Europa: Las protestas bajo ataque
Imagen de cabecera: policía alemana ataca brutalmente al contingente maoísta en la manifestación de la LLL en Berlín, casi matando a un compañero veterano; fuente: Dem Volke Dienen
Amnistía Internacional, una llamada organización de “derechos humanos” ha publicado recientemente un reporte sobre “el estado del derecho a protestar en 21 países europeos” titulado “desprotegidos y sobrerrestringidos”.
En el reporte “Amnistía” revela, según su carácter de institución burguesa-democrática al servicio del imperialismo, la reaccionarización del viejo Estado en la cuestión del derecho a reunión y a la libertad de expresión.
Aquí presentamos un resumen de este reporte y las palabras propias que Amnistía usó:
Muchos de los derechos y libertades que tomamos como asegurados hoy han sido conseguidos, completa o parcialmente, por el pueblo al tomar las calles para exigir un cambio a mejor y hacer que sus llamamientos sean escuchados.
En Europa muchas autoridades estatales responden a protestas pacíficas con estigmatización, impedimento, escarmiento, castigo y reprimiendo a los manifestantes. Las autoridades usan un amplio rango de diferentes medios para suprimir a aquellos que organizan y participan en protestas, incluyendo aprobar leyes represivas y usando fuerza innecesaria o excesiva contra los manifestantes pacíficos o reteniendo, deteniendo y encarcelándolos arbitrariamente.
El uso creciente de tecnología de vigilancia estatal, tal como el uso de inteligencia artificial para monitorizar individuos y grupos, también representa un grave ataque a los derechos humanos, incluyendo el derecho a la asamblea pacífica. La constante amenaza de vigilancia hace que muchas personas no ejerzan sus derechos humanos, incluyendo el tomar parte en las manifestaciones. Este llamado “efecto relajante” es especialmente severo para individuos o grupos quienes ya han experimentado grandes barreras para protestar, por ejemplo, porque están sujetos a desigualdad, marginación, racismo, discriminación y violencia por su raza, etnia, religión y/o estado migratorio.
En algunas partes de Europa, Amnistía Internacional ha documentado un amplio uso de excesivas restricciones realizadas en protestas durante un número de años, así como políticas que se focalizan desproporcionadamente sobre los individuos y grupos racializados y les discrimina. En otros países europeos, estas restricciones excesivas forman un nuevo y/o más sutil un patrón de violaciones e interferencias al derecho de asamblea pacífica.
El reporte demuestra que, para muchos estados, su marco legal y/o práctica estatal falla en asumir suficientemente la presunción de inocencia en favor a las asambleas pacíficas. Mientras algunos de los países analizados parecer estar más cerca de respectar el derecho del pueblo a la asamblea pacífica que otros, existen preocupaciones a lo largo de la región en todos los aspectos claves relacionados con el derecho.
Las leyes, propuestas o ya introducidas, en Bélgica, Francia, Alemania, Grecia, Italia, Luxemburgo, España y Reino Unido han sido usadas para crear un ambiente significativamente más restrictivo para el ejercicio del derecho a la asamblea pacífica. La retórica dañina de los oficiales estatales era algo común y ésta frecuentemente estigmatiza las protestas pacíficas y las voluntades e identidades de sus participantes, demonizando manifestantes al compararlos con “terroristas”, “criminales”, “agentes externos”, “anarquistas”, y “extremistas”, entre otros numerosos términos estigmatizantes. Los grupos que reciben tales posiciones dañinas incluyen a personas que se movilizan por la solidaridad con Palestina […] Esta retórica dañina se usa para justificar la introducción de ya amplias restricciones al derecho de la asamblea pacífica en Alemania, Italia y Reino Unido.
El estudio de Amnistía Internacional ha identificado un patrón preocupante por Europa – Austria, Bélgica, República Checa, Francia, Alemania, Grecia, Italia, Países Bajos, Serbia, Suiza, Reino Unido – donde las asambleas públicas organizadas para expresar solidaridad con el pueblo palestino han sido prohibidas y/o restringidas desproporcionadamente; ciertos cánticos, banderas palestinas, la palestina y otros símbolos fueron prohibidos; procedimientos para dispersar campamentos de protesta pacíficos, incluyendo cuando no resultan en una disrupción seria y sostenida; y los manifestantes también reportan excesivo uso de fuerza y detenciones arbitrarias. Las espurias bases del “orden público” o “seguridad pública” que solían prohibir o restringir severamente las manifestaciones de solidaridad palestina, fallaron en aplicar los principios de legalidad, necesidad y proporcionalidad, pero también el uso de prejuicios raciales y estereotipos.
Las autoridades en algunos países – incluyendo Alemania, Italia, España y Turquía – han recurrido provisiones relacionadas con el terrorismo, y leyes relacionadas con el crimen organizado y seguridad nacional, para poner como objetivo a activistas comprometidos con protestas y actos pacíficos de desobediencia civil.
Las provisiones legales existentes que prohíben las posiciones discriminatorias en gran contraste con el tratamiento que algunos grupos e individuos afrontan en la práctica, incluyendo el pueblo negro, árabe o pueblos pertenecientes a otros grupos de personas racializados en Austria, Bélgica, Francia, Alemania, Portugal, España y Reino Unido […] protestando en favor de los derechos palestinos en Austria, Francia, Alemania, Grecia, Italia, Eslovenia, Suiza y Reino Unido. Más aún, las provisiones legislativas específicas discriminatorias contra los “no ciudadanos” en Austria, Francia, Alemania, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Portugal, Serbia y Turquía.
Durante el periodo de 2020 a septiembre de 2023, un gran número de ejemplos de excesivo y/o innecesario uso de la fuerza fue reportando durante protestas. Esto resultó en severas y a veces permanentes heridas entre los manifestantes, que incluyen huesos y dientes rotos (Francia, Alemania, Grecia, Italia), pérdida de la audición (Grecia), quemaduras (Grecia), pérdida de una mano (Francia), pérdida de un testículo (España) y daño en los ojos y trauma severo en la cabeza (España). En algunos casos, las heridas se infligieron sobre niños (Bélgica, Finlandia, Francia, Italia, Alemania, Polonia, Serbia, Eslovenia, Suiza). Incidentes por el uso de fuerza que cuentan como tortura han ocurrido en Francia, Alemania, Hungría, Portugal, Serbia, Eslovenia, España.
El despliegue de personal militar para vigilar las protestas está permitido en Bélgica, Finlandia, Francia, Alemania, Serbia, Suiza, Turquía y Reino Unido. Su entrenamiento, experiencia y modus operandi es generalmente orientado sobre conductas hostiles, donde el uso de fuerza, incluyendo fuerza letal, es usado normalmente como primera elección de la acción.
Se han reportado casos de impunidad policial o falta de responsabilidad en numerosos países incluyendo Austria, Bélgica, Francia, Grecia, Alemania, Italia, Portugal Serbia, Eslovenia, España, Suiza, Turquía y Reino Unido.