Cuatro observaciones de las elecciones de 2024 al “Parlamento Europeo”

En los últimos días hemos publicados varios análisis importantes sobre los resultados a las elecciones al llamado “Parlamento Europeo” (el cuál no es el Parlamento de Europa sino el de la “Unión Europea”, lo que no es lo mismo que Europa). Compañeros de Austria, Dinamarca, Finlandia, Alemania, Suecia y España, han provisto, en diferente medida, de importantes puntos de vista sobre la situación particular en sus perspectivos países. Compañeros brasileños, turcos y peruanos también han contribuido a un análisis global de un evento político, es una señal importante de cómo el movimiento revolucionario está avanzando en el Viejo Mundo, mano a mano con las fuerzas avanzadas del Tercer Mundo. Esto, complementando a la Campaña de Boicot desarrollada conjuntamente por maoístas de ocho países, no puede verse de otra forma que no sea una indicación del progreso del proceso de maduración de las fuerzas subjetivas de la revolución proletaria mundial en el contexto europeo. Que incluso más fuerzas en seis países (Galicia, Grecia, Irlanda, Italia, Suecia y Reino Unido) de diferentes maneras convergieron con la Campaña de Boicot, por supuesto con su visión particular, muestra la amplitud del movimiento en desarrollo. Sin duda, las fuerzas organizadas en la Liga Comunista Internacional (LCI), juegan un papel impulsor en el panorama actual. Consideramos esto como la observación más importante a hacer en relación con el análisis de las elecciones de 2024 al “Parlamento Europeo”, ya que sin la guía de los Partidos y Organizaciones maoístas, el proletariado y el movimiento popular, dentro de las fronteras de la UE, así como en el resto de lugares, actualmente con un creciente y masivo desarrollo, será desviado por la demagogia socialchovinista y socialimperialista. La cuestión clave es que la lucha por la reconstitución de los Partidos Comunistas avanza.

El segundo punto que queremos observar es el rechazo al “Parlamento Europeo” por los pueblos de las naciones oprimidas dentro de la UE a toda la broma de mal gusto de la unión imperialista siendo la “unión de los pueblos” y una suerte de promotor del “bienestar y la prosperidad”. Una breve comparación de los votantes en los cinco lugares más poblados de los países opresores y los cinco más poblados de los países oprimidos, en la UE, respectivamente, lo ilustra:

Países opresoresPaíses oprimidos
Países Bajos 73%Hungría 59.45%
Alemania 64.78%Rumanía 52.42%
Francia 51.50%Grecia 41.39%
España 49.21%Polonia 40.65%
Italia 48.31%República Checa 36.45%

La participación de la población en los países opresores es notablemente mayor. Esta no es una cuestión del tamaño de la población y los números correspondientes de asientos en el “Parlamento Europeo”, como prueba el simple hecho de que la población de Polonia es más del doble de la de Países Bajos. Si nos hubiésemos enfocado en las naciones oprimidas más pequeñas, el punto sería incluso más claro: Croacia 21,35%, Lituania 28,35%, Bulgaria 33,79%, y continúa.

La clara mayoría de la población que pertenece a las Naciones oprimidas de la UE expresa que la UE no es para ellos, que es un instrumento al servicio de la opresión imperialista de sus países y no tienen ilusiones de que tengan algo que decir dentro de las instituciones de la UE. Aquí no intentamos examinar los votos ganados por los Partidos políticos en los países en cuestión que abiertamente rechazan la “Unión”, pero cualquiera que observe el asunto verá que tal examen sólo reforzará nuestra afirmación.

La subyugación nacional de las Naciones oprimidas en Europa es un elemento decisivo para el desarrollo del movimiento revolucionario en el continente. Éste, una vez más, destaca la urgente necesidad de avanzar en la lucha por la reconstitución de los Partidos Comunistas en estos países en particular. Las naciones oprimidas son los centros de la tormenta de la Revolución Proletaria Mundial. Así, cualquier maoísta que no le preste atención a asir la importancia de hacer todo lo necesario para avanzar en las posiciones para nuestra clase en Europa central y del este en particular, ha fallado en asir los pilares mismos de la perspectiva comunista. Esto es una cuestión que es obligatorio que destaquemos.

