
Finlandia: ¡Construir el Frente Antiimperialista para la Revolución!
Compartimos una traducción no oficial de un comunicado publicado por el Consejo Editorial de Punalippu.
¡Proletarios de todos los países, uníos!
¡Construir el Frente Antiimperialista para la Revolución!
107 años de la Revolución Proletaria de 1918 de Finlandia
Al comienzo del siglo XX el capitalismo se desarrolló a su fase superior, el imperialismo, que se define por tres características fundamentales: este es 1) capitalismo monopolístico, 2) capitalismo en descomposición o parasitario y 3) capitalismo moribundo en la víspera de la revolución proletaria. La primera guerra mundial imperialista estalló en 1914 y la izquierda en el movimiento obrero internacional luchó para oponerse a la guerra reaccionaria con la guerra civil revolucionaria. En las primeras líneas destacó el Partido Bolchevique de Lenin y Stalin en Rusia, que dirigieron la Gran Revolución Socialista de Octubre en 1917. La ola de revolución se extendió también a Finlandia, llevando a la huelga de noviembre, entre otras, en la que las masas exigieron firmemente el poder para la clase obrera; así como se desarrolló la guerra de guerrillas, en la que el proletariado tomó las comisarias de policía y otras instituciones locales de poder y confiscó alimentos y armas. La reacción en Finlandia entró en pánico. La Revolución de Octubre otorgó libertad a todas las naciones oprimidas por el imperialismo ruso, incluyendo Finlandia, cuyos carniceros 1 solicitaron la independencia de la Rusia socialista para mantener la dictadura de la burguesía en Finlandia, a la cual los bolcheviques, que apoyaban consecuentemente el derecho de las naciones a la autodeterminación, aceptaron sin ninguna ilusión, y al mismo tiempo los carniceros finlandeses llegaron a un acuerdo con el imperialismo alemán para aplastar el movimiento obrero en Finlandia, vendiendo la joven independencia al gran ladrón alemán. El Partido del proletariado dudó, porque no fue liderado por una línea revolucionaria sino una línea de consolidación con la derecha, y por lo tanto perdió la iniciativa, que tomaron los carniceros, declarando el “firme orden de la ley” en el país en el 12 de enero de 1918, que comenzaron a aplicar con las armas de guardias carniceros. La clase obrera respondió el 27de enero iniciando la guerra revolucionaria. La Revolución Proletaria duró 108 días de honor hasta los 15 de mayo. La gente revolucionaria pagó con orgullo y sin dudar una preciosa ofrenda de sangre: 6.000 cayeron en la batalla, 9.000 fueron ejecutados y 12.000 murieron en los campos de concentración. Sin una pizca de derrotismo, el proletariado fundó el Partido Comunista de Finlandia el 29 de agosto, declarando: “La fuerza de los obreros está bajo una horrible opresión de clase, pero no está derrotada, no está rota. Se va a levantar de nuevo”.
En el 107º Aniversario de la Revolución Proletaria de Finlandia reafirmamos nuestra sujeción a nuestra ideología, el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente maoísmo, con los aportes de validez universal del presidente Gonzalo; nuestra lealtad completa a los héroes de la clase de la Revolución Proletaria; y nuestro compromiso inquebrantable con nuestra tarea de reconstituir al Partido Comunista de Finlandia para la Guerra Popular, para llevar a cabo una revolución socialista en Finlandia como parte y al servicio de la Revolución Mundial.
Saludamos al proletariado internacional y a los pueblos del mundo, a la Liga Comunista Internacional y a los Partidos Comunistas, especialmente al Partido Comunista del Perú, al Partido Comunista de Turquía/Marxista-Leninista, al Partido Comunista de India (Maoísta) y al Partido Comunista de Filipinas, que lideran las Guerras Populares en sus respectivos países, y saludamos a la Liga Antiimperialista internacional y las luchas antiimperialistas en todo el mundo, especialmente la lucha campesina que se está intensificando en Brasil y la lucha armada de la resistencia nacional del pueblo de Palestina, que forzó a los lacayos sionistas del imperialismo yanqui a retirarse y hacer un acuerdo de alto el fuego; resistencia que aún continúa contra la creciente ofensiva sionista en Cisjordania.
