Pueblos indígenas protestan contra la ley de robo de tierra “Marco Temporal” en Brasil
Pueblo Guarani bloqueando la carretera de Bandeirantes en el Estado de São Paulo en protestas contra la ley “Marco Temporal”
El 30 de mayo el Congreso Nacional de Brasil aprobó un nuevo proyecto de ley, oficialmente llamado PL 490 o PL 2903, o Marco Temporal, que denegará a los pueblos indígenas sus exigencias de sus tierras ancestrales si no pueden demostrar que estaban habitando las tierras antes del 5 de octubre de 1988, cuando la actual constitución de Brasil entró en vigor. Esta ley fue tratada como urgente con la aprobación del gobierno de Lula. Esta es la mayor privatización de la tierra en la historia de Brasil bajo el interés de los grandes terratenientes. Esta ley ahora se discutirá en el Senado. Grandes protestas siguieron a la aprobación por todo el país.
El periódico popular y democrático A Nova Democracia señala que los pueblos indígenas han sido despojados violentamente de sus tierras muchas veces por grandes terratenientes y empresas, lo cuál hace difícil demostrar que ocupaban constantemente la tierra. Organizaciones indígenas han criticado la ley por borrar la historia del pueblo indígena antes de 1988, así como ignorar la violencia que han enfrentado. AND escribe que el marco temporal de 1988 es completamente absurdo en relación a aquellos que reclaman la tierra, y es solo una tesis legal para justificar el robo de tierra. La Corte Suprema de Brasil iba supuestamente a revisar la constitucionalidad de la ley el 7 de junio, pero el juez ha pedido más tiempo para considerar la cuestión, dando también a los legisladores más tiempo para aprobar la ley antes de la sentencia.
El día de la aprobación de la ley en el congreso, protestas de varios pueblos indígenas se llevaron a cabo en al menos diez estados federales de Brasil, con la exigencia central de tierra para el pueblo indígena. En São Paolo, el pueblo Guarani bloqueó la carretera Bandeirantes, y se enfrentaron a una dura represión de la policía militar, quien atacó la protesta con cañones de agua, gas lacrimógeno y espray pimienta. En los estados federales noreste de Ceará, Bahia y Maranhão diversas carreteras fueron bloqueadas durante horas. En el norte de Rondônia, Para, Amazonas y Acre también hubieron protestas. En Rondônia, la principal carretera del estado fue bloqueada por protestantes, quienes construyeron barricadas ardiendo con troncos y neumáticos. En la parte suroeste de Pará, en la municipalidad de Bom Jesus, también hubo protestas con barricadas ardiendo, la carretera BR-222 fue bloqueada durante tres horas. También en la capital de Pará, Belém, hubieron protestas. La carretera Transamazônica fue bloqueada en Amazonas y en Acre, se colocaron carteles contra la nueva ley. En Distrito Federal pueblos indígenas marcharon al Congreso Nacional, llevando pancartas contra la ley. En Mato Grosso, protestantes del pueblo Kayapó bloquearon la carretera BR-322 y el paso del ferry del Río Xingu. En el estado del sur Rio Grande do Sul las carreteras fueron bloqueadas por protestantes también
El 4 de junio se realizó una gran protesta en Pirituba, en la Zona Norte de São Paulo, contra la ley y por la tierra. Los protestantes también denunciaron la represión y las constantes amenazas llevadas a cabo por la policía militar contra los protestantes en el bloqueo de la carretera de Bandeirantes. También se condenó la decisión de la Corta de Justicia de São Paulo, la cuál dicta que grandes protestas en la carretera están prohibidas, y autoriza a la policía militar a prevenir cualquier nuevo intento. Un discurso al final de la manifestación declaraba que “no tendremos otra opción si la [ley] PL recae sobre nosotros que responder con guerra”. También los miembros de las brigadas de venta de AND estaban presentes, denunciaron los crímenes del Estado contra el pueblo y defendieron el derecho a protestar.
La ley ahora avanzará para ser aprobada por el Senado y por último será sancionada por el presidente Lula. Lula y su gobierno han sido criticados por los activistas indígenas por no hablar contra la ley a pesar de que en su campaña prometiera la protección de los pueblos indígenas y “corregir los errores” de Bolsonaro. AND también señala que la ley fue tratada como urgente bajo el consenso de la administración de Lula.