
La LCP se pronuncia sobre la muerte de 6 bandidos en el Área Tiago Campim dos Santos, en Rondônia
A continuación compartimos una traducción no oficial de la nota al completo de la LCP. Hemos reportado anteriormente sobre la situación y ahora traemos la traducción completa.
Indignados por tantos robos, campesinos hacen justicia con sus propias manos
El pasado 2 de este mes, en el área Tiago Campim dos Santos, Nova Mutum, distrito rural de Porto Velho-RO, 6 personas que venían cometiendo robos de pertenencias de las familias y asesinatos de personas en esta área, acabaron muertas al reaccionar con armas en mano contra su expulsión de la comunidad por decisión de la Asamblea Popular local. Ya eran conocidos por casi todos los habitantes debido a sus descaradas prácticas de robo a los residentes de la comunidad, por amenazas e intimidación armada hacia ellos y asesinatos, y ya habían sido advertidos para que se retiraran de la zona. Los habitantes, cansados y con la paciencia agotada ante tantos abusos, exigieron expulsar a los criminales de la comunidad, utilizando la fuerza si era necesario. Ante el acto de expulsión realizado por una numerosa comisión de voluntarios de la comunidad, estos elementos reaccionaron con armas de fuego y terminaron muertos. Elementos como estos son personas degeneradas que no aceptan reglas colectivas mínimas y, en las comunidades surgidas de la lucha por la tierra, que viven siendo acosadas por pistoleros y la policía, son utilizadas por la misma policía, que a cambio de no impedirles sus fechorías, actúan como sus informantes e, incluso, como provocadores para dividir, desmoralizar y desorganizar a esas masas que siempre están en lucha por la defensa de sus derechos. Una situación que no podría tener solución apelando a quienes solo practican opresión, violencia, brutalidad y todo tipo de abusos contra estas masas.
Después de lo ocurrido, la prensa sensacionalista de Rondônia (RO) y algunos medios de los monopolios de prensa, como G1, se apresuraron a dar su versión de que las muertes fueron motivadas por disputas entre facciones criminales por tierras y control del área. ¡Una vez más, mentiras! Vamos a los hechos, a la verdad de la historia de esta comunidad surgida y mantenida en una dura y combativa lucha, el área campesina Tiago Campim dos Santos.
La historia de la Policía Militar de Rondônia es de masacres de campesinos y exterminios de sus dirigentes.
La historia de los campesinos es la de su feroz resistencia contra estos crímenes cometidos por el latifundio
Es evidente que la razón de la decisión violenta de las masas allí, que viven del trabajo duro bajo el sol abrasador por su supervivencia, resulta de la experiencia de la violencia sistemática que sufren por parte de pistoleros y de los aparatos de represión del viejo Estado, ambos actuando como matones del latifundio. Demostraremos, una vez más, los crímenes de toda índole contra estas masas empobrecidas, perpetrados principalmente por la Policía Militar, cuyos miembros se prestan al papel de guaxebas (pistoleros) de los latifundistas. Tantos crímenes y abusos que ya han hecho que los campesinos se endurezcan ante tanta cobardía proveniente del latifundio y de los órganos de este viejo Estado genocida. Por tanto, nadie de estas masas confía nada, absolutamente nada, en la policía y tampoco en una justicia en la que gran parte de los jueces son conocidos cómplices del latifundio.
No relataremos aquí la saga que dio origen al nombre Tiago Campim dos Santos (TCS) al campamento que hoy se ha convertido en una gran comunidad rural. De Tiago y de Ademar Ferreira, sacrificados en la lucha por la conquista de la tierra en la comunidad Dois Amigos, vecina del área TCS. Las familias campesinas del Área Tiago Campim dos Santos han estado luchando durante muchos años por las tierras de los latifundios NorBrasil y Arco-íris, cuyo entonces llamado propietario, Antônio Carlos Martins, apodado Galo Velho, es un habitual ladrón de tierras de la Unión, conocido por varios crímenes de falsificación de escrituras de tierras en este estado, e incluso ya condenado en procesos, uno de los cuales es resultado de la “Operación Amicos Regen” de la Policía Federal que involucra al juez federal Herculano Martins Nacif y otros funcionarios de la justicia por favorecer al grupo de ese criminal en sentencias de expropiación. Galo Velho también es conocido por contratar guaxebas (pistoleros), muchos de ellos policías militares en activo o retirados, para asesinar dirigentes de la lucha por la tierra y humildes padres de familia que trabajaban sin recibir salario en sus supuestas fincas, solo por reclamar sus derechos. Su nombre figura en la lista de explotadores de trabajo análogo a la esclavitud.
