España: Destapada nueva infiltración policial en Madrid

Imagen de cabecera: Policía infiltrado. Fuente: El Salto Diario

Publicamos el artículo de Servir al Pueblo encontrado aquí.

A las últimas infiltraciones policiales descubiertas en Madrid, Barcelona, València y Girona, se le suma una más, nuevamente en Madrid. Según informa el diario El Salto, podemos leer:

En la jura de Sergio G.A. como policía de escala básica en la academia de Ávila estaban presentes el diputado popular por la provincia Pablo Casado, el director de la policía Ignacio Cosidó, o el secretario de Estado, Francisco Martínez. Espectadores de excepción del paso a la carrera policial de una promoción que recibió su nombramiento en 2014. Unos meses después, una persona que se hizo llamar Sergio Botana, comenzó a frecuentar el banco de alimentos del distrito de Moratalaz. Arrancó entonces una larga militancia, que llevó a Sergio a participar en acciones de desobediencia, en un encierro en la oficina de Bankia de la calle Mayor de Madrid o en la defensa de un colegio [nota de traductor: donde la votación se llevaba a cabo] durante el referéndum del 1 de octubre de 2017 [nota de traductor: el referéndum de autodeterminación de Cataluña no oficial para el Estado español] en Barcelona. La persona que recibía su nombramiento de la mano de tres pesos pesados del PP actuaba, tres años después, como topo en los movimientos sociales. Desde 2015 hasta 2021, el policía encubierto Sergio G.A. estableció relaciones de amistad, militancia, trabajo con decenas de personas, en al menos dos casos también relaciones sexoafectivas. El Salto, en colaboración con La Directa, ha podido confirmar que detrás de la identidad de Botana está este agente de policía, que se presentó a inspector en 2019 y que, en los últimos tres años ha ido paulatinamente abandonando la identidad falsa (…)

Con el tiempo, alcanzó un alto nivel de confianza con muchos de los militantes de esta organización, hasta el punto de pasar a compartir piso con algunos de ellos. También entabló una relación sexoafectiva que duró varios años con una de esas personas. Participó en acciones como la ocupación durante unas horas de una sede de Bankia en el centro de Madrid, y estuvo en un grupo de apoyo al referéndum del 1 de octubre de 2017 en Barcelona, que defendió el acceso a la votación en la Escola El Carmel, en el barrio del mismo nombre. A ese colegio no acudió ningún cuerpo policial. La confianza conseguida al cabo de los años le permitió involucrarse posteriormente en el Movimiento Antirrepresivo de Madrid (MAR), creado en el año 2018 con motivo del proceso al rapero balear Valtònyc. Después de comenzar a desvincularse de Distrito 14 en torno al año 2019, la última fase de su actividad en los movimientos estuvo ligada al MAR. Sergio, recuerda una de las personas afectadas por su caso, se reenganchó justo después del encarcelamiento de otro rapero, Pablo Hasel. Las protestas del 18 de febrero de 2021 con motivo de la entrada en prisión de este último, que se saldaron con un coste represivo alto para el MAR y otros colectivos, supusieron también un punto de inflexión en la presencia de Sergio G.A. en reuniones, asambleas y movimientos. Desde entonces, se desligó de los movimientos en los que había participado y puso distancia con las personas con las que se relacionaba en esos ámbitos, a las que comunicó que se quería sacar una oposición para bombero.

Una de las organizaciones en las cuales estaba infiltrado, el Movimiento Antirrepresivo de Madrid, ha lanzado un comunicado denunciando la situación y señala: “Todo movimiento antifascista, popular y verdaderamente democrático está en el punto de mira de este Régimen”. Distrito 14 de Moratalaz, otra organización afectada, también denuncia la infiltración y hace una autocrítica pública, señalando que fue posible la infiltración gracias a la “ingenuidad política”.

Todos los revolucionarios y demócratas progresistas debemos solidarizarnos con los movimientos afectados y luchar activamente contra las infiltraciones policiales.

Las infiltraciones policiales no son algo temporal: forma parte del proceso de militarización del Estado español

El Estado español, como todo Estado burgués, se sustenta y desarrolla empleando la violencia represiva contra el proletariado y las masas populares. Son muchas las formas de represión que utiliza el Estado español: desde las multas desorbitadas y sanciones de todo tipo, hasta las políticas de genocidio y tortura contra las masas pobres migrantes (CIE’s, disparos en las vallas de Ceuta y Melilla, desatención consciente de las pateras y cayucos que naufragan, etc.) pasando por el encarcelamiento y la tortura de los presos políticos. Una de las formas de represión invisibles que existen es la infiltración policial en las organizaciones revolucionarios y en los movimientos populares (movimiento por la vivienda, feminista, antirrepresivo…). El Estado utiliza toda su superioridad técnica para infiltrar agentes policiales: les brinda una documentación e identidad falsa, una cohartada para su actividad, importantes sumas económicas, etc.

Resulta inocente pensar que el Estado va a respetar la legalidad burguesa y no utilizará todas sus artimañas, por lo que los revolucionarios debemos estar prevenidos ante cualquier cosa. Debemos recordar las palabras del Presidente Mao: “jamás olvidar la lucha de clases”. Con las infiltraciones policiales no solo recaban información, como el nombre y domicilio de los activistas, planes de la organización o lugares de actividad política. También propagan ideología burguesa a través de criterios, posiciones y líneas políticas concretas. ¿O acaso los infiltrados no participan en los debates que hay en el movimiento? ¿Acaso los infiltrados no son entrenados en oratoria, vocabulario y conceptos ideológicos intermedios (o incluso avanzados, según la organización donde se infiltra) para ganar debates? ¿Acaso los infiltrados no van a apoyar y desarrollar la línea negra en el movimiento concreto donde esté infiltrado, para que la línea roja nunca se imponga?

La lucha de dos líneas ocurre de manera natural en cualquier movimiento político, haya infiltrados policiales o no, pero es inocente pensar que en caso de que los haya, no participarán activamente para que dentro de esta lucha de dos líneas, la línea negra se imponga a la línea roja. Esta línea negra se puede manifestar de muchas maneras según la experiencia, trayectoria y objetivos del movimiento popular en concreto: desde colaborar con las instituciones del Estado, fomentar la conciliación de clases y la paz social, hasta por un utilizar un “lenguaje rojo” para disfrazarse con actividades que aparentemente suenan muy revolucionarias, pero realmente no lo son (espontaneísmo, métodos de trabajo artesanales, combatir las medidas de seguridad básicas, etc.)

¡No seamos inocentes, por supuesto que el Estado conoce esto!

¡Debemos trabajar por la seguridad en los movimientos populares y combatir a los infiltrados y provocadores!

Previous post LCP: ¡Abajo la CPI de los latifundistas ladrones de tierra de la Unión! ¡Conquistar la tierra! ¡Muerte al latifundio!
Next post Crece la corriente independiente y popular en el movimiento estudiantil