
Grandes manifestaciones en el Estado español contra el turismo masivo
Imagen de cabecera: manifestación contra el turismo masivo en Mallorca. Fuente: Diario de Mallorca
Recientemente se han podido ver grandes manifestaciones contra el turismo masivo en el Estado español. El 21 de julio hubo una manifestación que congregó a 50.000 manifestantes en Mallorca. En este mismo lugar, el 25 de mayo de este año se reunieron más de 25.000 asistentes en otra gran manifestación:
Incluso antes de eso, en abril de este año hubo manifestaciones masivas en otro destino que sufre turismo masivo, las Islas Canarias. Por ejemplo, en Santa Cruz de Tenerife se reunieron más de 50.000 personas. A la vez hubo manifestaciones en todas las demás islas del archipiélago canario.

El Estado español recibe una enorme afluencia de turistas y se espera que en total reciba unos 90 millones de turistas durante todo el año 2024. Sólo en esta primera mitad del año 2024 superó los 38 millones de visitantes, un 5,4 % más que el año pasado. Es decir, la tendencia del turismo masivo. Con la progresiva turistificación (en el que la economía local se adapta al turismo) de algunas ciudades, se da rienda suelta a la especulación, y ello a su vez, provoca el fenómeno de la gentrificación en los barrios obreros, es decir la expulsión del proletariado de sus casas cuando éste ya no puede permitirse vivir en las zonas proletarias1. Hay muchas ciudades del Estado español que están inmersas en este proceso: Barcelona recibió en el año 2023 un total de 26 millones de turistas, casi cinco veces su población. Otro caso es Málaga, que recibió 1,6 millones de turistas en 2023, y que cuenta con más de 12.000 pisos turísticos, lo que supone 15 veces más que en 2016. En Valencia la situación también empeora sin cesar, el periódico Servir al Pueblo arroja algunas cifras al respecto: “El precio de la vivienda en 2023 fue de 2.130€ por metro cuadrado, un 19’14% más que en 2022. (…) En abril de 2024 se ha pagado por una vivienda en alquiler en la Comunitat Valenciana un 139% más que hace 10 años”.
Ante esta situación insostenible en el Estado español, que influye en el inaguantable incremento del precio del alquiler así como en otros costes y empeoramiento de servicios, grandes cantidades de obreros han tomando las calles de muchas ciudades para protestar. Se han podido observar estas movilizaciones en muchas partes del Estado, teniendo una especial fuerza en las Islas Canarias, las Islas Baleares, Catalunya, y en ciudades de la costa mediterránea como Málaga. Aunque las manifestaciones no se han circunscrito a la costa mediterránea sino que también se han dado en lugares como Cantabria en el norte, Madrid en el centro del país, o Donostia en Euskalherria, que actualmente es una de las ciudades con la vivienda más cara del Estado español.
La burguesía está reaccionando rápidamente ante estas protestas y se ha apresurado a demonizarlas y también a aquellos obreros que salen a la calle. Después de una de las manifestaciones recientes en Mallorca, los burgueses propietarios de los hoteles en la isla denunciaron que se habían cometido “actos vandálicos”, tratando así de criminalizar las protestas. Por otra parte la burguesía especuladora y propietaria de pisos y los periódicos burgueses se apresuran a calificar estas protestas como “turismofobia”. Así, también afirmaron que estas movilizaciones dañan la imagen y el sector turístico de ciudades como Barcelona, y se explayan largo y tendido sobre el daño que realizarán estas manifestaciones, lo nocivo que es “culpar” a un sector del precio de la vivienda y plantean una suerte de chantaje al afirmar que atacar al turismo, es casi atacar las pocas alternativas al desempleo que hay en algunas ciudades.
Pero cómo señala el periódico Servir al Pueblo no se puede entender este problema como algo aislado, ya que si lo único nocivo o problemático es el turismo, se podría pensar que es posible y deseable tender a un turismo sostenible o responsable, a limitarlo, y así limitar sus consecuencias. Los turistas no son el principal problema, ya que son mayoritariamente obreros de otros países que no tienen opciones reales para su tiempo de recreación. Así, los responsables de esta situación son los imperialistas, en este caso los monopolios españoles que no sólo no tienen suficiente con exportar capital financiero y saquear amplias regiones del mundo, sino que también especulan, explotan y expulsan de sus hogares a los proletarios en las ciudades españolas.
1Recomendamos este artículo del periódico del Estado español Servir al Pueblo: https://serviralpuebloperiodico.wordpress.com/2024/07/22/el-problema-del-turismo-masivo-el-caso-de-valencia-y-la-estrecha-relacion-entre-gentrificacion-e-imperialismo/ . En él se explica pormenorizadamente el proceso que se vive en ciudades españolas que reciben gran afluencia de turistas, usando el ejemplo de Valencia, y relacionando la gentrificación y la turistificación, poniendo sobre la mesa y en el centro el papel del imperialismo en todo ello.