
México: Breves iniciando semana
Publicamos una parte del último artículo de Sol Rojo.
Este 1° de octubre tomó protesta como nueva presidente de la república Claudia Sheinbaum Pardo, integrante de Morena quién ha estado fuertemente vinculada con la tecnocracia y el sionismo criminal, hecho particularmente notorio desde su paso como jefa delegacional de Tlalpan y luego como jefa de gobierno de la CDMX. Pero más allá de su juramentación y el besamanos acostumbrado en el presidencialismo mexicano hay que entender qué es lo que sigue para el país. Aquí adelantamos algunas claves de ello para los próximos análisis del movimiento democrático-revolucionario.
Primero. – Sheinbaum ha sido clara al ofrecer la continuidad del modelo impulsado por el oportunista AMLO, y esto hay que observarlo con el uso contrainsurgente que tienen de fondo los programas asistenciales que han derivado en la cooptación y desmovilización de amplios sectores del movimiento y del pueblo trabajador, hecho que continuará apoyado en la práctica del revisionismo y el reformismo sin mayores cambios; esto sin obviar la aplanadora del ejecutivo y el legislativo para la imposición de nuevas contrarreformas (corporativización).
Segundo. – Justamente en esa tesitura, las últimas contrarreformas aprobadas durante el sexenio de AMLO, como la judicial y la de la guardia nacional, llevan al endurecimiento y mayor reaccionarización del régimen que apunta a una mayor centralización política desde donde se tomen y ejerzan las principales decisiones, garantizando a toda costa su cumplimiento, protegiendo la inversión del imperialismo y los intereses de la gran burguesía y el latifundio ahora sacramentados con la anunciada “prosperidad compartida” acuñada por el Banco Mundial (militarización).
Tercero. – La suma de estos dos fenómenos (corporativización y militarización) apuntan siempre a un mismo resultado, el cuál ha sido comprobado históricamente siempre que los procesos del oportunismo, el reformismo o la socialdemocracia llegan a ocupar la gerencia del viejo Estado: la ascensión del fascismo al poder. La reacción no ha renunciado a su plan, basado en tres tareas: la reestructuración del viejo Estado, la redinamización del capitalismo burocrático, y ahogar en sangre y fuego la rebelión de las masas antes de su alumbramiento.
Sin duda, las movilizaciones de este día donde sectores del movimiento popular como la CNTE, la FECSM y otras organizaciones han participado fijando su posicionamiento al respecto anuncian que, pese a la estela de corporativismo y militarización, la lucha de clases continúa y existen formaciones democráticas-revolucionarias dispuestas a profundizarla. ¡Gobierne quien gobierne los derechos del pueblo se defienden!