Hoy, 107 años después de la revolución proletaria, nosotros que queremos mantenernos fieles a la Revolución Proletaria, debemos ser claros sobre la realidad en la que vivimos. No solo vivimos en la era del imperialismo y la revolución proletaria, sino que dentro de esto estamos en la ofensiva estratégica de la Revolución Proletaria Mundial, en la que nos enfrentamos a la ofensiva contrarrevolucionaria general por parte del imperialismo, el revisionismo y la reacción mundial dirigida por el imperialismo yanqui, que será derrotado por la contraofensiva marxista-leninista-maoísta, pensamiento Gonzalo, que surge del proceso de reunificación de los comunistas del mundo en lucha contra la dispersión causada por el revisionismo, encarnada hoy en la Liga Comunista Internacional como una victoria importante contra la dispersión, y avanza con las Guerras Populares del mundo como su eje estratégico y las Guerras Populares próximas y procesos para (re)constituir los Partidos Comunistas para las Guerras Populares. Esta visión estratégica es crucial para tener la base correcta para comprender la construcción comunista en Finlandia.
De acuerdo con esto, el desarrollo de la lucha antiimperialista es una tarea importante para la revolución. Aquí primero debemos partir de una firme comprensión de que el imperialismo no es más que la fase superior capitalismo, de lo cuál resulta que la lucha antiimperialista no es más que una lucha contra el capitalismo en su fase superior. Esto permite el manejo correcto de la lucha antiimperialista en Finlandia como lucha contra el orden mundial imperialista en general, lo que equivale a la lucha por la revolución socialista en Finlandia. En segundo lugar, debemos entender bien que la lucha contra el imperialismo sin una lucha implacable e inseparable contra el oportunismo es un servicio vacío y cosmético, lo que exige que vayamos a las masas hondas y profundas aplicando esto a nivel internacional (el papel de las naciones oprimidas) en Finlandia también.
Desde el punto de vista de la Revolución Mundial, que es el principal punto de vista, debemos entender que las naciones oprimidas son los centros de la tormenta de la Revolución Mundial, en comparación con lo cuál, la Finlandia imperialista es periferia. El avance de la Revolución Mundial es una condición importante para la gran agudización de la situación en Finlandia, que no niega el papel de las fuerzas subjetivas o que en la ofensiva estratégica de la Revolución Mundial, la situación revolucionaria se desarrolla de forma desigual en el mundo. Las Guerras Populares son el eje estratégico de la Revolución Mundial y la Revolución Mundial se desarrolla y la crisis general del imperialismo se profundiza librando más Guerras Populares, lo cuál también se refleja en Finlandia. Además, es importante comprender el papel de diferentes luchas armadas antiimperialistas en el mundo en su relación con la Guerra Popular, porque en primer lugar debilitan el imperialismo y desarrollan la lucha popular, en segundo lugar, sus limitaciones demuestran la necesidad de desarrollar la Guerra Popular dirigida por los Partidos Comunistas para desarrollar la lucha armada hasta la victoria.
Por lo tanto, solo siguiendo de cerca la visión estratégica que presentamos aquí, es posible comprender la Revolución Mundial como una condición para la revolución finlandesa, que es una condición previa para asir activamente y comprender clara y consecuentemente las tareas básicas de la solidaridad internacional. La cuestión de apoyar la Revolución Mundial y las Guerras Populares no es una cuestión moral abstracta sino también una cuestión de avanzar concretamente en la revolución en Finlandia.
