
Italia: ¡No al rearme, al corporativismo y a la fascistización del Estado!
Participación en la manifestación de Roma contra el “DDL de seguridad” de un grupo de jóvenes de Por La Democracia Popular. Se distribuyeron mil volantes. A continuación, el texto.
A continuación compartimos una traducción no oficial de un volante publicado por Per la Democrazia Popolare.
¡NO AL REARME, AL CORPORATIVISMO Y A LA FASCISTIZACIÓN DEL ESTADO ENTRE EL DDL DE SEGURIDAD 1660, LA LEY SOBRE LA REPRESENTACIÓN SINDICAL Y EL REFERÉNDUM DE JUNIO!
¡OPONGÁMONOS A LA FARSA DEL “CAMPO AMPLIO” Y DE LAS FUERZAS OPORTUNISTAS!
La contradicción cada vez más profunda entre los países imperialistas y los pueblos oprimidos, así como la crisis terminal del imperialismo, acentúan en todos los niveles la tendencia hacia la guerra interimperialista, las agresiones de varias potencias (EE.UU., países europeos y Rusia) contra Ucrania, y el genocidio del pueblo palestino por parte del nazismo sionista. En este contexto, los países imperialistas europeos, liderados por EE.UU., implementan una política de rearme y de reintroducción del servicio militar, pasos obligatorios hacia una economía de guerra; mientras tanto, en el plano político, como reflejo de esta situación, observamos el ascenso de las fuerzas fascistas también a nivel electoral. Italia se presenta a la vanguardia de este proceso, también considerando la necesidad de comprimir el consumo y los servicios sociales de las masas populares para desviar recursos hacia rentas, monopolios parásitos e industria de guerra.
Por lo tanto, tenemos varias intervenciones legislativas que buscan proporcionar la adecuada superestructura fascista para consolidar esta situación: el Premierato, la Autonomía Diferenciada, la Ley sobre la Representación Sindical y el DDL [Nota del traductor: Proyecto de Ley] de Seguridad 1660. Si todas estas intervenciones llegaran a completarse, y algunas de ellas ya son una realidad, la transformación del gobierno de Meloni en un régimen y en una dictadura fascista abierta estaría completa. El DDL 1660 contribuye a construir un marco legislativo donde la protesta social democrática y sindical se compara con un acto criminal: las resistencias, incluso pasivas, en los CPRs [Nota del traductor: centros de detención para inmigrantes] y en las cárceles son castigadas con más años de prisión, la ocupación de inmuebles y la resistencia a desalojos y agresiones contra las luchas populares son criminalizadas bajo la denominación de “resistencia a funcionario público”. Este marco ya no se puede considerar el de un país democrático burgués. De hecho, la huelga está prácticamente prohibida, castigada bajo la denominación de “delito de bloqueo de carretera” y permitida solo en una forma inofensiva de unas pocas horas.
Todo esto crea en las fábricas un clima de cuartel, mientras se busca asegurar la paz social en los lugares de trabajo con la colaboración de los sindicatos confederales y reaccionarios, a través de procesos corporativos que unan a las partes sociales y al Estado. De ahí la necesidad de una ley sobre la representación sindical que implemente plenamente el acuerdo interconfederal entre patrones y sindicatos CGIL-CISL-UIL del 10 de enero de 2014 y que, si es posible, lo articule y lo endurezca aún más en un sentido liberticida. Por otro lado, la misma CGIL, con su propuesta de ley de iniciativa popular denominada Carta de los Derechos Universales del Trabajo, había presentado propuestas adicionales que empeoran la representación sindical. No es un secreto para nadie que los referéndums de junio presentan una relación de filiación directa con dicha Carta y buscan dar un impulso al gobierno en funciones para que emita la ley sobre la representación sindical.
Sustancialmente, las 4 preguntas del referéndum propuestas por la CGIL son solo humo en los ojos de los obreros. La primera pregunta no tiene ninguna relevancia, ya que se pronuncia sobre un asunto ya resuelto por el Tribunal Constitucional y desplaza el problema de la Ley Fornero al Jobs Act. Recordemos, además, que la CGIL nunca se ha opuesto, salvo como farsa, a tales intervenciones legislativas. En la segunda pregunta se abre la posibilidad de que los jueces establezcan indemnizaciones inferiores a seis meses para despidos en empresas con menos de 16 empleados. En la tercera pregunta se extiende de 12 a 24 meses la duración de los contratos temporales, alargando y posponiendo aún más la posibilidad de que estos obreros accedan a un contrato indefinido. La cuarta pregunta generaría un vacío legislativo relativo a los contratos que dejaría manos libres al gobierno para promulgar una ley que empeore la situación. En resumen, la ley sobre la representación que CGIL-CISL-UIL, junto con asociaciones patronales, quiere que emita el gobierno de Meloni es un componente de ese proceso de corporativización en los lugares de trabajo y en la sociedad, que se acompaña inseparablemente de la fascistización y que resulta indispensable para el expansionismo imperialista y militarista de ese marginal pero prepotente imperialismo italiano.
La CGIL y el inmundo bloque reaccionario del “campo amplio” representado por el PD y el M5S están llevando a cabo una operación de contaminación de batallas justas como la del DDL 1660 o la lucha por el apoyo al pueblo palestino, convocando manifestaciones diluidas en las que se equiparan Israel y la Resistencia Palestina: todo esto para mostrarse dispuestos a realizar las mismas maniobras reaccionarias que hoy el gobierno de Meloni está implementando. La manifestación nacional por Palestina convocada por el Partido Democrático, el apoyo de este campo a la manifestación del 31 de mayo en Roma contra el DDL 1660 y el referéndum confederal forman parte de este diseño. Llamamos a las fuerzas más progresistas a oponerse, sabotear y crear dificultades a estas iniciativas del “campo amplio” y de las asociaciones que a él se refieren.
Hoy, sectores significativos de estudiantes se movilizan contra el proyecto de escuela fascista de Valditara y por la afirmación de una escuela democrática de masas; amplios sectores de mujeres se movilizan para denunciar el bárbaro comportamiento patriarcal de los feminicidios, la punta de un iceberg que revela la persistente opresión de las mujeres en nuestra sociedad; en las Islas y en el Sur de Italia, las masas se movilizan contra las devastaciones ambientales, las servidumbres militares y la expropiación de tierras de campesinos y pastores por parte de rentistas y monopolios; por otro lado, los sectores más conscientes de los trabajadores y de la clase obrera huelen el engaño confederal y no están dando ningún apoyo al referéndum de junio, a pesar del gran ruido de la izquierda oportunista.
Todo esto es la base de masas de un frente contra la fascistización y el corporativismo, que vaya más allá de décadas de prácticas de movimientos inconclusos y que retome el hilo interrumpido proponiendo una Guerra Popular de Nueva Resistencia. Per la Democrazia Popolare propone la construcción de colectivos para la unidad de los maoístas y de los sinceros demócratas antifascistas, poniendo en el centro el trabajo para la construcción de un Partido maoísta de cuadros y para la formación de un frente unitario de lucha contra el fascismo, la opresión colonial del Sur y de las Islas, por la lucha contra la corporativización sindical en el lugar de trabajo y por el apoyo a las luchas de los pueblos oprimidos y a las guerras populares en curso en Perú, Filipinas e India. ¡Estudiemos, organicémonos y unámonos para formar el Partido proletario que guíe esta lucha de Nueva Resistencia! ¡La rebelión se justifica!