El viejo Estado indio es incapaz de controlar Manipur

Imagen de cabecera: coches dañados por el tiroteo en Imphal. Fuente: NDTV.

Hoy el Tribunal Supremo de India ha señalado que “la policía no ha estado a cargo de la situación en Manipur en los últimos dos meses”, y ha afirmado que “ninguna ley ni orden se ha mantenido por su parte”. Una muestra más de lo que ya se sabe: el viejo Estado indio sigue siendo incapaz de reprimir exitosamente la protesta y los ataques que recibe en Manipur.

De momento hay algunas cifras oficiales dadas por el gobierno de Manipur: para finales de febrero se contabilizaban 13.264 estructuras/edificios destruidos, una cifra que sigue actualizándose y va en aumento; se han realizado más de 187.000 detenciones, abriendo 10.000 causas judiciales contra aquellos que se han rebelado contra las viejas autoridades indias. También desde finales del mes de febrero las fuerzas represivas han expresado continuadamente cómo no son capaces de poner bajo control Manipur, y poner fin a la lucha armada allí. Ya escribimos recientemente sobre los nuevos choques armados.

Esta situación ha seguido evolucionando, sin visos de verse resuelta por parte de las autoridades indias. Entre finales de febrero e inicios de este mes hubo varios hechos muy significativos: el miércoles 27 de febrero grupos armados tirotearon la residencia de un alto mando policial en la capital de Manipur, Imphal; tras ello se le tomó cautivo. El ataque fue realizado por parte de unas 200 personas armadas. Los comandos de la policía de Manipur se negaron a ejercer sus funciones ese día, mostrando la total crisis que se vive en la zona para las fuerzas represivas. El viernes de la semana pasada ocurría un nuevo incidente similar, en este caso con un soldado, siendo ya cuatro los hechos similares desde mayo de 2023.

El gobierno de Manipur se ve incapaz de lidiar con la situación, tanto que incluso ha cancelado traslados de personal policial de unas áreas a otras, porque en ese caso no podría garantizar el poco control que tiene sobre algunas distritos. A su vez la policía de Manipur ha hecho una llamada de auxilio al ejército indio y a otras fuerzas represivas centrales, afirmando que su necesidad ha crecido en Manipur, y que deben ser desplegadas con mayor fuerza. Tras ello se ha señalado que las operaciones conjuntas entre varias fuerzas represivas son realizadas de forma intensa, pero la fuerza represiva local está pidiendo más esfuerzos centrales.

Esto sin duda llevará a que los reaccionarios y las clases dominantes locales quieran aplicar una política represiva más dura contra el pueblo de Manipur y contra toda protesta, que será tildada como criminal o violenta. De hecho, abogados de Manipur y activistas de la zona ya están denunciando que esto está ocurriendo, por ejemplo con excesos de fuerza por parte de la Rapid Action Force contra las frecuentes protestas pacíficas de mujeres que tienen lugar en Manipur. Todo esto no es más que el resultado de la aguda crisis que viven las clases dominantes locales y la explosividad de las masas, materializada en las grandes protestas que sacuden Manipur desde el mes de mayo de 2023, y que no han sido aplacadas en absoluto, sino que por el contrario, siguen mostrando semana tras semana, mes tras mes, la debilidad del viejo Estado indio y su carácter reaccionario.

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