Además, una característica fundamental del imperialismo es la división en las naciones opresoras y oprimidas, y las superpotencias y las potencias imperialistas luchan por la redivisión del mundo con las naciones oprimidas como el botín. El imperialismo finlandés maneja esta cuestión muy conscientemente. Su línea de actuación desde hace mucho tiempo es estar “entre Oriente y Occidente”, lo que significa hoy principalmente colusión con la única superpotencia hegemónica, el imperialismo yanqui contra el imperialismo ruso. Bajo “realismo basado en el valor”, en colusión con el imperialismo yanqui, desea una mayor penetración en las naciones oprimidas del “sur global” en todo el mundo, dentro de la lucha del “occidente global” que predica su “democracia” contra el “oriente global”, que es etiquetado como “autoritario”. Como cada cruzada, el imperialismo finlandés trata de enmascarar su saqueo internacional como una misión moral.
El imperialismo finlandés saquea los recursos naturales, desplaza a los campesinos de sus tierras y desarrolla el capitalismo burocrático en todos los continentes. Al interferir en conflictos, destruir el medio ambiente, en general empeorando las condiciones de vida, el imperialismo finlandés de forma directa juega un papel en causar los movimientos migratorios mundiales, que los imperialistas usan conscientemente. El imperialismo finlandés apoya regímenes reaccionarios y genocidas en todas partes donde se beneficia de ellos y se opone a ellos cuando no lo hace. Pero el imperialismo no es solo una cuestión de tierras distantes. En el norte, Finlandia es parte de la colonización de la nación Sámi. En la costa sur del Golfo de Finlandia, Estonia es una nación oprimida, donde se ha exportado mucho capital finlandés y, por otro lado, los obreros migrantes de Estonia son una parte importante de la clase obrera en Finlandia. El imperialismo finlandés se esfuerza por aumentar su poder regional mediante una intensa militarización, que en parte tiene como objetivo garantizar su popularidad ante el imperialismo yanqui. Hoy, la reacción dice claramente que no vivimos en tiempos de paz y, por esta razón, se militariza, transforma a toda la sociedad para ir a la guerra. El pensamiento predominante se caracteriza por esa “seguridad nacional” que es una palabra mágica con la que se abren todas las puertas bancarias y se despejan todos los obstáculos legales y otros. La militarización desenfrenada del imperialismo finlandés se manifiesta con compras de recursos bélicos a gran escala, iniciativas legales militarista y en el nivel ideológico como agitación chovinista para enarbolar la falsa “unidad nacional” soñada por la burguesía. Se manifiesta como políticas duras en la frontera oriental y en el Golfo de Finlandia.
Es una tarea antiimperialista oponerse a la opresión nacional imperialista y a la división del mundo por parte de los imperialistas. Esta lucha sirve para unirse con las naciones oprimidas y los pueblos revolucionarios del mundo. Esto es la base de la estrategia de la Revolución Mundial, que se enfatiza aun más por el hecho de que la mayoría de la humanidad vive en las naciones oprimidas. Sin esto, la revolución proletaria es débil, porque no tiene su aliado más importante: los movimientos de liberación nacional. Esto enfatiza aun más que la primera condición de la lucha revolucionaria en Finlandia es establecer el internacionalismo primero. La solidaridad internacional y la explotación de los monopolios finlandeses en todo el mundo no son una cuestión de solidaridad internacional abstracta sino una necesidad básica de la revolución proletaria.