Las familias de Tiago dos Santos ya han enfrentado varias intentos de desalojo llevados a cabo con sentencias preliminares judiciales compradas, cuando hay pruebas de que esas tierras son de la Unión y han sido usurpadas por Galo Velho para especular como reserva de valor en transacciones bancarias y todo tipo de negocios sucios practicados por su banda. En los intentos de desalojo de estas tierras que las familias campesinas han ocupado para trabajar, producir y vivir, se movilizaron enormes contingentes de las fuerzas policiales del estado de RO, las cuales, como es su naturaleza, cometieron todo tipo de abusos contra esos trabajadores, quemaron sus barracas, motos e incluso automóviles, destruyeron los pocos y modestos utensilios domésticos de las familias, como estufas de gas, mesas y bancos, ollas y recipientes, además de robar bombonas de gas, alimentos y otros pertenencias, después de haber hecho una carga de la tropa con fusiles apuntando a mujeres, ancianos, niños, agrediendo a todos con puñetazos, bofetadas y patadas, lanzando insultos de toda índole, abusando de mujeres y niños, disparando al aire y usando espray de gas pimienta, como ocurrió en octubre de 2020, cuando lograron sacar a las familias del aún Campamento TCS y transportarlas como ganado y arrojarlas en la escuela de la Vila da Penha, en la misma región. Esta acción rápida de la tropa se llevó a cabo como venganza por la muerte de un teniente retirado que actuaba como guaxeba de Galo Velho y acusaban a los acampados de matarlo porque el hecho ocurrió en las proximidades del campamento. Sin embargo, las familias movilizadas y dirigidas por la LCP ya tenían organizado el corte de la tierra y regresaron de inmediato, no solo al campamento arrasado, sino cada familia a su parcela, donde levantaron su rancho y comenzaron a preparar la tierra y a cultivar.
Fustigadas todo el tiempo por incursiones policiales, provocaciones y acoso violento a los moradores en sus entradas y salidas de la zona, incluso disparando a los vehículos de los residentes y haciendo amenazas de muerte constantemente, un año después, las familias enfrentarían un nuevo intento de desalojo. En la misma época, a 800 km al sur, otras familias resistían los embates de las mismas tropas de la Policía Militar (PM) en el Campamento Manoel Ribeiro, en el municipio de Chupinguaia, en la frontera con Corumbiara, en la finca N.S. Aparecida, la última parte restante de la ex-finca Santa Elina. Ataques que se extendieron desde el año 2020 hasta 2021 y se prolongaron durante meses. Teniendo al presidente golpista descarado y fracasado, Bolsonaro, en octubre de 2020, poco después de la muerte del teniente guaxeba, publicando en Twitter imágenes de los acampados de Manoel Ribeiro levantando las banderas rojas de la LCP y gritando sus consignas de guerra por la revolución agraria y de muerte al latifundio frente a la tropa de choque de la PM, en las que él dijo: “Tengo mi opinión. ¿Cuál es la tuya?” Ya en 2021, el 31 de marzo, celebrando el golpe militar-civil del 64, los latifundistas ladrones de tierras de la Unión en Rondônia, reunidos en la sede de la finca N.S. Aparecida, clamaron a Bolsonaro como si fueran un puñado de mendigos despojados de todo: “¡Oh, presidente Bolsonaro, míranos!”; ridículamente pidiendo ayuda para más tropas policiales para desalojos, para que pronto comenzara a desembarcar en la capital el refuerzo militar de la Fuerza Nacional de Seguridad y fondos para la secretaría de seguridad del estado, para operaciones de desalojo. Al día siguiente, el 1º de mayo, en una transmisión en vivo para los criadores de cebú [Nota del traductor: una especie de bovino doméstico para el uso de carga y aprovechar su carne, leche y piel] en la exposición de Uberaba, acusó a la LCP de terrorismo y prometió a los latifundistas que acabaría con el movimiento de lucha por la tierra, y, volviendo seis días después (7 de mayo), amenazó a la LCP, esta vez en RO, en la inauguración del puente sobre el río Madeira, en la frontera de este estado con Acre, donde habló ante un público de latifundistas y otros aduladores de ocasión, afirmando que no quedaría “gratis ni barato” lo que el movimiento estaba haciendo. Tres meses después, policías del COI [Nota del traductor: Centro de Operaciones e Inteligencia] de la PM de RO ejecutaron, de manera cobarde y fría, a tres campesinos cuando estos comenzaban su trabajo en el campo a las 6 de la mañana del 13 de agosto, los compañeros Amarildo y Amaral (padre e hijo), siendo que la esposa de Amarildo y madre de Amaral no fue fusilada porque logró escapar adentrándose en la selva; y el otro, el joven Kevin, que venía en moto hacia el lugar y al ver a la policía con los fusiles apuntados, intentó girar la moto, pero fue ametrallado por la espalda con decenas de disparos.
