Palestina: la resistencia continúa a pesar de las políticas genocidas y la represión de Israel
Imagen de cabecera: manifestación contra los asentamientos ilegales cerca de Nablus siendo atacada por el ejército israelí. Fuente: International Middle East Media Center (IMEMC)
El Estado de Israel no ha parado de atacar al pueblo palestino desde la ofensiva de Yenín y de aplicar las mismas políticas genocidas. En lo que va de año más de 200 palestinos han sido asesinados en los repetidos ataques israelíes contra ciudades y pueblos palestinos. En cuanto a los niños, el Estado de Israel ha asesinado a 31 en lo que va de año en Cisjordania Ocupada, y otros 6 en la Franja de Gaza. Ya hemos hablado de estas políticas genocidas anteriormente.
Los colonos israelíes han atacado dos localidades palestinas recientemente: el viernes 4 de agosto atacaban el pueblo de Burqa, al sureste de Ramala, asesinando a un adolescente de un tiro en la nuca, e hiriendo a otros dos a pedradas, además quemaron varios vehículos. El sábado 5 de agosto otro grupo de colonos atacó el pueblo de Et-Tevane al sur de Hebrón, también en Cisjordania Ocupada. Cuando los habitantes de este pueblo se enfrentaron a los colonos, aparecieron tropas israelíes disparando gas lacrimógeno y balas de goma, disparando vehículos palestinos y deteniendo a un habitante del pueblo.
Este domingo 6 de agosto, fuerzas especiales israelíes emboscaron un coche con tres palestinos dentro, los detuvieron y tras ello abrieron fuego asesinando a todos los ocupantes del vehículo. Esto ocurrió en Arraba, cerca de Yenín. Tras haber cometido este ataque, evitaron que las ambulancias llegaran al lugar para asegurar de que se producía la muerte de los tres palestinos.
Mientras que el Estado de Israel ataca al pueblo palestino, este último se ha estado defendiendo. Esta última semana se han realizado varias acciones contra los asentamientos ilegales israelíes y contra los colonos: la primera de ellas fue en el asentamiento ilegal de Maale Adumim en Cisjordania Ocupada el martes 1 de agosto, cuando un miembro de la resistencia palestina disparó e hirió a seis ocupantes israelíes, siendo posteriormente asesinado.
También se han realizado varias marchas contra los asentamientos israelíes ilegales en la Cisjordania Ocupada: el viernes 4 de agosto se realizó una marcha en Kufur Qaddoum contra el asentamiento israelí llamado “Kedumin”. La marcha acabó en choques de la juventud palestina contra las tropas israelíes que dispararon e hirieron a dos jóvenes con munición real, y a otros muchos con gases lacrimógenos y granadas aturdidoras. El sábado 5 de agosto hubo otra marcha contra otro asentamiento israelí ilegal, esta vez en Beit Dajan, cerca de Nablus. Las tropas israelíes hirieron a varios manifestantes utilizando una violencia represiva desmesurada.
El pueblo palestino no sólo se enfrenta al Estado de Israel, sino también a la Autoridad Palestina (AP) liderada por Mahmoud Abbas que colabora con los israelíes a la hora de reprimir a su propio pueblo. El sábado 5 de agosto las fuerzas de seguridad de la AP asesinaron a un palestino e hirieron a otro en Yenín. Posteriormente se informa de que los manifestantes atacaron la sede del gobierno palestino en esta ciudad, reportándose tiroteos entre ambos lados.
No sólo resisten ataques israelíes o se protesta por la presencia de asentamientos ilegales, sino que los luchadores del movimiento de resistencia nacional palestino han llegado a atacar territorio estatal israelí, en concreto Tel Aviv: el sábado 5 de agosto un miembro de la resistencia palestina disparó e hirió a tres colonos israelíes, siendo posteriormente asesinado por las tropas israelíes.
Otra acción muy destacada de la resistencia palestina que se ha conocido esta semana, es la infiltración de varios de sus miembros en el seno de las fuerzas de inteligencia israelíes, en concreto en el Shin Bet y en el Mossad, llevando a cabo la detección y eliminación de varios agentes israelíes. El pueblo palestino no se limita a recibir los golpes israelíes, sino que hay una dinámica constante de combatir y resistir.