NOTAS Y MATERIALES SOBRE EL PERÚ CONTEMPORÁNEO (II)
Caracterizando la sociedad peruana contemporánea, el Presidente Gonzalo dice: «… el Perú contemporáneo es una sociedad semifeudal y semicolonial en la cual se desenvuelve un capitalismo burocrático»; carácter que si bien Mariátegui lo definiera en el punto 3 del Programa de la Constitución del Partido es a la luz del marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente del maoísmo que el Presidente Gonzalo ha demostrado cómo el carácter semifeudal y semicolonial se mantiene y desarrollan nuevas modalidades, y particularmente cómo es que se ha desarrollado el capitalismo burocrático sobre esta base en todo el proceso de la sociedad contemporánea, problema de trascendencia para comprender el carácter de la sociedad y de la revolución peruana.
El capitalismo burocrático es una tesis fundamental del Presidente Mao que no es aún comprendida ni aceptada por todos los marxistas en el mundo y que obviamente por razones históricas no fuera conocida por Mariátegui y que el Presidente Gonzalo la aplica a las condiciones concretas de nuestro país. Sustenta que para analizar el proceso social contemporaneo hay que partir de tres cuestiones íntimamente ligadas: los momentos que atraviesa el capitalismo burocrático; el proceso del proletariado plasmado en su más alta expresión: el Partido Comunista; y, el camino que ha de seguir la revolución. Así, pues, nos enseña que en la sociedad peruana contemporánea se pueden diferenciar tres momentos a partir de 1895: I momento. Desarrollo del capitalismo burocrático. Constitución del PCP. Señalamiento y esbozo del camino de cercar las s ciudades desde el campo; II momento. Profundización del capitalismo burocrático. Reconstitución del PCP. Establecimiento del camino de cercar las ciudades desde el campo; y III momento. Crisis general del capitalismo burocrá tico. Dirección del PCP de la guerra popular. Aplicación y desarrollo del camino de cercar las ciudades desde el campo.
Al mismo tiempo plantea que la sociedad peruana contemporánea está en crisis general, enferma, grave, incurable y sólo cabe transformarla a través de la lucha armada como lo viene haciendo el Partido Comunista del Perú dirigiendo al pueblo y, que no hay otra solución.
Luego de lo anteriormente expuesto y para proseguir con nuestra tarea iniciada con NOTAS Y MATERIALES SOBRE EL PERÚ CONTEMPORÁNEO (I), hoy presentamos una intervención del Presidente Gonzalo en la Universidad de Huamanga (Ayacucho, 1974) sobre la Problemática Nacional, lo hacemos para comprender algunas cuestiones fundamentales que tiene que ver con el carácter de nuestra sociedad y el carácter de la revoución. Tema que esta expuesta de manera magistrar, clara y sencilla por el Presidente Gonzalo en el documento que hoy les entregamos.
A continuación el documento:
LA PROBLEMÁTICA NACIONAL
Todo debate se abre para los que opinan,
no para los que callan.
J.C. Mariátegui
La polémica es útil cuando se propone,
verdaderamente esclarecer las teorías
y los hechos, y cuando no se trae a ella
sino ideas y móviles claros.
J.C. Mariátegui.
LA PROBLEMÁTICA NACIONAL
Discurso pronunciado por el Dr. Abimael Guzmán en 1974 en el Sindicato de Docentes
de Huamanga
La Sociedad Peruana Actual
• Carácter de nuestra sociedad.
• Carácter del proceso revolucionario de la sociedad peruana.
El Capitalismo Burocrático
• ¿Qué entendemos por capitalismo burocrático?
• Tres líneas del capitalismo burocrático
La Situación Actual del País
• Condiciones en que surge el régimen actual
• Los planes y el carácter del régimen.
Evidentemente es muy importante analizar la problemática de la sociedad peruana.
Consideramos que es necesario conocerla, por cuanto sin su conocimiento no es posible
comprender los procesos que se dan; si no estamos claros sobre el carácter de la socie-
dad peruana, sobre el proceso que se vive hoy, mal podemos entender lo que representa
la ley de educación o de la ley de minería. Esto es, no es posible comprender el proble-
ma concreto en el país, como el de la educación, sin comprender cuál es el carácter de
la sociedad peruana actualmente y cual la situación política. Lamentablemente muy
poco se conoce sobre la problemática nacional; y más en los últimos tiempos, el Estado
ha montado todo una campaña deformadora de estas cuestiones; por tanto, es más
perentoria la necesidad de analizar estos problemas.
La Sociedad Peruana Actual
Carácter de nuestra sociedad
Planteamos: el Perú es una sociedad semifeudal y semicolonial, ¿qué entendemos por
semifeudal y semicolonial? Veamos estas cuestiones.