Después de estos episodios, se lanzó la gigantesca “Operación Nova Mutum” con tropas de la PM y de la Fuerza Nacional de Seguridad que invadieron por tierra con varios tipos de vehículos militares, empleando dos helicópteros y 17 drones (cantidad que los moradores lograron identificar), operación que costó a las arcas del estado, según se comentaba en los círculos políticos, alrededor de un millón de reales por día, durante más de una semana. Los moradores se defendieron como pudieron, pero de forma organizada ocultaron muchos de sus pertenencias en la selva, lanzaron troncos de madera en las pocas carreteras de entonces y caminos, así como destruyeron más de 15 puentes, en su mayoría construidos por ellos mismos, aislando amplias áreas del acceso de las cientos de tropas. En la zona donde las tropas lograron entrar, se cometieron todo tipo de abusos; destruyeron todo lo que encontraron en el puesto de salud y en la escuela de la Asamblea Popular, tiraron barracas al suelo y quemaron los utensilios encontrados, mataron animales y los arrojaron en los pozos de cisternas, realizaron registros humillantes de hombres y mujeres, para luego transportar a decenas de adultos y cientos de niños a la misma Vila da Penha del desalojo de un año atrás, pero todo bajo la protesta desafiante de las masas, aun con fusiles apuntándolos y con amenazas proferidas contra ellos. En las condiciones más precarias de la escuela, con agua turbia, sin sanitarios para tanta gente, muchas de ellas con síntomas de malaria sin poder moverse para buscar tratamiento, la revuelta fue aumentando y contando con el apoyo de una numerosa comisión de entidades de solidaridad movilizadas en varias partes del país y siempre cantando canciones de lucha, las masas allí comprimidas se levantaron y empujaron los cordones formados por las tropas y regresaron al interior de la zona. Minutos antes, respondiendo a la petición de suspensión de la operación hecha por los abogados del pueblo, el Supremo Tribunal Federal (STF) la aprobó. Contrariados, contando con la presencia del propio comandante general de la PM, que iba y venía del palacio de gobierno, el mando de esa verdadera operación de guerra amenazó con no acatar la medida, alegando que la “Operación Nova Mutum” abarcaba el desalojo de varias fincas y no solo de NorBrasil y Arco-íris. Pero ante el levantamiento de las masas a la ofensiva, desafiando la fuerza bruta que no tenía cómo detenerlas sin hacer una masacre de decenas y cientos, no pudieron detener el regreso de las masas, que se unieron con las otras en el centro de la zona en una vigorosa asamblea de otra victoria de la justeza de su causa. Dos días después, durante la retirada de los grandes aparatos acumulados en las proximidades del área TCS, un comando del COI, con la información de un informante, ya había localizado y planeado asesinar al principal dirigente, el compañero Gedeon José Duque y el compañero Rafael Gasparini Tedesco que lo acompañaba, ambos miembros de la LCP.
Posteriormente, se intentó ampliar el área ocupada para nuevas familias en la parte de la sede de las haciendas, una nueva operación violenta hizo imposible llevarla en ese momento. Durante la resistencia de las masas, se cometieron más crímenes por venganza por parte de la PM. Los compañeros Raniel Barbosa Laurindo, conocido como Mandruvá, y Rodrigo Hawerroth, apodado Esticado, fueron capturados por policías cuando se preparaban para entrar en una canoa en el río Cotia; fueron maniatados y torturados, llegando incluso a tener sus bocas cortadas de cada lado hasta cerca de las orejas y, al final, ejecutados a quemarropa.
