Brasil: Campesinos de la frontera Rondônia-Mato Grosso están en el punto de mira del latifundio
En Machadinho d’Oeste, 120 familias amenazadas por el latifundio recibieron la solidaridad de abogados del Centro Brasileño de Solidaridad con los Pueblos (Cebraspo) y universitarios este sábado, como informa A Nova Democracia. La policía detuvo a dos sospechosos armados con radiocomunicadores y munición que supuestamente estaban “de caza”. Las familias, apoyadas por la Liga de Campesinos Pobres (LCP), cultivan para subsistir y enfrentan la violencia de guaxebas (pistoleros) y de la Policía Militar en el campamento Gedeon José Duque. La situación es tensa desde el ataque al campamento el 30 de marzo donde hubieron disparos y un herido. La visita busca garantizar la seguridad de las familias y evitar nuevos ataques en la región.
En Porto Velho, la Policía Militar de Rondônia ha intensificado sus operaciones en los municipios de Buritis y Machadinho do Oeste, deteniendo a los dos hombres que se declararon “cazadores” y quienes portaban armas y equipos especiales. Los dos hombres sospechosos, según un informe de la PM en su página web, portaban: pistolas, dos cargadores llenos, dos escopetas calibre 12, una carabina con mira, una pistola 9mm con dos cargadores municionados, 60 municiones calibre 12, 50 municiones calibre 38, 94 municiones 9mm, 54 municiones expansivas calibre 9mm, 34 municiones calibre 9mm, modelo original, dos radios comunicadores Motorola modelo DP 450 y un funda oculta de Kydex.
Los campesinos han identificado a Gesulino César Travagine Castro como el líder de los pistoleros en la región, quien supuestamente trabaja para un latifundista conocido como Negão, que reclama ser propietario de las tierras de la Área Gedeon, y de la hacienda Silveira, que busca apropiarse de las tierras circundantes. Sin embargo, las tierras pertenecen están destinadas a la Reforma Agraria. La situación es tensa, con la posibilidad de nuevos ataques en cualquier momento. Los campesinos continúan resistiendo y afirman que no abandonarán sus tierras, advirtiendo que cualquier incidente será responsabilidad del gobernador Marcos Rocha y del Gobierno de Lula. Además, se quejan del Incra por no haber destinado lotes a familias necesitadas en la región.
Durante el gobierno de Bolsonaro, el incentivo a la cacería provocó un aumento de la violencia y el rechazo hacia los campesinos en municipios con campamentos. Desde marzo, la situación solo ha empeorado, siendo cada vez mayor la presencia de hombres armados. Según relatan, el grupo paramilitar que entró en las tierras opera bajo los moldes del grupo “Invasão Zero”, que aterroriza a las familias, parte del campamento o no.
El 1 de abril, los campesinos identificaron ocho camionetas con hombres armados circulando en los alrededores de la zona. Había policías militares en activo y hombres de civil.
La profesora Marilsa Miranda de Souza, del Grupo de Investigación Historia, Sociedad y Educación en Brasil, explicó el motivo de la visita de estudiantes y abogados al campamento: “En el contexto de violaciones de derechos que los campesinos enfrentan cotidianamente, esta misión es imprescindible.” Según ella, la distancia entre el campamento y las ciudades “silencia la violencia contra las familias constantemente rodeadas por policías y pistoleros.”