Nuestro país en el siglo pasado se emancipó. Hace 150 años, éramos una colonia; vi-
víamos sujetos a una metrópoli (España), no teníamos independencia política. Por otro
lado, a comienzos del siglo pasado era un país feudal, es decir que nuestra sociedad se
basaba fundamentalmente en el trabajo de la tierra que era el sustento de la economía.
Naturalmente había comercio y modalidades industriales incipientes; pero el fundamen-
to económico era la feudalidad. Basada en la existencia de grandes latifundios que
pertenecían a unas cuantas personas, y sobre esta propiedad latifundista se levantaba la
servidumbre, la explotación de los campesinos, quienes por un pedazo de tierra tenían
que prestar servicios personales, labrando la tierra del señor u otros servicios, incluso
doméstico.
Nuestro país era atrasado, donde lo fundamental eran las viejas forma de producción
y modalidades de gobierno totalmente caducas. Nuestro país a comienzos del siglo XIX
tenía dos problemas, los que con variaciones persisten aun: Uno, el problema de la
tierra, el problema de la feudalidad, el de la servidumbre del campesinado levantada
sobre la propiedad latifundista; Dos, el problema de la soberanía nacional, el de que
nuestra nación era una colonia de España.
La emancipación se enfrentó a ambos problemas, lo prueban las luchas de la inde-
pendencia en cuanto a la soberanía; y, los decretos de Bolívar sobre la propiedad terri-
torial y, los debates parlamentarios en los que se planteaba que la emancipación solo
podía asegurarse entregando la tierra a los campesinos, en lo tocante al problema de la
tierra. Pero la emancipación solo implico romper las ataduras con España. Sin embargo,
el país bien pronto fue controlado y luego dominado por Inglaterra. Esta, entonces, gran
potencia capitalista domino en toda América Latina y, por tanto, en nuestro país. ¿Qué
importancia tiene el dominio ingles en nuestro país? Hasta antes de la emancipación
éramos un país feudal y colonial. Cuando nos emancipamos, seguimos teniendo base
feudal pero con cierta independencia política; conformamos una República pese a los
avatares de la emancipación e inicios republicanos. Pero Inglaterra introduce al país
modalidades más altas de desarrollo, modalidades capitalistas, fundamentalmente a
través de su comercio y los ata al comercio mundial, del guano. Esto implica que se
comience a acelerar la destrucción de la feudalidad; el hecho de que Inglaterra traiga
mercancías e introduzca métodos capitalistas acelera, acicatea la destrucción de la
feudalidad. Por otro lado, Inglaterra comienza a controlar e introducir un proceso de
colonización en el país. Así, la dominación inglesa implico el comienzo de un cambio,
el pase hacia la conformación de una sociedad semifeudal y semicolonial en el país.
En este siglo EE.UU. logra desplazar el dominio inglés y convertirse en el amo, allá
por los años 20. Así, nuestro país se ve dominado por otra potencia mundial, pero impe-
rialista; Estados Unidos cuando nos domina es un país imperialista, ha desarrollado un
sistema monopolista, grandes empresas que concentran la economía de país; por otro
lado, es una potencia en expansión colonialista en América Latina y hasta en parte de
Asia.
En estas condiciones de dominio imperialista yanqui, nuestra sociedad evoluciona su
carácter semifeudal, pero no se destruye totalmente, sigue superviviendo. Como bajo el
dominio inglés (especialmente después de la guerra con Chile), se da un mayor impulso
a la destrucción de la feudalidad bajo el desarrollo de una forma de capitalismo ligado a
los grandes monopolios y dependiente del imperialismo. Además de mantener su carác-
ter semifeudal, nuestro país sigue siendo semicolonial; esto es, un país dominado que si
bien tiene independencia política declarada vive bajo el dominio de una potencia impe-
rialista en lo económico, diplomático, cultural y militar que hacen de la independencia
política una cuestión formal.
Así la sociedad peruana, desde el siglo XIX ha evolucionado de una sociedad feudal
a una semifeudal y de una sociedad colonial a una semicolonial. En este largo proceso
tres potencias la han dominado y explotado: Primero España hasta 1824, sin embargo lo
español siguió dominando muchas décadas más. Posteriormente Inglaterra que más
sutilmente nos dominó; que hasta nos fabricó partidos políticos de corte burgués y un
mejor aparato estatal, para sujetarnos mejor con un dominio solapado, más encubierto
pero no menos explotador. Finalmente, EE.UU. que aún nos oprime y explota; imperia-
lismo que, pese a todo lo que se diga, nos domina en todos los planos.