Además, cuando se trata de la guerra imperialista y los preparativos de la guerra, que son parte de la lucha de los imperialistas por la redivisión del mundo, el marxismo nos enseña que nos oponemos al estallido de tal guerra, pero le tenemos miedo sino que nos enfocamos en las Guerras Populares, porque solo de ésta puede surgir el poder del proletariado. Centrarse en el movimiento por la paz en lugar de la Guerra Popular significa capitulación de la revolución. En el peor de los casos, significa colocar la esperanza en un imperialista competidor, como Rusia, que debería “liberar” a Finlandia del orden militarista. Esta es una vieja historia que los revisionistas soviéticos solían predicar, promocionando los “tres pacíficos” para el Movimiento Comunista Internacional para hegemonizar el mundo con sus “tanques de paz”. Hoy vivimos en tiempos de guerra y, por lo tanto, es especialmente necesario enfatizar la preparación para la guerra, lo que significa la preparación para librar la Guerra Popular. En un momento como este, la preparación para la guerra debe entenderse como una tarea urgente que exige estudiar bien la tesis de la militarización de los Partidos Comunistas por el Presidente Gonzalo. Sin tal línea, no es posible servir uniéndose firmemente con las naciones oprimidas y los pueblos del mundo, sin mencionar la preparación de la revolución en Finlandia.
El belicismo o la opresión de las naciones por el imperialismo finlandés no se debe a que sea particularmente malvado, sino por la base económica del imperialismo. A medida que el capitalismo se desarrolla en imperialismo, el capital financiero, que es el capital industrial monopolístico fusionado con el capital bancario, se convierte en la forma principal de capital. La lucha contra la explotación del capital financiero está en el corazón de la lucha antiimperialista, no al margen. Partiendo de una lucha implacable e inseparable contra el imperialismo y el oportunismo, debemos subrayar una vez más ir a las masas hondas y profundas, más allá de la aristocracia obrera que es el apoyo social (no militar) más importante para el poder de la burguesía, la piedra angular de la falsa “unidad nacional” soñada por el imperialismo.
En su desesperada lucha contra la revolución, el imperialismo tiene la necesidad de aumentar la división de la clase en dos, en la aristocracia obrera y las verdaderas masas, y el capital financiero entrelaza la aristocracia obrera con su propio sistema. El poder del capital financiero se extiende al máximo a través del sistema de acciones, en el que las pequeñas inversiones, el llamado “capitalismo popular”, juegan un papel considerable, que no solo aumenta la cantidad de capital controlado por el capital financiero, sino también también vincula la aristocracia obrera y otras capas intermedias del pueblo directamente para financiar capital. La aristocracia obrera también está vinculada al capital financiero en las compañías de seguros de pensiones controladas corporativamente, que son algunos de los mayores propietarios de capital financiero en Finlandia. El aumento en la acumulación de capital de esas compañías está directamente vinculado a cuestiones de la estructura de la población, porque el llamado empeoramiento del índice de dependencia de la vejez significa que son más aquellos que reciben pensiones y menos aquellos que pagan un seguro de pensión. Una solución a esto es elevar la edad de la jubilación, lo que significa aumentar la explotación, porque las pensiones son salarios pospuestos. Otra solución es apoyar el crecimiento de la población, lo que significa no solo luchar contra la baja fertilidad sino también por aumentar la inmigración.
Al mismo tiempo, con el crecimiento del capital financiero y la aristocracia obrera ocurre el crecimiento de la miseria en el polo opuesto, en las masas más hondas y profundas. La explotación aumenta y la cantidad de masas que viven en la miseria crece. La racionalización del trabajo con la nueva tecnología, la elevación de la edad de jubilación y el uso de la inmigración para reducir el valor de la fuerza de trabajo son algunos de los medios para aumentar la explotación. Las masas que no se han “integrado” a la sociedad imperialista en Finlandia, que no se identifican con esta sociedad, que no tienen nada que perder con ella, crecen. Sufren racismo, desprecio y el desdén, sus demandas no se escuchan en el debate público. Los derechos económicos, políticos y educativos prometidos oficialmente por la sociedad no son para ellos sino contra ellos. Algunos de ellos trabajan en las llamadas relaciones laborales “informales”, sin ninguna habilidad lingüística, algunos enfrentan la trata de personas y la esclavitud. Junto con el crecimiento de esta miseria, aparecen otros aspectos que se vuelven más brutales: drogas, violencia, criminalidad, que se concentran en una pequeña parte pero tienen una amplia influencia.