El silencio sepulcral de los fariseos defensores del “Estado Democrático de Derecho”: los monopolios de prensa y la izquierda burguesa oportunista electoral
Cuando Brasil entero sufría bajo el gobierno militar genocida de Bolsonaro y los generales, la cobardía política y moral de muchos que se golpean el pecho como grandes demócratas quedó al descubierto. De Globo y otros monopolios de la prensa escrita, hablada y televisada no era extraño esperar el silencio cobarde, ninguna línea, ni un murmullo. Pero, aún peor, frente a la ofensiva de la reacción de extrema derecha y fascista, socialistas de carnet que se emboscaron detrás de sus computadoras y celulares, y potenciaron su naturaleza inmovilista, temerosos de la radicalización de las masas ante sus opresores y verdugos, muy valientes y bravucones en las campañas electorales, corrieron a esconderse bajo la cama durante todo el genocidio gubernamental bolsonarista de la Covid-19, solo saliendo de allí para pedir votos y esparcir mentiras en la farsa electoral municipal de 2020. Estos nuestros Héroes del Oportunismo hicieron oídos sordos ante todo este monstruoso y salvaje ataque de la reacción contra quienes estaban de hecho luchando contra Bolsonaro y toda la reacción. De este monopolio de prensa de la media docena de familias de las clases dominantes brasileñas no se puede esperar nada diferente, pero de aquellos que para tildar a Bolsonaro y su turba embrutecida de fascistas, abren la boca al límite, no tuvieron el mínimo de decencia política, moral y ni siquiera humanista para emitir una nota de apoyo a esas valientes familias campesinas, que estaban a la cabeza de las masas populares que combatieron y siguen combatiendo, de hecho y en palabras, verdaderamente, el fascismo y el golpismo. El trabajo que se dieron los jefes del oportunismo fue el de intentar silenciar y reprimir a aquellos de sus filas, principalmente a los jóvenes de su base, que se indignaron con la pusilanimidad de sus direcciones y manifestaron solidaridad con la lucha campesina.
Parece absurda toda esta situación y comportamiento de gente que se jacta de ser socialista e incluso comunista, pero que, como en el papel y en la retórica acepta todo, pero solo para ingenuos e desinformados. Simplemente, es la lucha de clases desnuda y cruda. Pero, ¡es vergonzoso! Veremos, entonces, el comportamiento de estos en nuevos intentos de desalojo, como ya se comenta actualmente en los medios políticos oficiales del Estado, una nueva medida de desalojo del TCS.
Cuando las masas desbordan su ira en violencia
Los asesinatos y encarcelamientos de compañeros en el TCS, narrados anteriormente, fueron duras pérdidas para la lucha por la tierra, dificultaron el avance de la organización de las masas en la zona, debilitaron su dirección, lo que favoreció que elementos degenerados se infiltraran en la comunidad aprovechándose de la situación y, a través de relaciones de parentesco y otros vínculos personales, lo que nunca había ocurrido desde la formación del Campamento TCS, comenzó a tener lugar el robo de pertenencias de los moradores, asesinatos y otros abusos perpetrados por estos elementos degenerados que se movían armados todo el tiempo.