Cuando éramos un país colonial teníamos dos problemas: el problema de la tierra y el
problema nacional. Bajo el dominio ingles éramos una sociedad semifeudal y semico-
lonial, mucho más elemental que la actual evidentemente, y teníamos dos problemas: de
la tierra y el nacional; porque la tierra seguía en pocas manos y la servidumbre seguía
capeando en el país y porque Inglaterra nos dominaba. En este siglo nos domina
EE.UU., seguimos siendo una sociedad semifeudal y semicolonial, mucho más evolu-
cionada que la anterior, indudablemente, pero los problemas básicos del país siguen
siendo dos: el de la tierra y el nacional. El problema de la tierra, porque aun las modali-
dades feudales de explotación superviven y teniendo toda nuestra sociedad: nuestra
mentalidad acientífica y supersticiosa, nuestra ideología en general así como nuestras
relaciones sociales y políticas tienen mucho de feudalidad. El problema nacional porque
somos una nación oprimida; aparentemente libre, pero en el fondo sujeta a las mil
formas.
Sintetizando, la historia patria desde el siglo pasado hasta hoy es la de la lucha de
clases feudal y colonial que, bajo el dominio capitalista inglés y del imperialismo yan-
qui sucesivamente, han evolucionado hasta convertirse y ser en la actualidad una socie-
dad semifeudal y semicolonial con dos problemas básicos no resueltos hasta hoy: el
problema de la tierra y el problema nacional.
Carácter de Proceso Revolucionario de la Sociedad Peruana
Sentado el carácter de la sociedad peruana surge una pregunta ¿cuál es el camino de
la transformación revolucionaria?; en concreto, ¿cuál es el carácter de la revolución
peruana? Hemos establecido que hay dos problemas: el de la tierra y el nacional de
cuya solución deriva la solución del resto de los problemas del país; pues toda la pro-
blemática nacional depende del carácter semifeudal y semicolonial de la sociedad pe-
ruana. Esto quiere decir que, para que la sociedad peruana cambie, se revolucione
verdaderamente, tiene que resolverse esas dos cuestiones: 1) el problema de la tierra,
cuya solución exige barrer la semifeudalidad, pues mientras no se la barra no se resuel-
ve el problema de la tierra; 2) el problema nacional, cuya solución exige barrer con la
opresión imperialista yanqui, pues mientras no se barra este dominio semicolonial no se
resuelva el problema nacional. Así mientras no barramos la semifeudalidad y la semico-
lonialidad no es posible transformar real y verdaderamente la sociedad peruana, pese a
todo lo que nos digan; por lo demás, lo que hoy pregonan no es nuevo, por ejemplo, en
el año 19 de este siglo, ya escuchamos similares cantos de sirenas. En consecuencia, el
proceso de transformación de la sociedad peruana, lo que científicamente se llama
revolución peruana, tiene dos tareas que cumplir: 1) destruir la semifeudalidad y 2)
destruir la semicolonialidad. Estas son las tareas de la revolución peruana en su etapa
primera. Lo anterior significa que la revolución peruana es antifeudal y antiimperialista;
esto es que necesariamente debe destruirse la supervivencia feudal y el dominio del
imperialismo. Por ello, la revolución peruana necesariamente es democrática y nacio-
nal. Científicamente hablando el carácter de la revolución peruana es ser una revolución
democrático-nacional; democrática en cuanto va contra la feudalidad, a destruir las
relaciones feudales del país; y nacional en cuanto es antiimperialista, dirigida a aplastar
la opresión imperialista yanqui. Así, en la actual sociedad peruana semifeudal y semico-
lonial solo cabe una revolución democrático-nacional, antifeudal y antiimperialista.
Analicemos el carácter de la revolución peruana en relación con las condiciones his-
tóricas concretas. Teníamos dos problemas desde el siglo pasado: el de la tierra y el
nacional; pero el siglo pasado y el actual tienen grandes diferencias: en el siglo pasado
no había imperialismo en este siglo sí; en el siglo pasado no había clase obrera interna-
cionalmente convertida en conductora de la revolución, ni había en el país una clase
obrera desarrollada, en la actual tenemos una clase obrera triunfante y en el país una
clase obrera con una larga historia de lucha. Estas son diferencias importantísimas en el
proceso revolucionario de nuestro país.
