México: 11 años sin verdad ni justicia. Ayotzinapa vive

Imagen de cabecera: Ciudad de México, 26 de septiembre de 2025.

A continuación compartimos el reporte reciente de una manifestación en Ciudad de México publicado por Periódico Mural.

Las calles volvieron a llenarse de rabia y de esperanza. A once años de la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa, miles de personas marchamos desde el Ángel de la Independencia hasta el Zócalo para gritar lo mismo que llevamos gritando más de una década: ¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!

La movilización fue una de las más grandes de los últimos años. Familias, estudiantes, trabajadores, colectivos de mujeres, sindicatos y organizaciones populares caminamos hombro con hombro. Se sentía en el aire la fuerza de la memoria y la indignación. Pero también enfrentamos la misma realidad de siempre: el intento de frenar la protesta con la fuerza. Los granaderos, que según el discurso oficial de Claudia Sheinbaum ya no existen, estaban ahí de nuevo, con sus escudos y cascos, listos para provocar y reprimir. La supuesta “disolución” de los granaderos es tan falsa como las promesas de justicia de este gobierno.

Porque hay que dejarlo claro: el mal llamado gobierno de izquierda no ha resuelto el caso de Ayotzinapa. Han pasado once años y seguimos sin saber dónde están los 43. Siguen las mentiras, siguen los pactos de silencio, siguen protegiendo a militares, narcotraficantes y altos mandos responsables. Un gobierno que protege al Ejército y que no toca las estructuras de impunidad no es un gobierno de izquierda y mucho menos del pueblo.

A pesar de todo, en la marcha se respiraba algo distinto. Después de meses de desánimo, la gente volvió a corear con fuerza, a golpear el pavimento con tambores, a levantar pancartas de nuevo. Hay estado de ánimo en la movilización. El dolor sigue, pero también la decisión de no rendirse.

La izquierda popular no va a claudicar. Seguiremos en las calles, organizándonos, luchando hasta arrancarles a los culpables de sus cuarteles y sus oficinas. No vamos a permitir que el caso de Ayotzinapa se cierre en la impunidad. Este 26 de septiembre fue un recordatorio de que la lucha sigue viva, y que no descansaremos hasta que haya justicia y hasta construir una sociedad nueva, sin desapariciones, sin represión y sin gobiernos que nos mientan. No dejaremos de luchar hasta qué nosotros, nosotras campesinos, indígenas y el proletariado tomemos el poder.

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