La tercera observación es que las elecciones al “Parlamento Europeo” de 2024 claramente reflejan la tendencia general del rechazo popular a los Gobiernos actuales a cargo de asuntos en los países respectivos. La expresión más significativa de esto, tomando la UE como un todo, es la crisis política en los dos principales países imperialistas dominando la “Unión”, Francia y Alemania. El pomposo protagonista de las derrotas militares en el Sahel, Macron, ha sido forzado a llamar a nuevas elecciones a la asamblea nacional y, como resultado, de una forma u otra, tendrá que continuar su vanaglorioso orden con un parlamento dividido, unido sólo por el rechazo a su presidencia. El Padrino alemán, el notorio gánster tramposo Scholz no sólo es el canciller más rechazado de la historia de la República Federal de Alemania, sino que también lidera un gobierno con una base social deteriorada, manteniéndose por la presión impuesta por la guerra en Ucrania, y tendrá que cerrar un acuerdo con los demócrata-cristianos para impedirles que le sobrepasen con la asistencia querida del nostálgico de Hitler, el AfD. La situación garantiza dificultades, la obstrucción y los sabotajes de cualquier aspiración de un liderazgo unitario (temporal) de la alianza imperialista. Los imperialistas alemanes, continúan siendo el “líder de la manada”. Con un jefe alemán del mayor grupo político del “Parlamento Europeo” y la presidenta alemana de la Comisión Europea, la potencia económica dominante aumentando rápidamente su fuerza militar, el predominio del imperialismo alemán en la Unión Europea parece estable por el momento, pero esto sólo impulsará la contradicción con los imperialistas franceses, los cuáles nunca estarán contentos jugando en segunda fila.

Una cuarta observación es que en el “Parlamento Europeo”, ahora, la facción más fuerte es el Partido Popular Europeo (PPE), un grupo de Partidos dominados por los demócrata-cristianos. Al final del día, es decisión del PPE decidir si prefieren apoyarse en los socialdemócratas y los verdes, o si quieren apoyarse en los fascistas torpemente maquillados a la Meloni. Esta cuestión es hoy de importancia fundamental. La “Democracia cristiana” se estableció tras la Segunda Guerra Mundial en Alemania e Italia como una creación corporativa del imperialismo estadounidense para luchar contra los Partidos Comunistas, el proletariado y el movimiento popular en general. Una de sus principales tareas es garantizar la estabilidad del Estado imperialista al incorporar el volumen de cuadros fascistas en su maquinaria burocrático-militar. La misión histórica de la “democracia cristiana” nunca fue luchar contra el fascismo sino aglutinarlo. En la UE de hoy, la misión del PPE es similar. Los llantos alarmistas de los “Defensores de la Democracia” quienes se centran en la supuesta inminencia del “peligro fascista”, sólo sirve a la defensa del Viejo Orden al trabajar por un status quo imaginario. El proceso actual que estamos viendo no es una “toma fascista” que avanza, sino una aglutinación de los fascistas por los “demócratas” burgueses añ servicio de una mayor reaccionarización de los Estados imperialistas. Este proceso puede verse claramente en la experiencia de los países nórdicos, que está avanzando actualmente de forma rápida en los Países Bajos y es la perspectiva más probable en Alemania y Francia. Cualquier intento de representar la situación política actual en Europa (o del mundo que dicen ser) como similar al periodo entre la Primera y la Segunda Guerras Mundiales no es nada más que falso. Estamos ahora en otro momento histórico, y tanto la revolución como la contrarrevolución han aprendido sus lecciones.

Entre los compañeros que han analizado las elecciones al “Parlamento Europeo”, aquellos que llegaron a la conclusión más tajante y generalizada sobre ello fueron los compañeros peruanos que escribieron:

«La situación va mostrando las cartas de la reaccionarización del Estado en la actual situación de mayor desarrollo de la crisis general y de descomposición del imperialismo y desarrollo de la situación revolucionaria en forma desigual»

Creemos que nuestras observaciones confirman su tesis. Sólo añadimos: en un contexto donde las fuerzas subjetivas de la revolución están avanzando y la cuestión clave es avanzar en la lucha por la reconstitución de los Partidos Comunistas.

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