En el siglo pasado y hasta los años 20 del actual, la burguesía en el país podía condu-
cir el proceso de transformación, por la solución de esos dos problemas. Pero en nuestro
país, desde antes del año 20, se van a producir grandes luchas; heroicas luchas y sucesi-
vos levantamientos campesinos, movilizaciones y luchas estudiantiles y poderosos
grandes combates de la clase obrera; generándose un gran proceso de lucha política en
medio del cual comienza difundirse y aplicarse a nuestra realidad la ideología del prole-
tariado, a través de una extraordinaria figura: José Carlos Mariátegui, cuya labor com-
batiente de hombre pensante y operante marca un hito en la historia al fundar, en 1928
el partido de la clase obrera del Perú, el Partido Comunista. Así pues, este período
36determina un cambio fundamental en nuestra revolución por el cual la burguesía, en las
condiciones de dominio del imperialismo y de existencia de una clase obrera fraguada
en una lucha, ya no puede conducir el proceso revolucionario en nuestro país; pues ya,
ha surgido y se desarrolla la clase obrera que, además de disputarle la dirección a la
burguesía, en la única clase consecuente y capaz de llevar la revolución peruana a su
triunfo. De esta forma, la revolución burguesa en el país tiene dos períodos: 1) la vieja
revolución burguesa que pudo cumplirse hasta comienzos del siglo, bajo dirección
burguesa; y 2) la nueva revolución burguesa o revolución democrático-nacional, o
revolución burguesa de nuevo tipo, bajo la dirección del proletariado que es la única
perspectiva histórica del país. Los burgueses, por razones históricas no han podido
cumplir con su papel en el país; pero después del año 28 insurge el proletariado políti-
camente organizado y arrebata a la burguesía la conducción histórica del proceso revo-
lucionario, como única clase que puede cumplirla. Por tanto, la revolución en el país, la
destrucción de la feudalidad y del dominio imperialista, solo puede cumplirse y partir
del año 28 mediante una revolución democrático nacional y bajo la dirección del prole-
tariado, clase que para cumplir su Rol histórico tiene que unirse con el campesinado en
una sólida alianza obrero-campesina, por ser el campesinado como mayoritaria la fuer-
za principal aunque no dirigente del proceso.
Estos problemas del carácter de la sociedad y de la revolución son de vital importan-
cia, pues adherimos firmemente a la posición de que en el país o el proletariado con su
partido conduce el movimiento o no hay revolución democrático-nacional, no seremos
engañados, directa o indirectamente serviremos a los enemigos de la clase.
Para concluir este tema señalamos que hay otras tesis contrarias a las expuestas, des-
tacando que la tesis de que la sociedad peruana es capitalista es hoy la más peligrosa. Si
el país es capitalista; y si la revolución es socialista; el proletariado y no el campesinado
sería la fuerza principal. Esta tesis cambia a fondo el importantísimo problema del
camino de la revolución; como viéramos hay dos caminos: 1) el de la revolución de
Octubre que es de la ciudad al campo y lo siguen los países capitalistas a través de una
revolución socialista; camino que siguió la vieja Rusia o que hoy tendría que seguir
Francia, por ejemplo y 2) el camino de la revolución china, que es del campo a la ciu-
dad y siguen los países semifeudales y semicoloniales o coloniales mediante una revo-
lución democrático-nacional, camino que hoy sigue Vietnam, entre otros. Por tanto, que
el país sea semifeudal o capitalista, no es simple discusión bizantina, pues si se yerra en
el carácter de la sociedad se yerra en el camino de la revolución y, en consecuencia,
esta no triunfara.
La tesis del carácter capitalista de la sociedad peruana ha sido y es sostenida por el
trotskismo y posiciones cercanas a él, sin embargo tal tipificación comienza a ser soste-
nida por el revisionismo para profundizar más su entreguismo al régimen.
El Capitalismo Burocrático
Este problema es importante para la comprensión de la sociedad peruana, y su desco-
nocimiento es raíz de graves errores políticos; la tesis del capitalismo burocrático la
encontramos en los clásicos y en Mariátegui, aunque en este con otro nombre.
¿Qué Entendemos por Capitalismo Burocrático?
Es el capitalismo que impulsa el imperialismo en un país atrasado; el tipo de capita-
lismo, la forma especial de capitalismo, que impone un país imperialista en un país
atrasado, sea semifeudal, semicolonial. Analicemos este proceso histórico.
¿Cómo se desarrolló el capitalismo en las viejas naciones europeas? Supongamos
Francia; a fines del siglo XVIII era un país feudal, tenia de 20 a 22 millones de campe-
sinos, los obreros y trabajadores no sumaban sino 600 mil, (ahí se puede ver el paso
feudal que tenía); se basaba sobre la servidumbre en sus diferentes formas. Sin embar-
go, en la entraña feudal de Francia se generaron nuevas formas productivas, fabriles,
capitalistas; y una clase, la burguesía fue cobrando cada vez más fuerza, más poder
económico, incluso influencia política. Preguntémonos: ¿Francia era un país sujeto a
otro? ¿Era un país oprimido? No. Francia era una Monarquía absoluta que disputaba
con Inglaterra la hegemonía del mundo; no estaba oprimida por nadie. Sus condiciones
socioeconómicas e históricas la habían hecho desarrollarse así. En esa época, ¿había
imperialismo? No. El imperialismo es de este siglo. Lo que había es países en desarro-
llo capitalista como Inglaterra, por ejemplo; y Francia iba desarrollando independien-
temente una sociedad capitalista. Igual camino siguieron otros países, y cuando llega el
siglo XIX, Francia, Inglaterra, Bélgica, Holanda, etc. y son países capitalistas indepen-
dientes desarrollados.
