.” Esto incluyó principalmente mecanismos de «poder blando» como la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). USAID ha sido utilizada globalmente para promover políticas económicas, influencias políticas y culturales favorables a EE.UU. Como resultado, muchos países del Sur Global se han visto obligados a depender en gran medida de USAID para servicios de salud esenciales y programas de alimentación. La abrupta suspensión de dicha ayuda pone a las personas en riesgo de hambre y enfermedades, destacando la podredumbre del imperialismo estadounidense, que prioriza las ganancias sobre las personas mientras intenta afirmar su dominio a través de la coerción y medios militares.
Esto se pone de manifiesto con el descongelamiento de $5.3 mil millones en ayuda para uso militar, operaciones de “contrainsurgencia” y “antinarcóticos”. Una gran parte de esta ayuda militar descongelada irá a aliados estratégicos y agentes de EE.UU., como Filipinas e Israel, que han cometido innumerables crímenes de guerra en línea con los intereses imperialistas de EE.UU. Mientras tanto, los países que dependen en gran medida de USAID son presionados aun más para someterse al imperialismo estadounidense.
Las Fuerzas Armadas de Filipinas (AFP) recibirán $336 millones solo para la “modernización” de sus fuerzas. Los fondos de “modernización” podrían llamarse fondos de “ley marcial”, ya que la administración de Marcos respaldada por EE.UU. y la AFP los utilizan para imponer una ley marcial de facto en las áreas rurales de Filipinas. Los campesinos y otros civiles enfrentan arrestos arbitrarios, secuestros, torturas y asesinatos, mientras que muchas aldeas enteras están siendo sometidas al “hamletting”, convirtiéndolas de forma efectiva en campos de prisioneros, y las bombas y piezas de artillería suministradas por EE.UU. golpean indiscriminadamente áreas civiles, destruyendo tanto la tierra como la vida.
Los bombardeos aéreos reportados y el tiroteo indiscriminado por parte de la AFP en Mindoro Oriental y la provincia de Bukidnon a principios de marzo son solo los últimos casos en una serie de violaciones del Derecho Internacional Humanitario (DIH). Una abrumadora cantidad de pruebas presentadas al Tribunal Internacional de los Pueblos 2024 declaró culpables a los regímenes de Marcos Jr. y Duterte de crímenes de guerra contra el pueblo filipino y destacó la complicidad de EE. UU. en estas violaciones del DIH.
Ya sea a través de USAID, ayuda militar u otros medios, Trump—al igual que administraciones anteriores—solo representa a la clase capitalista monopolista gobernante de EE. UU. que lucha por afirmar el dominio del imperialismo estadounidense en el mundo y proteger sus ganancias. A medida que los pueblos del mundo enfrentan un mayor riesgo de hambre, epidemias, genocidio y otros ataques por parte del imperialismo estadounidense y la guerra liderada por EE.UU., hay una necesidad urgente de fortalecer nuestra lucha contra la dominación imperialista de EE.UU.
Es esencial que todos los antiimperialistas se vinculen y apoyen las diversas luchas de liberación nacional en todo el mundo que están afirmando su derecho a la genuina independencia y autodeterminación. En Filipinas, el movimiento revolucionario, representado por el Frente Democrático Nacional de Filipinas (NDFP) y sus organizaciones aliadas, es la fuerza más fuerte que lucha contra el imperialismo estadounidense y evita que este utilice a Filipinas como un trampolín para una mayor agresión en Asia-Pacífico. Ninguna retórica vacía de “primero América” y guerra liderada por EE.UU. puede resistir a un pueblo unido por la genuina liberación nacional y social.