Dominio militar estadounidense con el régimen títere de Marcos

Publicamos una traducción no oficial del editorial de la última edición de Ang Bayan.

De cara a la llegada de miles de tropas americanas, con sus gigantes buques de guerra, aviones militares, cañones y diversas armas, se convierte en algo incluso más evidente la falta de verdadera independencia de Filipinas y el bajo trato del país como gran base militar estadounidense.

Mientras tanto en Filipinas, los soldados americanos gozan de derechos y privilegios especiales, a menudo a costa del pueblo filipino. Se les dio bajo el Tratado de Fuerzas Visitantes (Visiting Forces Agreement – VFA) y el Acuerdo de Cooperación Defensiva Mejorada (Enhanced Defense Cooperation Agreement – EDCA), acuerdos desiguales en favor de EEUU.

Bajo el EDCA, EEUU ha garantizado extensamente “los lugares acordados” dentro de los campamentos militares de las AFP [Nota del traductor: Armed Forces of Philippines], para su exclusivo como instalaciones y bases militares. Esto es usado por EEUU como puertos, aeropuertos, almacenaje de combustible, alojamiento para personal, almacenaje de armas, vehículos y otro equipamiento militar. Este territorio esta siendo usado por EEUU “sin pagar alquiler u otras compensaciones similares”.

Los militares estadounidenses tienen un control absoluto sobre estos lugares hasta que “no sean necesitadas por EEUU”, significando que las usarán por mucho tiempo y que necesitan esos lugares. Filipinas no tiene soberanía ni autoridad sobre las bases e instalaciones militares estadounidenses. No puede entrar o inspeccionarlas excepto por medios aprobados (o concedidos) por EEUU.

EEUU también ha garantizado el derecho a usar tierras públicas e instalaciones como caminos, puertos y aeropuertos en cualquier momento, especialmente si están transportando o desplegando equipamiento. Contra las leyes filipinas, EEUU también ha recibido el derecho a establecer su propio sistema de telecomunicaciones y usar “todo el espectro necesario de radios” libre de cargas, un derecho que el pueblo filipino no tiene. Además, bajo el EDCA, se le ha dado a EEUU el privilegio de usar agua, electricidad y otras facilidades facilidades con un gasto equivalente al que tendría el gobierno filipino, que es menor que la factura promedio de los filipinos.

El tratado no obliga a EEUU a pagar por daños ambientales que puedan ser causados por desechos tóxicos o nocivos. Debe ser recordado que a final de 1992, EEUU dejaron la Base Aérea Clarck y la Base Naval Subic sin limpiar su desperdicios que envenenaron los campos, agua del mar y lagunas.

Mientras tanto, en Filipinas, los soldados americanos gozan de un status legal especial. A menos que se solicite, ellos no pueden ser encausados por la ley civil o criminal de Filipinas durante su estancia en el país. En los últimos 25 años, soldados americanos que han estado involucrados en casos criminales (asesinato, violación, palizas, disparos y otros) no han sido arrestados ni llevados a juicio, sino que la causa es rápidamente eliminada. Incluso en los dos importantes casos del Caso de la Violación de Subic de Jennifer Laude, los soldados americanos que fueron condenados culpables, fueron sacados del país y mandados de vuelta a EEUU.

Este 2023, al menos 500 juegos de guerra – ejercicios militares preparatorios para la guerra – serán llevados a cabo por EEUU en Filipinas. Esto significa, que cada día durante el año, habrá soldados americanos en Filipinas para incitar e incitando la guerra. Esto incluye el ejercicio Balikatan de abril, el más grande en la historia, en el que 12.600 soldados americanos rodearon el norte de Luzon para para alardear ante China. Cazas de EEUU y helicópteros recorrieron los océanos, así como misiles y bombas perturbaron la paz y destruyeron la naturaleza. “Ejercicios conjuntos” son usados para asegurar que EEUU puede controlar las Fuerzas Armadas de Filipinas (AFP) (lo que EEUU llama “interoperabilidad”) si estalla la guerra.

Mientras pisotean y reinan en la tierra, aire y mar, la enorme presencia de soldados americanos es visto como una señal de “amistad de acero” entre EEUU y Filipinas. Es una gran ironía que EEUU diga que está en Filipinas para defenderla del gigante chino. La verdad es, que EEUU está defendiendo sus propios intereses, así como sus propios intereses son la razón por la que Filipinas está rodeada y ocupada desde hace medio siglo, y convertida en una semicolonia desde 1946, dirigida por burócratas sumisos.

La presencia de EEUU en Filipinas es parte de su estrategia de rodear a su rival imperialista China y evitar que su poder militar y económico siga creciendo. EEUU está incrementando constantemente su presencia militar en el Este de Asia, Sureste de Asia y las islas del Pacífico, incluso en India, mientras anima y presiona a sus aliados militares (incluyendo Japón, Australia e incluso Reino Unido) a que se unan a sus operaciones navales en el Mar del Sur de China bajo la apariencia de que hay “libertad de navegación”. Para EEUU y su estrategia geopolítica y militar, Filipinas es una base importante por su proximidad con China. Para China, la presencia de fuerzas militares estadounidenses es considerada una amenaza a su seguridad y seguramente será un objetivo de ataques armados cuando EEUU le declare la guerra a China.

El incremento de la presencia militar estadounidense en Filipinas fue una condición que puso el gobierno de Biden a cambio de otorgarle al régimen de Marcos el incremento de préstamos, inversiones y ayuda militar que pidió desesperadamente en sus dos visitas a EEUU. A cambio de la rendición total de territorio a los EEUU y el permiso de usar el país como base y base militar estadounidense, el Banco Mundial aprobó en junio cuatro paquetes de préstamos de un total de 1.140 millones de dólares, para compensar el excesivo déficit presupuestario del régimen de Marcos. Los préstamos ahora son usados para aplicar políticas económicas en interés de capitalistas extranjeros, socios de la burguesía compradora y terratenientes, a expensas de las condiciones de vida de las masas obreras y del pueblo filipino.

Bajo el régimen títere de Marcos, está empeorando el status de Filipinas como país colonial de EEUU sin independencia real. La raíz del problema de que el país esté en crisis, con una economía atrasada, no industrializado, sin poder sostenerse con sus propios medios y siendo principalmente agrario, está principalmente en el control y dominio de EEUU en Filipinas durante más de 125 años. EEUU ahora está usando su dominio político, económico, militar y cultural de forma más estricta para seguir hacer avanzando sus intereses en Filipinas y en toda Asia.

El pueblo filipino debe luchar por eliminar el EDCA, el VFA, el Tratado de Defensa Mutua y todos los otros acuerdos militares injustos con EEUU. Filipinas no tiene una soberanía real en tanto que el poder militar estadounidense la perjudica. El pueblo debe luchar para librar a Filipinas del control estadounidense y lograr la independencia del país y ser capaz de defenderse por sí mismo. Esto sólo puede lograrse si Filipinas tiene una independencia económica y política real, y una independencia nacional completa.

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