¿Cuál era la situación de las naciones latinoamericanas en el siglo XIX? Cuando co-
mienza la emancipación de América (1810), las naciones de Europa ya eran poderosas,
en cambio a las latinoamericanas recién empezaban a estructurar sus nacionalidad,
problema que aún no ha concluido. Mas aún, estas naciones, a poco de emanciparse,
caen bajo el dominio de una potencia, Inglaterra; así su capitalismo se va a desarrollar
bajo dominio inglés, como un capitalismo dependiente. Hay, pues, diferencia histórica,
económica y política notoria frente al proceso europeo.
Por otro lado, las burguesías se desarrollan en Latinoamérica se van ligando cada vez
más al país dominante, de tal manera que estas débiles burguesías en vez de desarrollar-
se independientemente, como lo hicieron las europeas, y al servicio de los intereses
nacionales, se irán desenvolviendo con las burguesías sometidas, dependientes, entre-
gadas en cuerpo y alma a las potencias imperialistas (Inglaterra o EE.UU.) en la medida
en que creen hasta convertirse en pudientes y desarrolladas burguesías intermediarias,
como lo muestra la historia de este siglo.
Este último camino es el que se dio en el Perú. Como viéramos, en la segunda década
de este siglo el imperialismo yanqui sustituyo el dominio inglés. Para esto, Estados
Unidos utilizo a sus intermediarios y copo el poder estatal; este es el significado y la
función del golpe estatal de 1919, de Leguía y su oncenio. Este período es clave en el
proceso nacional. Leguía el 19 planteo algunas cuestiones: La reivindicación de los
recursos naturales, la concesión de tierras a quien las trabaja, la reivindicación de las
riquezas naturales, la participación del pueblo a través del plebiscito y el remozamiento
del aparato estatal. Leguía fue el instrumento político directo de Estados Unidos para
impulsar su capitalismo burocrático dependiente en el país, a cuyo fin impulso su pro-
pia burguesía intermediaria desplazando del aparato estatal la ligada a Inglaterra me-
diante una renovación de la burguesía intermediaria que dio en aguda lucha, contra la
llamada oligarquía. De este proceso debemos sacar una lección, entre otras, no basta
que un régimen ataque a la oligarquía o plantee reivindicar las riquezas naturales o
hable de entregar la tierra a quien la trabaja para que se le tenga por revolucionario;
puede tratarse, como cuando Leguía hoy día, de una renovación de burguesía interme-
diaria y desarrollo del capitalismo burocrático.
Así, Estados Unidos comenzó su dominio en el país poco a poco fue introduciéndose
en nuestra economía, cambiando sus formas según las fluctuaciones internacionales y la
correlación de clases dentro del país. En un período el imperialismo norteamericano usa
modalidades capitalistas de Estado, en otro la libre empresa como lo fundamental; en
función de lo cual el Estado, interviene directamente en forma más amplia en el proceso
económico, impulsándolo o pone en primer plano su papel de cautelador de las libres
relaciones de la empresa privada.
Tres líneas del Capitalismo Burocrático
El capitalismo burocrático desarrolla tres líneas en su proceso: una línea terrateniente
en el campo, una burocrática en la industria y una tercera, también burocrática, en lo
ideológico. Sin pretender que estas sean las únicas.
Introduce la línea terrateniente en el campo mediante leyes agrarias expropiatorias
que no apuntan a destruir a la clase terrateniente feudal y su propiedad sino evolucio-
narlos progresivamente mediante la compra y pago de la tierra por los campesinos. La
línea burocrática en la industria apunta a controlar y a centralizar la producción indus-
trial, en el comercio, etc. poniéndolos cada vez más en manos monopolistas a fin de
propiciar una acumulación más rápida y sistemática de capital, en detrimento de la clase
obrera y demás trabajadores, naturalmente, y en beneficio de los más grandes monopo-
lios y del imperialismo en consecuencia; en este proceso tiene gran importancia el
ahorro forzoso a que se somete a los trabajadores, como se ve en la ley industrial. La
línea burocrática en lo ideológico consiste en el proceso para moldear a todo el pueblo,
mediante medios masivos de difusión, especialmente, en la concepción e ideas políti-
cas, particularmente, que sirven al capitalismo burocrático; la ley general de educación
es la expresión concentrada de esta línea, y una de las constantes de esta línea es su
anticomunismo, su antimarxismo, abierto o solapado.