La lucha contra la explotación llevada a cabo por el capital financiero es la parte más esencial de la lucha antiimperialista y apunta a un programa completo de una variedad de cuestiones sociales. La piedra angular de esta cuestión es ir a las masas más hondas y profundas, que también es la clave en asuntos actuales como la lucha por los salarios, en la que la línea antiimperialista se opone a las tácticas que tienen como objetivo pacificar a las masas por parte de los dirigentes sindicales, quienes se basan en la aristocracia obrera y actúan como los secuaces del capital.
Las cuestiones democráticas también son una parte esencial de la lucha antiimperialista. Entre las masas más hondas y profundas, especialmente entre las masas inmigrantes, existen demandas democráticas considerables: igualdad económica, política, educativa y otros derechos. La diferencia en los derechos fragmenta a la clase, debilita su disposición para luchar. La lucha por estas demandas es parte de la lucha revolucionaria. Algunas de las demandas están dentro del marco democrático-burgués, pero al final la democracia burguesa misma causa la diferencia en los derechos. La democracia burguesa significa los derechos formales, pero las diferencias de clase causan la diferencia en la forma en que se realizan, de modo que al final hay democracia solo para la burguesía. La riqueza o la posición afectan las posibilidades de usar, por ejemplo, la libertad de expresión, que, por ejemplo, la falta de dominio del finlandés amplifican. Por lo tanto, la lucha por la democracia en Finlandia no puede ser una lucha por la democracia burguesa como los revisionistas y los oportunistas que proponen, sino la lucha por la democracia proletaria, que es el punto de partida para establecer el camino en por ejemplo la lucha antifascista.
Esto es de creciente importancia ya que los derechos democráticos están bajo un ataque creciente. Los preparativos de la guerra imperialista significan el empeoramiento de la crisis de la democracia burguesa, ataques cada vez más duros contra los derechos democráticos, una persecución cada vez más dura de los revolucionarios. La lucha incesante por los derechos legales, por supuesto es necesaria y sirve a desarrollar la lucha contra la orden vigente. Como parte de esto, los derechos en la constitución finlandesa y los acuerdos internacionales, como la libertad de opinión, la libertad de expresión y la libertad de reunión, el derecho al juicio justo y los derechos de los prisioneros políticos y los prisioneros de guerra deben enfatizarse en particular. Pero en la dictadura de la burguesía, la burguesía tiene el poder de toma de decisiones, no el pueblo, y por lo tanto sería inaceptable no prepararse para la usurpación del derecho a actuar públicamente. Además, los hechos ya muestran que incluso las demandas democráticas más básicas, como oponerse a la libertad de acción de los fascistas, exigen la oposición violenta a la dictadura de la burguesía, que acelera la crisis de la dictadura de la burguesía.
Estas son algunas de las cuestiones fundamentales para la revolución en Finlandia como parte de la Revolución Mundial y en esta ocasión queremos reafirmar particularmente la cristalización realizada por el Presidente Mao: “El internacionalismo proletario es el espíritu del comunismo”. El Frente Revolucionario en Finlandia no puede desarrollarse de otra manera que no sea como frente antiimperialista y manteniendo decididamente la visión antiimperialista y desarrollando la lucha antiimperialista en su variedad y en su conjunto para servirle, y no como piezas separadas. Esta es la lección que queremos destacar hoy, en el 107º Aniversario de la Revolución Proletaria de Finlandia, que celebramos como parte de la lucha por reconstituir el Partido Comunista de Finlandia.
¡La Revolución Proletaria de Finlandia de 1918 vive en nosotros!
¡Reconstituir el Partido Comunista de Finlandia!
¡Adelante con la construcción del frente antiimperialista!
¡Gloria eterna al Presidente Gonzalo!
Consejo Editorial de Punalippu
Enero de 2025