Desde la victoria contra la operación de desalojo “Nova Mutum”, en octubre de 2021, y los mencionados asesinatos de compañeros de la LCP por parte de la PM, han pasado 3 años y casi 3 meses; durante todo este tiempo, las masas del TCS continuaron su arduo trabajo de preparación de las tierras y sus cultivos ya han dado varias cosechas de cereales, frutas, legumbres y verduras. Y a pesar de la aparición de robos y homicidios perpetrados por los bandidos que se infiltraron en la comunidad, además del crecimiento de la producción local, la lucha de la Asociación y otras Comisiones de trabajo ha sido por reorganizar la logística del área colectiva, la Vila Alípio de Freitas, en un puesto de salud, escuela, galpón de la Asamblea Popular y de las actividades de organización de la seguridad local, de las mujeres del MFP, de la Comisión de Educación para asegurar la Escuela en el lugar para niños, jóvenes y adultos, mejoras del Puesto de Salud, en la promoción de fiestas, ocio y deportes, actividades culturales y la ampliación de las obras públicas de apertura de muchas carreteras, mejora de las líneas, del transporte y aumento del comercio local. Sin embargo, la actuación de estos bandidos fue creando una situación insoportable para las familias, que ya cansadas pedían la realización de la Asamblea para discutir y dar solución. La masiva Asamblea Popular del pasado día 2 fue de intensa participación; hicieron uso de la palabra no solo los dirigentes, sino un número interminable de vecinos indignados con la situación, que clamaban y defendían la toma de una solución drástica al problema. La indignación de las masas se transformó en conmoción y furia popular y, por unanimidad, se decidió la expulsión de los bandidos. Muchos moradores se ofrecieron de manera anónima para la comisión encargada de llevar a cabo la expulsión decidida allí y, en el acto de su ejecución, ante la reacción armada por parte de los bandidos, resultó en la muerte de 6 de ellos, constituyendo una acción de ajusticiamiento en legítima defensa.
Acontecimientos así no son inusuales en medio de la lucha popular a lo largo de la historia de los pueblos de todo el mundo. Bajo las condiciones de los viejos sistemas de explotación y opresión, la rebelión de las masas populares no solo es inevitable, sino justa. En nuestro país, el viejo y secular orden de explotación y opresión, a través de un Estado, antes de Señores de tierras y de esclavos y de grandes comerciantes portuarios, con la llamada “Abolición de la Esclavitud” y “Proclamación de la República”, solo sustituyó la monarquía por la república de los coroneles, manteniendo intacta la subyugación semicolonial y la condición semifeudal del país, el genocidio continuado de los pueblos indígenas, la opresión racista del pueblo negro, que constituye la mayoría de la población brasileña, su explotación más brutal y también la misma sobre las demás masas populares.
Solo cambiaron las figuras de proa, pues los señores de tierras se volvieron aun más poderosos y, junto a la naciente gran burguesía local, ambos como asociados e intermediarios de las potencias extranjeras, potenciaron un Estado burocrático de estas clases parasitarias del pueblo y de la nación como un Estado genocida y cárcel contra los derechos del pueblo, que siempre ha luchado y se ha levantado en movimientos y rebeliones por la causa de la república democrática y la independencia de la patria, y fue, en innumerables intentos, aplastado a sangre y fuego por este, a través de su fuerza armada que, para citar solo algunos de estos crímenes en nuestra historia contemporánea: Guerra de Canudos, de Caldeirão y Pau de Colher, Guerra del Contestado, los dos 5 de Julio del Movimiento Tenentista y Columna Prestes, Levantamiento Popular de 35, Estado Novo de 37, represión, prisiones, torturas, asesinatos de militantes del Partido Comunista, golpes militares de 1954 y 1964, Guerrilla de Porecatu y de Trombas y Formoso, Guerrilla del Araguaia, todos episodios entrelazados por masacres y asesinatos de pobres en el campo y en las favelas y de todo tipo de persecuciones a los luchadores del pueblo.
Quizás no fuera necesario ir tan atrás en el tiempo, ya que la realidad presente indigna las conciencias verdaderamente democráticas, progresistas y honestas ante la matanza de pobres por las fuerzas de este viejo Estado genocida de génesis y naturaleza. Y bajo tan brutal yugo de hierro, aún en un nivel bajo de organización, como demuestra toda experiencia social e histórica de la sociedad humana, las masas explotadas y oprimidas, frente a sus verdugos y torturadores, así como siempre lo han hecho, hacen y harán justicia por sus propias manos, comenzando por los más pequeños que parasitan en su propio seno y elevando su nivel de conciencia y de organización revolucionaria, abatirán a los grandes y principales, parte por parte, edificando por consecuencia su Poder en un nuevo tipo de Estado. Donde hay opresión hay resistencia, la resistencia crece en proporción a la opresión y se desarrolla bajo ella hasta destruirla por completo en la edificación de una nueva orden. El resentimiento social, el odio reprimido, se revisten de conmoción abrumadora y liberan la furia violenta de las masas oprimidas contra sus explotadores y opresores, sin dejar piedra sobre piedra del viejo orden.