Estas tres líneas forman parte del camino burocrático al cual se opone el CAMINO
DEMOCRÁTICO, el camino revolucionario del pueblo; si aquel defiende la propiedad
feudal, este plantea su destrucción y ante el pago de la tierra opone la confiscación; si
aquel reconoce y fortalece la propiedad industrial imperialista, este la niega y lucha por
su confiscación,; si aquel pugna por sojuzgar ideológicamente al pueblo, este por ar-
marlo ideológicamente; y si aquel persigue al marxismo este sostiene que hay que
guiarse por el marxismo como único instrumento científico para comprender la reali-
dad. Son, pues, dos caminos absolutamente contrarios. La historia del país en este siglo
es la historia de la lucha de estos dos caminos: del camino burocrático, o sea del capita-
lismo sometido al imperialismo, y del camino democrático, del camino de la clase
obrera, del campesinado, de la pequeña burguesía y, en ciertas circunstancias, la bur-
guesía nacional.
Para comprender el capitalismo burocrático es muy útil el estudio y análisis de la dé-
cada del 60, en ella avanzo más el proceso de la destrucción de la feudalidad; en este
período se impulsa la industria y las relaciones capitalistas en el agro. Por otro lado, se
desarrolló grandemente la lucha de clases; el movimiento sindical, el campesino y el
estudiante alcanzaron altos niveles. Así se desarrolló un fuerte movimiento sindical que
en determinado momento tomó locales y jefes como rehenes; el movimiento campesino
también tuvo un gran auge, en el segundo semestre del 63 como un reguero de pólvora
corrió desde el centro del país hasta el sur; y el movimiento estudiantil tuvo bastante
ascenso. En síntesis la lucha de las masas ha vivido grandes experiencias en ese perío-
do, lucha política.
Así mismo, la política partidista tuvo un gran auge; por un lado los partidos políticos
de la reacción entraron en graves dificultades y pugnas llevando a la crisis de la llamada
democracia representativa, anos 67 y 68; por otro lado la izquierda desarrollo una vigo-
rosa vida política, dentro de la cual se libró la lucha entre marxismo y revisionismo,
posteriormente a retomar el camino de Mariátegui como condición para desarrollar la
revolución.
Otro hecho bastante importante y no suficientemente estudiado es el problema de las
guerrillas: año 65, incluso en esta zona se vivió un brote guerrillero. El movimiento
guerrillero en el país es parte del proceso nacional. Es una primera cuestión que hay que
destacar porque sectariamente a veces se pretende considerar que es la simple experien-
cia de un organismo y no se la ve como experiencia del pueblo peruano. Es un movi-
miento íntimamente ligado al proceso político del país, desarrollado según concepcio-
nes pequeño burguesas; es una gran experiencia que necesita ser analizada desde la
posición del proletariado para sacarle lecciones fructíferas.
Es imposible comprender nuestra situación de los años 70 y su perspectiva, sin com-
prender las condiciones concretas de los años 60. Hay una cosa buena: en los últimos
años, la intelectualidad peruana va comprendiendo la necesidad de estudiar la década
del 60. Solo comprendiendo este período estaremos mejor armados ideológicamente,
para comprender la situación actual.
El problema del capitalismo burocrático es importante porque nos permite compren-
der cuál es el camino dominante que el imperialismo imprime en un país atrasado, en
un país semifeudal y semicolonial; comprendiendo este problema estaremos pertrecha-
dos para combatir la tesis del carácter capitalista del país y sus derivaciones políticas.
Para concluir este tema tratemos lo siguiente: algunos sostienen que plantear el capi-
talismo burocrático en el país es desconocer su carácter semifeudal y semicolonial;
dicen que encubiertamente se plantea que el país es capitalista. Este es un error que
desconoce las leyes del desarrollo social de nuestro país y de los países atrasados;
porque, precisamente, el capitalismo burocrático no es sino el camino del imperialismo
en un país semifeudal y semicolonial, sin condición semifeudal y semicolonial no ha-
bría capitalismo burocrático, así, plantear existencia de capitalismo burocrático es
plantear como premisa que el país es semifeudal y semicolonial.
