Reunión dirigida por EE.UU. en Beirut. Continúan los crímenes de guerra por parte de Israel
Imagen de cabecera: ataques aéreos en Líbano el domingo por la tarde. Fuente: Palestine Chronicle
En medio de la guerra de agresión contra el estado soberano de Líbano, hoy tuvo lugar una reunión en Beirut entre los oficiales libaneses y un enviado especial de Estados Unidos, Amos Hochstein. De acuerdo con sus palabras: “EE.UU. quiere acabar este conflicto tan pronto como sea posible, y eso es en lo que estamos trabajando. Estamos trabajando con los estados de Líbano e Israel para lograr una fórmula para acabar este conflicto de una vez por todas. El cometido que tenemos es resolver el conflicto basándonos en la Resolución 1701 de la ONU”. Por tanto, EE.UU. quiere “desvincular el frente libanés de la guerra de Gaza”, lo que concretamente significa hacer decrecer la influencia de Hezbollah dentro del Estado libanés y reforzar la capitulación y las fuerzas vendepatria. Por tanto, también proponen en la resolución, que el sur de Líbano esté libre de cualquier soldado o arma que no sea del Estado libanés, lo que sería un golpe a las tropas de Hezbollah, que aún siendo de facto parte del Estado, deberían abandonar las armas o combatir bajo el mando de los imperialistas.
El 19 de octubre, el Ministerio Libanés de Sanidad informó que 2.448 libaneses habían sido asesinados, y 11.471 heridos desde el inicio de la agresión israelí en Líbano. El Comité de Emergencia del Gobierno Libanés anunció el 16 de octubre de que habían ahora 1.059 refugios de los cuales 876 estaban al máximo de su capacidad. Aproximadamente 50.000 familias han sido desplazadas hacia refugios, con un total de más de 1,2 millones de personas desplazadas. Además, desde el 23 de septiembre al 14 de octubre, 326.467 sirios y 124.225 libaneses hacia Siria.
El ejército israelí ha llevado a cabo múltiples allanamientos el domingo por la tarde en el sur de Beirut, al este del valle de Bekaa y al sur de Líbano. Según el Ministerio Libanés de Sanidad, estos ataques aéreos resultaron en la muerte de al menos 16 personas, y 59 fueron heridos en 24 horas. La prensa libanesa informó que instituciones financieras, específicamente Al-Qard y Al-Hassan, fueron atacada en Hermel y Baalbek. En total, alrededor de 13 ataques aéreos fueron llevados a cabo en el sur de Beirut, afectando a vecindarios como Mreyjeh, Haret Hreik, Hay al-Sellom, Burj al-Brajneh, y Ghobeiri. Al atacar las instituciones, los genocidas ni siquiera dijeron, tratando de esconderse, que habían atacado “terroristas”, sino que justificaron este asesinato de civiles con la aserción de que estas organizaciones de micro-créditos lo financiarían. Además, tres soldados del Estado libanés han sido asesinados, también por ataques israelíes, en el sur de Beirut, lo que constituye, de nuevo un crimen de guerra, siendo fuerzas armadas de un Estado soberano, atacado sin previo aviso y sin declaración de guerra por parte de otro Estado.
Mientras tanto, se informó que el ejército israelí dinamitó casas en la aldea libanesa del sur, Aita al-Shaab.
Esto se une a la larga lista de crímenes cometidos por el Estado de Israel en su agresión sobre Líbano. Muchos de éstos son crímenes de guerra. Durante el último fin de semana, las fuerzas israelíes atacaron varias veces a las fuerzas de FINUL: el miércoles 16, un tanque israelí disparó a un puesto de los cascos azules en el sur de Líbano. Varios días después, se informó que un “bulldozer del ejército demolió deliberadamente una torre de observación y una valla del perímetro de una posición de la ONU”. FINUL recordó que “todos los actores están obligados a asegurar la seguridad del personal de la ONU, y de la propiedad, y respetar la inviolabilidad de las propiedades de la ONU en todo momento” y que este ataque es considerado “una violación flagrante de las leyes internacionales”.
La resistencia libanesa también ha respondido a la agresión. Una casa importante en Israel fue atacada por un dron de Hezbollah tras el asesinato de Sinwar – la residencia privada del Primer Ministro Israelí, Benjamin Netanyahu, en la ciudad de Cesarea, Haifa. Se dice que varios cohetes enviados al norte de Israel poco después fueron una distracción para el ataque del sábado por la mañana, cuando el líder genocida no se encontraba en casa.
Desde que Israel iniciara sus operaciones terrestres, Hezbollah ha afirmado que ha provocado un daño considerable a las fuerzas israelíes. La organización dice haber eliminado 55 soldados israelíes, herido más de 500, y destruido más de 20 tanques Merkava. Sólo en las últimas 24 horas, 23 soldados israelíes fueron heridos en diferentes operaciones por la resistencia libanesa. Además, las actividades militares de Hezbollah han escalado más allá de la frontera, habiendo ahora misiles impactando sobre infraestructura y objetivos militares vitales en el norte de Israel, incluyendo ciudades como Kiryat Shmona y Safad. Por el momento, el plan de Hochstein está lejos de lograrse. Hoy, Hezbollah lanza múltiples ataques con cohetes hacia objetivos israelíes, incluyendo tres ataques aéreos sobre Marjayoun, así como los barracones de Kil’aa, Ma’alot-Tarshiha, el cruce de Kfar Kila, el triángulo Rb Thalathin–Odaisseh–Marjayoun, Campo 100, el asentamiento de Karmiel,y Jabal al-Sheikh