En la antigua China, analizando las contradicciones en el campo, Mao Tsetung hizo la siguiente advertencia:
“Dentro de poco, centenares de millones de campesinos en las provincias del centro, el Sur y el Norte de China se levantarán como una tempestad, un huracán, con una fuerza tan impetuosa y violenta que nada, por poderoso que sea, los podrá contener. Romperán todas las trabas y se lanzarán por el camino de la liberación. Sepultarán a todos los imperialistas, caudillos militares, funcionarios corruptos, déspotas locales y shenshi malvados. Todos los partidos y camaradas revolucionarios serán sometidos a prueba ante los campesinos y tendrán que decidir a qué lado colocarse. ¿Ponerse al frente de ellos y dirigirlos? ¿Quedarse a su zaga gesticulando y criticándolos? ¿Salirles al paso y combatirlos? Cada chino es libre de optar entre estas tres alternativas, sólo que los acontecimientos le obligarán a elegir rápidamente.” (negrita nuestra)
Se refería a la violencia de las masas en erupción y a la reacción de los de afuera y en su seno a sus actos:
“Eso es lo que algunos llaman comete «excesos», «sobrepasar los límites justos al corregir un error», «cometer actos abusivos». Tales opiniones parecen razonables, pero en realidad son también erróneas. En primer lugar, son los propios déspotas locales, shenshi malvados y terratenientes sin ley quienes han forzado a los campesinos a actuar así. Por siglos, se han aprovechado de su poder para tiranizar y pisotear a los campesinos; de ahí que éstos hayan reaccionado tan enérgicamente.”
Nuestros principios, línea, método y criterios
La LCP está por la democracia popular en todos los niveles de organización de las masas y basada en los principios del centralismo democrático y el método de investigación y dirección en el trabajo entre las masas, partiendo de las masas para las masas, de la práctica de la crítica y autocrítica, de ligar lo general a lo particular y la dirección a la base. En cuanto al tratamiento de las contradicciones en el seno del pueblo, por lo tanto, de las contradicciones de naturaleza no antagónica, estamos por la solución a través de poner los problemas sobre la mesa, discutirlos y encontrar la solución mediante el convencimiento de lo que es justo y correcto. Los pequeños delitos en medio del pueblo los llamamos a tratar con advertencia y reeducación de quienes los cometen, a través del trabajo colectivo, estudio y medidas disciplinarias leves, como la pérdida del derecho a voto en las decisiones por cierto período y el alejamiento temporal del organismo del que participan, variando la intensidad de la medida según el grado de responsabilidad que haya sido investido y el nivel del organismo del que son miembros en la estructura de dirección. En los casos de crímenes contra las masas, la medida es la expulsión de la organización, en caso de pertenecer, y de la propia comunidad. Todo el trabajo de educación está basado en la ideología revolucionaria, colectivista y de fraternidad y sentido de justicia entre todos y todas de la organización y de la comunidad. Correspondiente a esto, trabajamos en la educación de todos y todas para que todas las decisiones, especialmente las que involucran situaciones y problemas de extrema gravedad, deben ser tomadas colectivamente, en el ámbito y nivel de organización y según los principios, programa, línea y métodos de la LCP, es decir, democráticos y racionales. Específicamente, siempre llamamos la atención para hacer todo lo posible para evitar e impedir que las decisiones incurran en injusticias, y en caso de errores, la necesidad y obligatoriedad de la autocrítica de quien es responsable del error. Así como los errores son inevitables en general, también hay situaciones generadas por la fuerte indignación de las masas que son asaltadas por una fuerte conmoción que llevan al desborde de la violencia, ante lo cual, aunque estamos para que todas las decisiones sean tomadas con el máximo de racionalidad y menos movidas por sentimientos y emociones, situaciones que son en su gran mayoría movidas por grandes resentimientos acumulados a lo largo del tiempo, situación de las masas explotadas y oprimidas, no las condenamos, al contrario, las apoyamos, reconociendo sus motivos y razones. Frente a esto, comprendemos la necesidad de elevar el nivel de participación política, de conciencia de esta participación y de organización de las masas.
¡Fortalecer la autodefensa activa y armada de las masas en lucha!
¡Tierra para quien en ella vive y trabaja!
¡Viva la Revolución Agraria y muerte al latifundio!
Comisión Nacional de las Ligas de los Campesinos Pobres – LCP
Goiânia, 04 de marzo de 2025