La Situación Actual del País
Condiciones en que surge el régimen actual
¿En qué condiciones surge el régimen actual? reparemos en los fines de la década del
60. ¿Qué pasaba? Problema económico: 67 devaluación monetaria, congelación de
haberes, etc. Crisis económica. Por otro lado, las luchas de masas en ascenso, fuertes
luchas obreras y campesinas, se veía nítidamente que comenzaban a presentarse carac-
teres similares a los dados en los años iniciales de la década; a la vista un futuro ascen-
so del movimiento de masas. En lo político, enfrentamientos y fraccionamientos entre y
en las organizaciones políticas de las clases dominantes; las famosas disputas entre
parlamento y ejecutivo. Además, se acercaban las elecciones dando coyuntura para que
se esclarecieran muchos problemas del país e incluso para que los propios partidos en
disputa, en su afán de acaparar votos sacaban trapitos al sol. Ideológicamente nuestro
país había pasado por un profundo debate de ideas y se había esclarecido bastante bien
lo que es marxismo y lo que es revisionismo; más aún comenzaba a retomarse el ca-
mino de Mariátegui, a aplicarse el marxismo a condiciones concretas del país.
Además de lo dicho hay que destacar dos situaciones:
1) La situación económica del país, esto es el desarrollo del capitalismo burocrático
ya no podía seguir desarrollándose en la forma anterior, urgía su profundización. Nece-
sitábamos abrir más ancha trocha para que avanzara ese proceso en forma del imperia-
lismo; con las formas anteriores no podían avanzar. No olvidemos que hacía muchos
años se discutía el problema agrario, incluso había leyes agrarias: proyecto Beltrán,
leyes de Pérez Godoy y de Belaúnde. Otra cuestión: en el problema industrial la ley del
segundo gobierno de Prado ya era insuficiente y se replanteaba la necesidad de hacer
parques industriales, dar prioridad al papel estatal, planificar etc.; ahí está el plan de
Belaúnde de 1967 al 70 que más aun planteaba la necesidad de cambiar la condición
social del país para construir una nueva sociedad, nacional, democrática, cristiana. En
conclusión, el proceso del capitalismo burocrático necesitaba profundizarse.
2) En el país se daba la llamada democracia representativa pero el parlamentarismo
no satisfacía las necesidades de los explotadores; las masas populares avanzaban con
relativa facilidad poniendo en dificultades, aunque transitorias a las clases explotadoras.
Necesitaban entonces sustituir la modalidad representativa, el parlamentarismo. ¿Era
esto un caso típico que se daba solo en el país? No. La década del 60, implica en Amé-
rica Latina la fragilidad de llamado régimen de democracia representativa, la crisis del
parlamentarismo y por ende la necesidad de sustituirlo por modalidades estatales más
eficaces para la reacción.
En síntesis, la necesidad económica de profundizar el capitalismo burocrático y la
fragilidad del parlamentarismo, en las condiciones señaladas, planteo a las clases explo-
tadas y al imperialismo la necesidad de un nuevo planteamiento político para el país.
Así, el régimen actual surge por necesidades económicas, sociales y políticas de pro-
fundizar el capitalismo burocrático.
Existe actualmente un plan económico-social del cual poco se habla. En síntesis esta-
blece: la necesidad de impulsar el capitalismo burocrático, mediante el esfuerzo de
obreros y campesinos, los primeros aportando mediante la ley industrial y los otros
mediante la ley agraria. A su vez plantea la acción directa y primordial del Estado para
abrir condiciones de inversión del capital privado; que la financiación necesariamente
tiene que provenir del imperialismo y como esta financiación es insuficiente, lo funda-
mental radica en los propios recursos. Este plan pinta muy claramente su ligazón con el
proceso del capitalismo burocrático del país; nítidamente se liga este plan al de Belaún-
de y este con todo el sistema del capitalismo burocrático del país.
Muy íntima entre el plan económico y la movilización social, esta es otra cosa que no
está muy clara. El régimen, sancionadas sus medidas fundamentales (la agraria, la
industrial y la educacional) ha pasado a una etapa organizativa. Hoy y en lo inmediato
nos desenvolvemos dentro de organización, de movilización y participación que el
régimen está impulsando. La movilización social hay que entenderla ligada al proceso
económico, el mismo gobierno dice que sin movilización social no podrá cumplir su
plan económico-social; y plantea que la movilización social tiene un sustento, la parti-
cipación en la propiedad. Últimamente los representantes del régimen hablan de la
propiedad social, ¿para qué sirve esta? la propiedad sirve para, tras el señuelo de parti-
cipar en la propiedad, movilizar a las masas en beneficio al capitalismo burocrático. Por
esto el sustento de la movilización social es la participación social.
¿Para qué sirve la movilización social? La movilización social es un instrumento po-
lítico en manos del régimen para impulsar sus concepciones y abrir un camino ni capi-
talista ni comunista, esto es para difundir sus ideas. Y al difundir sus ideas busca evitar
que en las masas se impriman ideas extrañas, exóticas extranjeras, ¿a que ideas se
refiere?, el marxismo; este proceso ideológico es para evitar que las masas aprendan el
marxismo y así atarlas al camino burocrático. Así mismo, la movilización es un medio
para organizar, a partir de las modalidades de propiedad, a las masas y canalizarlas bajo
un mando vertical. Esto es lo que entienden por movilización-social; es una pieza maes-
tra del sistema al servicio de su plan económico y político. Una de las razones por las
42cuales el plan económico no avanza, como esperaban que avanzara, es la falta de su
llamada movilización social.
De lo dicho, derivamos: la situación política actual del país se está centrando en el
problema de la movilización de las masas, ahora y en lo inmediato nos movemos en
esta coyuntura es: quien y como moviliza las masas. El gobierno pretende moverlas
según su concepción; los hechos así lo demuestran. El régimen apunta a organizar las
masas campesinas, a esto sirve la ley 19400, apuntan a organizar a los obreros mediante
la llamada CTRP. Nacionalistas, revolucionarias participacionistas; entre el estudianta-
do crea organizaciones que nacen un día y al siguiente desaparecen. Todo esto significa
el intento de organizar a las masas obreras, campesinas y estudiantiles, lo que revela
que la contienda se está dando en el plano organizativo.
Sin embargo, pese a la propaganda y a los esfuerzos del régimen y sus seguidores la
lucha de masas se aviva y desarrolla, ¿por qué? porque las condiciones de vida de las
masas se agravan como consecuencia del propio sistema; por eso, por más que griten
que es la ultraizquierda que mueva a las masas y las agita, lo cierto es que las masas se
mueven por sus intereses, y en medida en que son más conscientes más la defienden.
Sintetizando, las condiciones sociales, económicas y políticas llevan a una agudización
de la lucha de las masas; y la cuestión organizativa se ve enfrentar a graves dificultades
ante la ofensiva organizativa del régimen, el mismo que incapaz de imponer su control
total tendrá que apelar más a la represión sistemática (muestras de la cual hay varias y
muy aleccionadoras).
En conclusión: la ideología y la política del régimen, incluso la organizativa, expresa
un carácter fascista. Las medidas del régimen, lo que expresan sus dirigentes, su manera
de organizar, las expresiones que tiene frente al régimen representativo, la manera de
tratar las libertades ciudadanas, no demuestran sino una cosa: el abandono del sistema
demoliberal y representativo y la adhesión al fascismo. El propio jefe del Sinamos que
hay un período prerrevolucionario, y que todos los regímenes y las organizaciones
políticas han caducado en las nuevas condiciones sociales.
Por otro lado las medidas aplicadas en lo político, en lo económico y en lo organiza-
tivo prueban fehacientemente que están sentando bases de un sistema
CORPORATIVISTA. La esencia de esta cuestión son las organizaciones en los diferen-
tes niveles, en los cuales deben participar los patrones, los trabajadores y el Estado.
Tres partes en las organizaciones, esto está definido como corporación desde el siglo
pasado. Así lo han planteado quienes han sostenido el corporativismo en el año 20 y así
lo sostienen hoy en España y Portugal.
Así, el régimen actual es un sistema que tiene una orientación ideológica de corte
fascista y está sentando bases de un sistema CORPORATIVISTA. Se dirá que hay otras
tesis. Claro está. Hay tesis que sostienen que esto no es cierto, sostienen unos de que se
trata de un régimen revolucionario burgués que está cumpliendo una etapa de la revolu-
ción; si recordamos lo que hemos visto esta es una afirmación sin fundamento político,
ideológico ni económico. Otra tesis sostiene que el régimen es reformista burgués, que
está aplicando reformas. ¿Qué es reforma? Reforma es la concesión que arranca el
pueblo con sus luchas, o es el subproducto de la revolución, decía Lenin. ¿Son conce-
siones al pueblo las leyes agraria, industrial o educacional?, esto bastaba para ver la
inconsistencia de esta tesis.
Finalmente: cuando nos emancipamos teníamos dos problemas, el de la tierra y el
nacional, el problema de la feudalidad y el problema del dominio de una potencia ex-
tranjera. Han pasado muchos años, nuestra sociedad ha avanzado. El pueblo de hoy, no
es el pueblo de ayer. Consideramos que hoy día, después de tantos años, seguimos
teniendo dos problemas: de la tierra y el nacional. De ahí que el proceso de transforma-
ción en nuestro país, científicamente llamado sigue siendo una REVOLUCIÓN
DEMOCRÁTICO NACIONAL y esta solamente la puede conducir el proletariado.